viernes, 7 de junio de 2013

CONFESIONES DEL INFIERNO AL MUNDO CONTEMPORÁNEO

Advertencia del más allá

ESTE DOCUMENTO SERA PUBLICADO EN 10 PARTES - UNA DIARIA

PRIMERA PARTE

1

PREFACIO

MI EXPERIENCIA (Testimonio del editor Buonaventur Meyer)

Además de la gran cantidad de casos de posesión, que llegaron hasta nosotros por la Sagrada Escritura, son muchos los textos literarios que a través de los siglos, dan testimonio de tales acontecimientos El Holandés W.C. Vam Dam, en su obra Modelar Demonios y poseídos (Pahloch Editora, 1.970) cita más de doscientos libros diferentes, que son testimonios de ésta realidad. En el año de 1.947 tomé conocimiento de un caso de posesión y pude verificar cómo de la misma persona se emitían voces extrañas y como la aspersión con agua bendita provocaba una inmediata acción de repulsión. En 1.975 asistí a un exorcismo de siete personas poseídas, en una Iglesia en Italia. Presencié las reacciones de los pobres poseídos durante el exorcismo, además de eso, vi sus comportamientos cuando recibían los Sacramentos, su disposición y finalmente, su capitulación delante del Santísimo Sacramento, las personas así atormentadas habían venido, por su libre voluntad, para que fueran exorcizadas por un Padre piadoso, “porque buscaban un alivio, que nadie más podría darles”, como ellas propias me confirmaran. Una de las poseídas, que fuera de los exorcismos se comporta como cualquier otra persona, me mostró cicatrices en sus brazos y me explicó que, durante 25 años consultó a médicos y profesores de Medicina, mas ninguno había conseguido aliviarla, a no ser aquél Padre, un hombre santo, que en la Iglesia recitara un exorcismo. Ese Padre, hombre piadoso y de alma fervorosa, me prohibió que revelara su nombre, dado que el Episcopado, por causa del ataque de la prensa y los medios de comunicación, actualmente generalizados en todo el mundo, no autoriza el Gran Exorcismo con que se expulsan los demonios y además de eso, impone al exorcista el mayor de los silencios para que nada se torne público. A pesar de que la Biblia se refiere cerca de 70 veces al infierno y más veces todavía al demonio, encontramos en la Iglesia actual Obispos competentes, profesores de teología tolerantes, que niegan la existencia del demonio, y con ello, la existencia del infierno y también la existencia de todo mundo Angélico.

SOBRE LA POSEÍDA

A propósito de la poseída a la que este libro se refiere, se llegó hace poco, una vez más, a la conclusión de que en el caso de esta mujer y madre se trata de un alma reparadora, que desde hace 14 años es atormentada por pavorosos estados de angustias y períodos de insania total. Fue tratada por los métodos más modernos de la Medicina y de la Psiquiatría, durante sus ocho permanencias en la clínica. Cuando después de los más rigurosos tratamientos, le dieron de alta, considerándola como un caso inexplicable, un exorcista conocido, comprobó casualmente la posesión de un modo inequívoco. Después de un exorcismo, que contó con la colaboración de varios sacerdotes, realizado en un lugar de las Apariciones de la Virgen (Fontaneli Montichiari, en Italia), tanto los demonios (ángeles caídos) como almas dañadas (personas condenadas) fueron obligados por la Santísima Virgen, a hacer importantes revelaciones dirigidas a la Iglesia actual. Teniendo convidados varios Obispos y representantes de la Psiquiatría y Medicina para que asistieran a un exorcismo, realizado el 26 de abril de 1.978, el día de Fiesta de la Señora del Buen Consejo, estuvieron en mi casa, para la realización del exorcismo, seis sacerdotes y también un psiquiatra Francés Dr.M.G. Mouret, director clínico del hospital psiquiátrico de Limoux (Francia) poseedor de gran experiencia en tales fenómenos. Después del exorcismo de tres personas, con muchas revelaciones salida de la boca de una poseída antes y después del exorcismo, el Dr. Mouret dejó por escrito su testimonio, afirmando que en el caso presente no se trataba de una esquizofrenia, ni de histeria, mas sí, del control de una persona por una fuerza exterior, que la Iglesia católica llama Posesión. Esta mujer poseída y madre de cuatro hijos, es continuamente atormentada hasta el límite de sus fuerzas. A pesar de eso, procura cumplir lo mejor posible con sus deberes familiares. El peso monstruoso, los tormentos causados por los demonios que le perturbaban el sueño nocturno, las continuas revelaciones hechas por los espíritus, significaban un martirio permanente. Y su único alivio vino de aquellos Sacerdotes que, contrariando las tendencias actuales, se compadecen de su estado, le administran los Sacramentos y recitan el Exorcismo.

