martes, 30 de abril de 2013

¿QUÉ PLACERES TIENE LA MUJER MUSULMANA EN EL PARAÍSO?


-Ibrahim Maђmud en su libro “Ẏugrafiya Al Malaḑat o Al Ẏins fi Al Ẏana”, contesta: “No hay ningún placer para las mujeres en el paraíso, porque pocas mujeres entran en el paraíso y las mujeres quienes entran en el paraíso consideran como esclavas no tienen ningún placer, ningún hombre las reciben. El paraíso y sus placeres están hechos para los hombres creyentes musulmanes, nadie más, los reciben las Huríes y los muchachos. Los hombres creyentes musulmanes, pueden desfrutar de todos los placeres sexuales en el paraíso. Para las mujeres no hay nada, ningún placer o privilegio, ni si quiera entraran en el paraíso”.

Porque el Corán afirma la inferioridad esencial de la mujer respeto al hombre, (Sura 4: 176) “Te piden tu parecer. Di: Dios os da el Suyo a propósito de los parientes colaterales. Si un hombre muere sin dejar hijos, pero sí una hermana, ésta heredará la mitad de lo que deja, y si ella muere sin dejar hijos, él heredará todo de ella. Si el difunto deja dos, éstas heredarán los dos tercios de lo que deje. Si tiene hermanos, varones y hembras, a cada varón le corresponderá tanto como a dos hembras juntas. Dios os aclara esto para que no os extraviéis. Dios es omnisciente”.

La herencia recae sobre la línea paterna y en ella cuentan las mujeres por una mitad.

Además el testimonio de una mujer ante la justicia vale la mitad del de un hombre; (Sura 2:282) “Creyentes si contraéis una deuda por un plazo determinado, ponedlo por escrito. Que un escribano tome fiel nota en vuestra presencia, sin rehusarse a escribir como Dios le dé a entender. Que escriba. Que el deudor dicte en el temor de Dios, su Señor, y que no deduzca nada. Y si el deudor fuera necio, débil o incapaz de dictar, que dicta su procurador con fidelidad. Llamad, para que sirvan de testigos, a dos de vuestros hombres; si no los hay, elegid a un hombre y a dos mujeres de entre quienes os plazcan como testigos, de tal modo que si una yerra, la otra subsane su error. Que los testigos no se sustraigan cuando se les llame. Que no os repugne suscribir una deuda, sea pequeña o grande, precisando su vencimiento. Esto es más equitativo ante Dios, es más correcto para el testimonio y da menos lugar a dudas. A menos que se trate de una operación concluida entre vosotros sin intermediarios, entonces, no hay inconveniente en que no lo pongáis por escrito. Pero tomad testigos cuando os vendáis algo. Y que no se moleste al escribano ni al testigo. Si lo hacéis, cometeréis una iniquidad. Temed a Dios os instruye. Dios es omnisciente”.

Muhammad el Profeta del Islam explicando este versículo, en Saђiђ Al- Bujari, ђadiz, dicho N. 2658 dice: “La mujer la falta cerebro”.

A continuación unos comentarios de Muhammad el Profeta del Islam al respeto, recogidos de la Sunna:

-Al Bujari en su libro “Saђiђ Al- Bujari” ђadiz, dicho N. 304, cuenta “que Muhammad pasó un día por un grupo de mujeres, y las dijo: os veo a todas las mujeres, en los últimas días entrando en el infierno, dijeron ¿Por qué? contestó Muhammad, porque las mujeres os falta celebro y Fe. Le preguntaron ¿Por qué nos falta celebro y Fe? Dijo Muhammad preguntándolas ¿No es verdad que el testimonio de una mujer en los tribunales es la mitad del hombre? Dijeron que si, dijo Muhammad es porque la mujer la falta celebro. Dijo Muhammad preguntándolas ¿No es verdad que la mujer, cuándo tiene la regla no hace el ayuno ni reza? Dijeron que si, dijo Muhammad es porque la mujer la falta la Fe”.

