No se rendirán; apoyarán a quien defienda el matrimonio.
La movilización pro-familia en la laica Francia no se ha detenido y una cuarta macromanifestación protestó este domingo ante los ataques contra la familia.
El presidente francés, el socialista François Hollande, ya promulgó el 18 de mayo la ley que redefine el matrimonio y la filiación en Francia, y permite la entrega de niños a parejas del mismo sexo, impidiendo que crezcan con un padre y una madre. Pero las familias no se rinden y siguen su protesta.
LAS EXTRAÑAS CUENTAS DE LA POLICÍA
Los manifestantes afirman que han congregado 1 millón de personas; la Policía sólo habla de 150.000, aunque en otras ocasiones que se ha llenado esa misma explanada de Los Inválidos con otros motivos la Prefectura ha contado 275.000 personas, y hay que tener en cuenta en este domingo muchos miles no consiguieron entrar por estar ya llena.
En un país en el que apenas un 5% de la población va a misa los domingos, la Iglesia no ha sido la gran movilizadora, aunque hay obispos que se han comprometido con la movilización.
Algunos sacerdotes con capacidad de arrastrar jóvenes, como el padre Daniel Ange, antiguo ermitaño en África y hoy director de las escuelas de evangelización Jeunesse Lumière, han alabado continuamente la movilización de los jóvenes católicos, como una nueva generación que asombra al mundo.
En concentraciones a la luz de las velas durante las semanas previas, los jóvenes han leído poesía revolucionaria, la Biblia y textos del beato mártir Jerzy Popieluszko, joven sacerdote polaco asesinado por los servicios secretos comunistas.
Pero la Iglesia sola no ha podido congregar las multitudes que se han visto ya 4 veces, ni reunir las 700.000 firmas entregadas a Hollande, aunque éste se ha negado una y otra vez a encontrarse con los líderes pro-familia.
Se trata de un indignación transversal, que llega a clases y grupos muy diversos, que une a judíos, cristianos, musulmanes, laicos republicanos e incluso homosexuales que están en contra de la redefinición del matrimonio o la entrega de niños en adopción a parejas del mismo sexo.
EL MINISTRO NO LOGRÓ ASUSTAR A LAS FAMILIAS
El ministro de interior, Manuel Valls, de familia española, intentó asustar a los manifestantes, que se componen sobre todo de familias completas, con niños, carritos de bebés y abuelos, hablando de que se produciría violencia, que no recomendaba que vinieran, y que colocaría 4.500 policías para vigilar la marcha.
Por su parte, la portavoz de las movilizaciones, la humorista católica Frigide Barjot, renunció a acudir en esta manifestación por haber recibido serias amenazas de muerte, y envió por internet mensajes de ánimo a los manifestantes. Nada impidió que las multitudes se congregasen una vez más, como demuestran las fotos y los vídeos y las portadas de prensa, aunque es cierto que se produjeron algunos altercados entre la Policía y pequeños grupos de descontrolados.
Al acabar la gran manifestación, varios cientos de jóvenes organizaron turnos para pasar toda la noche en vigilia, ante el Petit Palais, con canciones, oración, poemas y velas encendidas: es el movimiento de los "veilleurs", los que velan, jóvenes que se concentran de esta manera ante ayuntamientos y plazas de toda Francia desde hace más de un mes. La Policía los desalojó poco después de amanecer el lunes.
LA DERECHA FRANCESA PROMETE REFERENDUM
Henri Guaino, de la opositora Unión por un Movimiento Popular (UMP) y próximo al ex presidente Nicolas Sarkozy, describió la macromanifestación como «familiar, pacífica y paternal».
También salió a la calle el líder de la oposición conservadora, Jean François Copé, que criticó las «inaceptables tentativas de presión y de intimidación» del primer ministro, Jean Marc Ayrault, quien en la víspera había acusado a la UMP de contribuir a la «crispación y a la radicalización» al apoyar a los manifestantes.
