lunes, 27 de mayo de 2013

EL ANACORETA Y EL DEMONIO


El joven seguidor preguntó al Anacoreta:

- ¿Qué piensas de todo el revuelo que se ha levantado sobre el exorcismo del papa Francisco?

Sonrió pícaramente el anciano y respondió:

- Bueno. Ya han aclarado que no pretendió hacer ningún exorcismo. Pero sí es cierto, que el papa Francisco se ha referido al demonio en sus homilías. ¿Pero, a qué se refiere cuando habla del diablo? Muchas veces pensamos que el diablo está entre los libertinos y los lujuriosos; o quizá entre los ateos y los agnósticos. Santiago, en su epístola, nos dice claramente: "también los demonios creen y tiemblan de miedo"(Sant 2,19).

Miró a los ojos de su joven seguidor y prosiguió:

- Lo demoníaco no es algo tan ajeno a nosotros como pensamos. El demonio puede llevar sotana, mitra, alardear de fe. El demonio es el padre de la mentira. Diablo, es todo aquel hipócrita que utiliza la religión para conseguir poder, para medrar. El que mata en nombre de Dios. El papa Francisco quiere reformar la Curia. El papa Francisco quiere que la Iglesia vuelva a ser la iglesia de los pobres. El papa Francisco quiere arreglar las finanzas de la Iglesia. No te extrañes de que algunos, haciendo gala de ortodoxia, intenten introducir dudas sobre él. Esos son los verdaderos demonios, los padres de la mentira. Él, lo que hizo, es bendecir a un enfermo. Lo mismo que hacía Jesús. Por cierto, a Él también le acusaron de ser hijo de Belcebú. La historia se repite...

Joan Josep Tamburini

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