* * *

Mas ya el 25 de abril de 1.977, por disposición de la Divina Providencia, había visitado a la poseída y asistido a un exorcismo, acompañado por el profesor Dr. Georg Siegmund, de Fulda. Como docente, ha formado generaciones de sacerdotes y es también Teólogo, Filósofo y biólogo, ya ha publicado un gran número de trabajos científicos, de tal modo que es un físico de renombre mundial, El Cristiano evangélico Pascal Jordan, lo calificó como uno de los filósofos y teólogos más importantes de la actualidad. Sin tomar posición relativamente al contenido de las revelaciones demoníacas, el Prof. Siegmund escribe en su epílogo: Relativamente a lo personal, estoy convencido de que no se trata, ni de una histeria, ni de una psicópata o de una enferma psíquica, lo que además ya fue confirmado por médicos especialistas. Esos fenómenos de posesión, como yo mismo puede apreciar, da la impresión de que se trata de una posesión auténtica. Ella y también su familia sufren, pues las autoridades competentes, impiden una verdadera asistencia espiritual, por recelos todavía incomprensibles, en una época en que reina la negación espiritual. En su testimonio, el profesor Siegmund se refiere al número siempre creciente de personas, igual en las escuelas superiores de teología, que niegan la existencia de Satanás y de los ángeles. A esta actitud continúa la destronización del Altísimo.

Buonaventur Meyer

2

LA VIDA DE LA POSEÍDA

Aunque la persona citada, debido a su estado de salud y gran distancia, aislada de su aldea, Nataly, que solo tiene la escuela primaria, posee una inteligencia encima de la media, comprensión rápida y buena memoria. Da su biografía que ella misma escribió a máquina, extraemos los siguientes mensajes: (por motivos comprensibles omití los nombres y lugares y por cuestiones de espacio, abreviamos las descripciones). “mis padres vivían en una pequeña Quinta. El lugar es muy solitario. Nací en la Suiza – Alemana, en 1.937, el Domingo del Santo Escapulario, día en que la admisión de niños en la Congregación del Escapulario era solemnemente festejada. Fui bautizada el martes siguiente. Dice mi madre que yo, un bebé, lloraba mucho y dormía excepcionalmente poco. Pensaban en tanto, que eso era debido a problemas intestinales, más nunca fue posible fundamentar esas conjeturas de una manera satisfactoria. En la primavera de 1.944, comencé la escuela. Era una criatura tímida y muy calma. Aprendía con facilidad. La lectura, la escritura y las cuentas, no representaban dificultad para mí. El lugar preferido era la vera del río, las hierbas y las flores, muchas veces me juntaba con otros niños y nos gustaba dejar las piernas dentro del agua. Nuestras conversaciones eran iguales a la de otros niños de la misma edad, también hablamos algunas veces de asuntos de carácter religioso, del Cielo, del infierno, del Purgatorio. Hice mi primera Comunión en 1.946. Realicé ese acto de una manera muy seria y me preparé todo lo que pude. De un modo general, puedo decir que el tiempo escolar pasó sin incidentes dignos de notar. Desde muy pequeña acompañaba a mis padres al campo donde intentaba ser útil. Y mis hermanitos exigían mucho tiempo de atención. Después de mi primera comunión iba casi diariamente a Misa y a la Sagrada Comunión. Tenía entonces la sensación que cuando leía mi Misal negligentemente o rezaba menos, eran menos abundantes las Gracias recibidas. A mis trece años, tuve que aguantar algunos ataques más o menos duros de otros niños. Ellos cuchicheaban que era una “beata” y que sería monja. Sentía mucha vergüenza, más refiriéndome al caso, mi abuela me decía: “Reza, no le des los oídos a otros niños, ellas no saben lo que dicen. Lo que importa es que Dios esté constantemente contigo”. Me gustaba mucho ir a la Iglesia y cuando en la Solemne Misa el coro entonaba sus cánticos, los altares estaban adornados con flores y el olor a incienso se esparcía, tenía la impresión que todos los que allí se encontraban, estaban muy cerca del Cielo.