El tema de la Menstruación, es muy interesante, según el Corán (Sira 2:222) “Te preguntan acerca de la menstruación. Di: Es un mal. ¡Manteneos, pues, aparte de las mujeres durante la menstruación y no os acerquéis a ellas hasta que se hayan purificado! Y cuando se hayan purificado, id a ellas como Alá os ha ordenado. Alá ama a quienes se arrepienten. Y ama a quienes se purifican”, los hombres no deben o no se permite a un hombre musulmán acercarse o acostarse con una mujer con el periodo o tiene la regla o la menstruación.

Ahora bien, vamos a ver lo que dice, Al Bujari en su libro; Sahih Al Bujari, la Sunna, en la portada de la Menstruación; los dichos N. 294 a N. 333 “El Profeta, solía acostarse con sus esposas cuando estaban en el periodo de la menstruación. A Muhammad, le gustaba oler la sangre de la menstruación, cuando Aisha (su esposa predilecta) tenía la menstruación, él solía poner su cabeza entre sus muslos y recitaba el Corán. Aisha dijo: en muchas ocasiones, Muhammad cuando quería bañarse, me llamaba y me mandaba a desnudar para bañarme con él, algunas veces tenía la regla, y él lo sabía, nos bañamos juntos y nos hacíamos el amor. Lo mismo hacia con sus otras esposas como Um Salma, Zaynab y otras”.

-En Saђiђ Al- Bujari, ђadiz, dicho N. 5093- 5095, leemos: “Dijo Muhammad si hay algo que trae la mala suerte en casa, es la mujer y el caballo”.

-Otro ђadiz o dicho de Muhammad en Saђiђ Al- Bujari, la portada de Al Salat (Oración), N. 514 dice: “Dijo ‘Aiṡa: he oído el Profeta Muhammad diciendo: por culpa de tres cosas, la oración del hombre es invalida; si le toca un perro, un burro y una mujer. Oyendo (‘Aiṡa) a Muhammad diciendo eso, le dije: nos has puesto al nivel de los perros y los burros; pero ¡en muchos ocasiones yo he estado en tus brazos mientras estabas rezando!”.

-En Saђiђ Al- Bujari, ђadiz, dicho N. 3237, leemos: “Dijo Muhammad; si un hombre llama su mujer para acostarse con ella y ella niega y el hombre se va a dormir descontento, la maldad de los ángeles será sobre la mujer toda la noche hasta que se pide la mujer el perdón al marido, a continuación satisfacer los deseos sexuales del hombre, porque la mujer esta criada para cumplir todos los deseos del hombre”. Aplicando el texto coránico (Sura 2:223) “Vuestras mujeres son campo labrado para vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro campo como queráis, haciendo preceder algo para vosotros mismos! ¡Temed a Alá y sabed que Le encontraréis! ¡Y anuncia la buena nueva a los creyentes!”.

Por esa razón, el Corán también anima a los hombres a pegar sus mujeres o sus esposas como muestra (Sura 4:34) “Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos más que a otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Alá manda que cuiden. ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas. Alá es excelso, grande”.

En Sunan Ibn Maŷa, ђadiz, dicho N. 2456, leemos: “Un día un hombre preguntó a Muhammad ¿Qué derechos tiene la mujer respeto al hombre? Muhammad le contestó: darla a comer cuando tu comes, y vestirla cuando tu te vistes, no la pegues a la cara, pégala en otros sitios ocultos del cuerpo, para que no se nota”.

Hoy día que estamos en el siglo XXI, el parlamentario y clérigo prestigioso jurisconsulto egipcio, Yasir Barhami, declara: “Es lícito que una niña de 9 años pueda casarse y las chicas deberían ser madres a los 14 años. Según la doctrina salafista, que goza de notable aprecio entre los musulmanes del país, una niña es apta para el consumo sexual cuando tiene su primera ovulación, porque así lo estableció el “Profeta”: en el Corán (Sura 2:223) “Vuestras mujeres son campo labrado para vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro campo como queráis!”.

Raad Salam Naaman

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