Los hombres necesitamos pan y Jesús mismo nos enseñó a pedirlo en el padrenuestro.
El pan nos acerca a la idea de compartir. Nos dirige a los que no lo tienen y nos anima a darlo.
Pero hay una idea más profunda. Nosotros debemos ser pan para los demás. Jesús se nos presenta cada día en forma de pan, para enseñarnos que nosotros debemos ser ese pan que se reparte. Nuestra vida ha de ser pan compartido. Una vida que es pan entregado, miga a miga, a los demás...
Joan Josep Tamburini
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