CAE LA NOCHE

Algún tiempo, después de la muerte de mi abuela, en 1.951, tuve que enfrentar un período de duras pruebas. Apoderándose bruscamente de mi alma, angustias y escrúpulos que jamás había experimentado anteriormente. El sufrimiento se prolongó de manera inquietante ¡y ya no era la misma! Es claro que mis principios y mi actitud para con Dios se mantenían, más todo mi universo mental se puso a vacilar y yo fui presa de una confusión profunda. Sentía una enorme apatía, e interiormente, una total falta de interés. La dolencia y los sufrimientos atacaban con una intensidad tal, que a veces me sentía despedazada. Mis pensamientos iban y venían. Fuese cual fuese el asunto de mis reflexiones, jamás encontraba una luz. Y lo peor, es que no conseguía liberarme de esos pensamientos. Era como si todo estuviera triste y apagado. En una ocasión, pienso que en el día de Todos los Santos, en 1.952, (tenía entonces 15 años), en el medio de una gran perturbación, dije a mi madre: “Madre, me siento en un estado de gran aturdimiento” Ella me dijo algunas palabras de confianza y me dijo que todo volvería a la normalidad. Sólo era preciso que yo lo quisiera realmente y buscara mi alegría perdida. Mas ahí es que encontraba la dificulta: no conseguí encontrarla, aunque la hubiese buscado con toda mis fuerzas. En cuanto a la voluntad, ¡lo que no habría hecho y dado para readquirir mi antigua libertad! mas eso no estaba en mis manos. Mis angustias aumentaban y ya ni siquiera podía dormir sola en mi cuarto. Mi padre se mudó de cuarto, así podría estar cerca de mi madre. Aunque ella estuviera junto a mí, el miedo y la angustia estrangulaban mi garganta. Los latidos de mi corazón resonaban hasta el cuello. Me sentía asaltada de un terror inmenso que me impedía hasta hablar. La angustia y el terror me penetraban a tal punto que una hora parecía casi una eternidad. Independientemente de esto, tenía la conciencia de que Dios quería que aceptase esos sufrimientos por la salvación de las almas. Me esforcé por aceptar todo. En esa noche también aconteció algo de extraordinario, que me impedía a aceptar ese sufrimiento. (Cuando digo aceptar, me gustaría acentuar que esto aconteció en la noche en que di el sí).

ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS

“Era el comienzo de la insania total y lo más simple era aceptar la voluntad de Dios. Más tarde, comprendí que me envolvía y revolvía en esta cruel oscuridad, sin encontrar una salida. Este tormento era mi cuestión, día y noche, y ninguno podía ayudarme. Mi madrina me acompaño al médico, que quedaba muy alejado. Él dijo que yo tenía una inflamación en los riñones y en la vejiga y que eso me atacaba el sistema nervioso. Me recetó medicamentos, más continué empeorando y algún tiempo después, el médico me mandó para el hospital”.

De este modo, esta pobre criatura fue sometida, desde los catorce años, la mayor de los martirios.