Copé prometió que, si gana las presidenciales de 2017, celebrará un referéndum sobre esa ley, aprobada por la mayoría de izquierdas de la Asamblea Nacional y el Senado, aunque al contrario que en España, en Francia hubo varios diputados socialistas y de izquierdas que votaron contra el matrimonio homosexual (conozca aquí los 10 diputados de izquierdas que votaron contra el matrimonio gay, contrastando con la "unanimidad a la búlgara" que se dio en España cuando Zapatero implantó el matrimonio homosexual, y contrasta también con el silencio actual del Partido Popular respecto al matrimonio. (La derecha francesa promete un referéndum sobre el tema; el PP español ni menciona la posibilidad y mantiene sin tocar la ley de Zapatero).
Ya en citas anteriores la política pro-familia Christine Boutin insistió: "este movimiento no es un tema de partido, es el pueblo de Francia que se levanta, es la gente que no quiere los valores del 68 y de los liberal-libertarios; eso es lo que digo al presidente de la República".
ESTRATEGIA PRO-FAMILIA
Al final de su discurso ante la enorme multitud congregada, Ludovine de La Rochère, presidente de la "Manif pour Tous" (Manifestación para Todos, el nombre que designa al conjunto de movilizaciones pro-familia) declaró 3 prioridades para mantener la lucha profamilia:
1 ª misión: abolición de la ley Taubira (la ley de redefinición del matrimon io y filiación) , "si no mañana, pasado mañana; y vamos a luchar para evitar que sus consecuencias inmediatas".
2 ª misión: "apoyar a todos los hombres y mujeres de valor y buena voluntad que defiendan estos valores en la ciudad: alcaldes, concejales, miembros de los cuerpos intermedios, todos los que hablan en los debates públicos"; el movimiento apoyará a quien defienda la familia y sus valores.
3 ª misión: "luchar por el reconocimiento de la realidad del ser humano masculino o femenino, para defender a los débiles. Vamos a seguir incansablemente para defender el matrimonio entre hombre y mujer, filiación, las familias padre-madre-hijo, que es la célula básica de toda sociedad, el lugar de solidaridad por excelencia, fuente de los recursos humanos y económicos".
Añadió además: "vamos a luchar contra la ideología de género, la base de la ley de matrimonio-para-todos. Vamos a actuar contra su propagación, especialmente en la escuela, vamos a investigar, publicar estudios, ser activistas".
ASOMBRO INTERNACIONAL
La movilización francesa ha asombrado a todo el mundo; este mismo fin de semana se han celebrado sendas manifestaciones pro-familia en Brasil y en Varsovia, cada una con varios miles de personas, mencionando y alabando el ejemplo francés. Las dos primeras manifestaciones, y esta cuarta concentración, han logrado llegar o superar el millón de personas, según los manifestantes. La tercera cita en París fue menor (unos 70.000 manifestantes) porque ese día se convocaban concentraciones en todo el país, descentralizadas, y empezaba una manifestación que no se ha acabado aún, con actos cada fin de semana.
FORMATOS DE PROTESTA
Las sudaderas, banderolas, pancartas, pic-nics, sentadas, camisetas y concentraciones con el símbolo de la familia reciben a cada uno de los miembros del gobierno de Hollande allí donde van y se cuelgan en muros y carreteras de todo el país.
Las protestas, durante semanas, han adquirido distintos formatos:
1) Las veladas de oración y silencio: se hacen por la noche, en plazas o ante los ayuntamientos; a veces basta con que acudan 19 personas, las justas para no requerir permiso municipal.
2) La concentración o manifestación ante alcaldías y juzgados, los lugares donde tendrán lugar los "matrimonio redefinidos". Basta juntar un grupo de personas con banderas para estar allí, hacer ruido y mandar las fotos por Twitter, Facebook y las redes de blogs pro-familia. Multiplicadas por muchas ciudades, da una sensación de país alborotado.
3) La foto testimonial: unas cuantas familias y activistas van a un sitio simbólico de su región, ondean las pancartas, se hacen fotos, y la mandan a la red pro-familia.
4) La recepción a políticos. La red pro-familia se entera de que el Ministro de Agricultura (o cualquier otro) visita para un acto público tal o cual ciudad de provincias (Perpignan, por ejemplo) y las familias aparecen allí en el acto, con sus banderas y pancartas y bocinas. Desde hace una semana resulta muy difícil al gabinete de ministros de Hollande no ser saludados, día tras día, por manifestantes a lo largo y ancho del país. La ministra de justicia, Christiane Taubira, que da nombre a la ley, es especialmente abucheada allí donde va.
P. J. Ginés /ReL
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