Matthew Arnold triunfaba como prestidigitador.
Todavía hoy, 17 años después de su conversión, no se atreve a decir que lo que experimentó con la médium fuese sólo un fraude.
Quien lea o escuche hoy a Matthew Arnold, quien a sus 52 años acaba de inaugurar un programa en Radio María y tiene su propia organización apostólicca, Pro Multis Media, para transmitir la fe a través de los medios, no sospechará que no siempre fue el apologeta católico que hoy es.
Se convirtió en 1996, pero había nacido en el sur de California en una familia protestante y cristiana sólo de nombre: "Lo más que había oído de la Biblia eran las citas evangélicas de Lino en el show navideño de Snoopy", bromea hoy. En su adolescencia conoció a algunos fundamentalistas y eso le produjo tal rechazo que le condujeron al agnosticismo.
Tras graduarse trabajó músico, tocando el bajo en una banda, al tiempo que estudiaba en la Escuela Chávez de Prestidigitación. De allí salió como mago en ejercicio, y comenzó a actuar en restaurantes y en fiestas infantiles y privadas, para luego empezar a despuntar en Hollywood: su talento como músico, mago y cómico era ideal para "calentar" a la audiencia de las series de televisión que se grababan en directo y con público in situ.
A pesar de que se había alejado de toda práctica religiosa, sentía que algo le faltaba: "Tenía un agujero del tamaño de Dios dentro de mí, y lo intenté de llenar con un estilo de vida basado en las fiestas rockeras", recuerda. Y algo más que eso: se introdujo en el ámbito de la Nueva Era, incluyendo la astrología y las cartas del tarot.
¿FRAUDE O INTERVENCIÓN DEMONIACA?
Un día, una mujer a quien Matthew conocía le invitó a una sesión de espiritismo: varios espíritus -le dijo- querían contactar con él, con ella como médium. Él accedió, y el mensaje fue en líneas generales reconfortante (los espíritus le orientaron en su carrera profesional), aunque también hubo algunos insultos. Y al final costó despertar a la chica del trance.
A día de hoy, Arnold aún no está seguro de si lo que vivió aquel día fue un fraude... o algo más: "Todo fue muy raro, pero yo no tenía formación para interpretarlo, así que estaba dispuesto a creerlo". Lo cierto es que sintió ciertas manifestaciones físicas, como un golpe en el pie por parte de una fuerza desconocida o, poco después, despertarse con la sensación de tener a alguien sentado encima y con un rostro mirándole. Ese día Matthew recordó el Padrenuestro, lo rezó, encendió todas las luces de la casa y esperó así al amanecer leyendo la primera Biblia que encontró.
Al día siguiente, cuando le llamaron para otra sesión, el dijo a la médium que ni hablar: "Díles a los espíritus que he captado el mensaje y que no quiero volver". La New Age le había llevado al espiritismo, y el espiritismo acabó apartándole de la New Age.
PALMERO DEL PECADO
Al cabo de un tiempo Matthew conoció a su actual mujer, Betty, que también trabajaba en Hollywood. Ella era católica e indujo a su novio a estudiar la fe, y Arnold, voraz lector, cogió la tarea con gusto. Se casaron, y entre las oraciones de su esposa y la intercesión de la Santísima Virgen -a quien atribuye él su cambio radical-, y la formación de un sacerdote local, acabó convirtiéndose. En la Vigilia Pascual de 1996 entró en la Iglesia.
Continuó trabajando en la industria del cine y ganando mucho dinero, pero invadido por "el celo del neófito" empezó a valorar de forma muy distinta la inmoralidad de Hollywood. Su última noche en ese mundo estaba haciendo de telonero de un capítulo de Friends en el que Tom Selleck y Courtney Cox, novios en la ficción, se acostaban juntos en la cama: "Estoy haciendo de palmero del pecado mortal", reflexionó Matthew.
Al día siguiente se despidió y no volvió más.
LO QUE ANTICIPÓ LA VIRGEN EN QUITO HACE CUATRO SIGLOS
Pero no desaprovechó su talento. Joven pero en una edad ya madura, utilizó su experiencia para crear y producir cintas de audio y DVD católicos, así como programas de radio y televisión de corte apologético, y en 2006 fundó Pro Multis Media, a la que sigue dedicándose. En los últimos meses ha producido una versión audiovisual de la clásica obra de espiritualidad de Dom Jean-Baptiste Chautard El alma de todo apostolado, así como un audio para Ignatius Press del libro de Benedicto XVI Jesús de Nazaret.
Y es muy devoto de la Virgen del Buen Suceso, cuyas apariciones en Quito (Ecuador) en 1594 anticipan, a su juicio, la situación de "revolución sexual, costumbres inmorales, crisis de vocaciones y declive del matrimonio" que hoy padecen la Iglesia y el mundo.
C.L. / ReL
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