Pasé los años siguientes ayudando en los trabajos domésticos, siendo esta actividad solamente interrumpida por los tratamientos médicos y por cortas estadías en el hospital. Como esos sufrimientos no bastasen, tuve que mandar a arrancarme los dientes por que un médico pensó que ellos eran las causas de mis sufrimientos. Esto, pues, no me llevó a ningún cambio, fue apenas para la pobre, un sufrimiento adicional.

La Divina Providencia le dio entonces un hombre sin fortuna, pero honesto, se casó con él, en 1,962, aunque al principio la familia no estuviera de acuerdo. Esta mujer, y madre, cerca de los cuarenta años, dio a luz a cuatro encantadores bebés. Durante sus embarazos y los partos, no experimentó ninguna mejora en sus inexplicables sufrimientos. Por el contrario. Más enflaquecida que nunca fue llevada para clínicas y casas de reposo, más, por fin los especialistas de una clínica de gran prestigio, la mandaron para casa, como una persona mentalmente sana, considerándola un caso inexplicable. Inyecciones, electrochoques y otros tormentos, le ocasionaban mayores e insoportables sufrimientos, interrumpidos apenas por pequeños rayos de luz, por el año de 1. 972, (entonces con 35 años), registro ligeras mejoras.

Ella escribió para este propósito: Se descubrió por casualidad, sufría de una falta total de fósforo, tomé unas cápsulas y sentí mejoría en mi estado general, hasta qué punto era fósforo, ¿hasta qué punto era voluntad de Dios que me daba finalmente alivio? ¡No lo sé! Conseguí dormir, si es que se puede llamar dormir a un mero pasar por el sueño o tal vez era solo dormitar. Los estados de angustia eran cada vez más raros, sentía de nuevo voluntad de reír y hasta podía hacer mis trabajos caseros normalmente. Y mi marido andaba radiante, en realidad, no había nadie que se sintiese más aliviado que yo. Podía tener nuevamente dos hijos conmigo, lo que me daba una enorme alegría. Alabé y glorifique al Señor por estar felizmente liberada, mas no por eso, deje de comprender que el sufrimiento por mayor y más amargo que sea, puede ser siempre una gracia. Por eso, pensé muchas veces que Él sabía la razón de haberme conducido a través de esa noche.

EXORCISMOS Y REVELACIONES

En 1.974, sobrevino una grave recaída. “Mi hermana me llevó a la casa de un hombre bueno y que ya había prestado ayuda a muchas personas. En su presencia, sentí bruscamente una sacudida en el brazo, sin que yo lo hubiera movido. El hombre dice de repente: ‘¡pienso que la señora está poseída!’ Enseguida fui a ver a un Sacerdote que se mostró muy escéptico, mas a pesar de eso, me hizo un exorcismo. Entonces él me dijo que; todas las señales indicaban que se trataba de una posesión”. Finalmente, después de varios exorcismos difíciles y muchas oraciones, un exorcista experimentado consiguió romper la barrera. Después de varios exorcismos, los demonios y las almas condenadas, con ciertos intervalos, se fueron revelando. Así mismo consiguió una liberación temporaria, mas todos los demonios volvieron. Se le pidió a un Obispo para dar autorización de hacer un exorcismo oficial y para asumir la responsabilidad. En el día 8 de diciembre de 1.975, cinco exorcistas obtuvieron la autorización para el Gran Exorcismo, luego, siguieron otros de carácter más limitado, en que estuvieron presentes no máximo de tres sacerdotes, las revelaciones hechas en el curso de estos exorcismos por los demonios, sobre las ordenes de la Santísima Virgen, son las que se encuentran en la presente obra.

SITUACIÓN PRESENTE

Los padres confirmaron, que en algunas frases escasas y sucintas, ciertos datos de la vida de su familia. Tanto ellos como ella, ignoraban hasta 1.974 el origen de sus indecibles sufrimientos. Todo lo intentaban a través de la Medicina, de la psiquiatría, para que la hija pudiera tener el alivió de curarse. Todo en vano, solo le restó el camino de la oración. Lo que más impresiona en la casa paterna es, la simplicidad y el horror a cualquier idea de maravilloso y espectacular. Los orígenes de los sufrimientos de su hija son para ellos inexplicables y se entregaron confiadamente a la oración, una sumisión total a la voluntad de Dios. Los numerosos documentos, como cartas, registros gravados, y fotografías sacadas durante el exorcismo, están a disposición de la Iglesia, para una investigación canónica. Que la Divina Providencia, no permitió ni siquiera a sus amigos y vecinos que se interesaran sobre lo que le estaba pasando. Su posesión solo se manifiesta en su vida interior y aunque fuera atormentada durante noches enteras, puede durante el día desempeñarse en sus tareas domésticas. Desde 1.975 no frecuenta la Iglesia ya que es horriblemente acosada por los demonios, en diversas partes de la Santa Misa, en la bendición, o cuando se encuentra en contacto con las reliquias y objetos benditos. Siempre que es posible, es visitada semanalmente por un Sacerdote que le administra los Sacramentos.

LOS PLANES DE DIOS

Los sufrimientos expiatorios, que ésta mujer acepta con tanta generosidad, la miseria interior que soporta y el total abandono en que vive, particularmente en los días que siguen después de los exorcismos, en una unión con los sufrimientos de Cristo, con su agonía y abandono, su contribución para la salvación de las almas, la gran preocupación de ésta alma reparadora es la de no entorpecer por su culpa, las revelaciones hechas en nuestro tiempo, por los demonios, sobre las Ordenes de la Reina del Cielo y de la Tierra, y no permitir así que por negligencia y descuido, muchas almas, que podrían salvarse, sean condenadas para siempre. Pedimos a todos los lectores de estas líneas, una oración especial por la intención de esta alma sacrificada.

3

TESTIMONIOS

TESTIMONIO DEL REVERENDO PADRE RENZ *

Debido al empeño de un hermano espiritual de la Compañía de Jesús, Padre Rodewyk SJ, accedí a una invitación para llegarme a Suiza, donde juntamente con otros Padres, hice cinco exorcismos, siguiendo el método de S.S. León XIII, del 10 de Junio al 13 de Junio, a la poseída. De acuerdo con mi experiencia en estos asuntos, estoy convencido que, en el presente caso, se trata ciertamente de posesión y que las revelaciones hechas por los demonios de comando y coacción evidente de un poder superior, eso no impide que los demonios resistan continuamente a esa imposición. El calvario extremadamente doloroso de la poseída, desde hace 24 años y su aceptación de los sufrimientos enviados por Jesús, las muchas oraciones de gran número de personas y el contenido de las revelaciones hechas, son garantía de que ellas son queridas por Dios y por María, Madre de la Iglesia. Naturalmente que todas las comunicaciones sobre la verdadera doctrina de la Iglesia en su situación actual, tienen que examinarse. La oposición levantada contra las revelaciones presentes, denuncia la voluntad de estructura de los demonios. El contenido de este libro, tiene como objetivo una sólida renovación de la Iglesia. Además, no es la primera vez que Dios y la Santísima Virgen se manifiestan a la Iglesia a través de los demonios, como lo prueba la conocida obra Sermones del Demonio, de Niklaus von Rippertschwand (13 de junio de 1.977).

Wolf von Rippertschwand (13 de Junio de 1.977).

* El Padre Arnold renz,SDS, nació en 1.911 y fue ordenado Sacerdote en Passau, en 1,938, como miembro de la Orden de los Salvatorianos. De 1.938 hasta 1.953 trabajó como misionero en Fuken (China). Desde 1.954 a 1.963 fue párroco y Director Espiritual de varias Parroquias y Institutos Religiosos a partir de 1.965 y hasta 1.976 fue párroco en Rueck-Schippach St. Pius (en Spessart, Dioscecis de Wurzburg). El Obispo Stangl, de Wurzburg, le encargó el caso de la posesión de Annalise Michel, en Klingenberg. Enseguida volvió a su parroquia.

TESTIMONIO DE DENKINGER, JOVEN TEÓLOGO

Testimonio de un joven teólogo, que analizó directamente el texto del libro, antes de su impresión definitiva. “Después de una lectura crítica de la presente obra, después de oír algunas de las grabaciones, después de una visita a la mujer en cuestión, solo me resta declarar lo siguiente. Estoy absolutamente convencido de la autenticidad Divina de las revelaciones aquí publicadas. Yo y mi teología moderna, tenemos que rendirnos ante una humildad tan grande, como la que resaltan los textos”.

Johannes Denknger (Teólogo Diplomado, Olten)

4

ALGUNAS OBSERVACIONES Y ESCLARECIMIENTOS

Los demonios son forzados por el Cielo a hablar, contra su voluntad, sobre la Iglesia y sobre su situación actual, de tal modo que sus declaraciones contrarían a su reino y favorecen al Reino de Cristo. En su odio, los espíritus infernales evitan, en la mayor parte de las veces pronunciar el Nombre de María, La Bienaventurada, la Virgen y la Madre de Dios. Se refieren a la Virgen Santísima como: “Ella, la de arriba”. También no dicen: “María así lo quiere”, mas, “Ella lo quiere, “Ella nos fuerza”, “Ella nos manda a decir”. Del mismo modo rodean de diversas maneras, el Nombre de Jesús y de la Santísima Trinidad. Muchas veces acompañan sus palabras con un gesto del dedo de la poseída, apuntando para arriba o para abajo. Cuando los demonios exigen oraciones, por ejemplo, cuando dicen que es necesario recitar una oración, las oraciones antes de hablar, es claro que este pedido no resulta de un deseo del infierno, más del Cielo, que lo pide por medio de los demonios. Durante las revelaciones hechas por su boca, la poseída fue violentamente atormentada con dificultades al respirar, convulsiones, perturbaciones cardíacas y crisis de sofocación. De ahí el carácter muchas veces irregulares de las frases. Como estos exorcismos contrarían al infierno, los demonios se niegan muchas veces en continuar hablando. Además de eso, tienen objeciones diversas, rezongan, gritan, cambian y cincuenta por ciento de estas partes fueron omitidas por cuestiones de brevedad y simplificación, mas, en su conjunto, la lucha fue mucho más dura y prolongada de lo que el lector podrá imaginar. Es preciso tener eso bien presente para no cometer el error de pensar que estas graves revelaciones fueron obtenidas fácilmente.

ATRIO

LOS EXORCISTAS

Los sacerdotes, cuyos nombres se dan a continuación, declaran que, basándose en su conocimiento personal sobre el caso de posesión, están absolutamente convencidos de la autenticidad de las revelaciones hechas por los demonios, sobre la orden de la Santísima Virgen.

Padre Albert dÁrx, Niederbuchsiten Padre Arnold Egli, Ramiswil Padre Ernest Fischer, Misionário, Gossau Padre Pius Gervasi, OSB, Disentis Padre Karl Holdener, retirado, ried Padre Gregor Meyer, Trimbach Padre Robert Rindere CPPS, Auw Padre Louis Veillard, retirado, Cesneux- Péquignot.

Los Sacerdotes son todos de nacionalidad Suiza, excepto el Padre Fischer, que es alemán. Todos participaron del exorcismo, salvo el Padre Gregor Meyer, que durante algún tiempo fue director espiritual de la señora atacada, la que conoce muy bien. Otros dos Padres son de nacionalidad francesa y participaron también en el exorcismo.

NOTE BIEN: A pesar de los testimonios de los sacerdotes participantes y de otros peritos, deseamos declarar que, de acuerdo con el decreto del Papa Urbano VIII, que este documento solo se le puede dar una fe humana. Sometemos a la totalidad del texto al Juicio Supremo de La Santa Iglesia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario