La culpa es una catástrofe emocional y espiritual,
es capaz de enfermar todo lo que pasa en nuestro ser interior. Hoy el Señor te
quiere librar de la culpa.
La culpa es un sentimiento que
nos hace sentir pesar y angustia "porque tenemos una deuda que pagar o
tenemos un error que reparar", y hay quienes sienten que, hagan lo que
hagan, nunca pueden enmendar esa supuesta "deuda emocional" con los
demás, con ellos mismos o con la vida. Hay quienes conviven con un sentimiento
de culpa que les maneja sus acciones por completo. La culpa es una catástrofe
emocional y espiritual, es capaz de enfermar todo lo que pasa en nuestro ser
interior.
Hay muchas causas por las que la
culpa aparece en una persona, a veces puede surgir en el trato o convivencia
del seno familiar, otras veces es impuesta directamente por otra persona, que
manipulando nuestra buena disposición y teniendo un interés
egoísta, nos mete culpa para sacarnos algún provecho. Y muy común es por haber
cometidos ciertos pecados que sentimos que Dios no los puede perdonar, y que
tampoco las personas no nos perdonarán jamás, e incluso nosotros mismos no
somos capaces de perdonarnos esos errores. Este es el tiempo donde el Señor
quiere libertarte de la culpa para siempre.
Veamos algunos tipos de culpa más
comunes y como librarnos:
CULPA QUE INDUCE EL ENTORNO FAMILIAR.
Padres que enseñan a sus hijos
que no son dignos de recibir cosas buenas, que deben "todo a sus
padres" por darles la vida y por darles de comer, y una casa. Que si no
hay sacrificio y sufrimiento previo, no se puede disfrutar, ni ser feliz.
Personas que crecen con estas ideas, luego tienen una actitud de culpa ante
todo, se sienten en deuda con el mundo, con la vida, con los padres, con
cualquier persona. Dios te hizo digno de vivir feliz y en bendición, no por lo
que hayamos hecho, sino por gracia. Y esa gracia nos transforma a ser como Él
quiere que seamos.
CULPA POR DEUDA EMOCIONAL
Alguien hizo algo bueno por ti y
ahora sientes que siempre debes algo a esa persona, sea quién sea, pero si lo
hizo de corazón, en verdad no lo hizo para que se lo retribuyas eternamente, y
te sientas culpable por todo lo que le pase a esa persona. Ayuda siempre que
puedas, pero no permitas que se desate la culpa por sentirte atado a otra
persona. Algunos viven pendiente de la opinión de sus padres, suegras, etc. Y
no se dan cuenta que son esclavos emocionales, no estamos para cumplir
expectativas ajenas, sino para cumplir el llamado de Dios y disfrutar su perdón
y bendiciones.
CULPA PORQUE A OTRO LE PASO ALGO MALO
No te permites vivir en paz y ser
feliz porque otro la está pasando mal, porque alguna persona de tu entorno tiene
algún problema. Nosotros no somos Dios, no podemos hacer milagros a nuestro
antojo, solo podemos colaborar, orar y tener fe para que Dios ayude a alguien
que esté pasando algo malo, pero no por eso renunciamos a vivir la vida con
alegría. Hay quienes quedan de luto de por vida, por una muerte, por alguna
tragedia y así ligan su vida a esa desgracia. No somos los culpables por todo
lo que suceda, todos tenemos tiempos que atravesamos dificultades.
LA CULPA RELIGIOSA O LEGALISTA
El legalismo dentro del cristianismo
anula por completo la gracia de Dios. La muletilla básica de los líderes
religiosos es: "Si no cumples con lo que te digo, te vas al
infierno". El legalismo es semejante a vivir por la ley y no por la
gracia. Se trata de muchas reglamentaciones impuestas por los hombres (Col.
2:22-23) pero que no tienen ningún valor espiritual. Si te equivocas, Dios te
perdona, pero el creyente legalista te sigue condenando. La persona legalista,
señala, acusa y juzga como estilo de vida, su vocabulario es de crítica y
juicio constante, en nombre de Dios. La culpa religiosa ha hecho estragos en la
humanidad. Nunca se justifica que alguien te meta condenación. La biblia dice:
"Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Juan 3:17
En todo caso el Espíritu Santo es
el que convence de pecado. No es una misión del creyente decidir quién es
condenado y quien es salvado, acusando. No te dejes engañar por la culpa
religiosa.
CULPA POR ENTROMETIDOS O DAR UN MAL CONSEJO.
Una buena forma de evitar la
culpa, es no decirles a los demás lo que tienen que hacer, porque si luego se
equivocan, te echarán la culpa. Aunque hay gente que usa este método justamente
para echar culpas si algo les sale mal, se escudan en que fue "el
otro" quién lo aconsejo mal. Cuando alguien decide algo, lo decide porque está
de acuerdo, porque le parece bien, y es responsable por sus actos. Toda
decisión final, es personal, más allá de las influencias recibidas. Es mejor no
entrometerse en la vida de los demás u opinar lo que tiene que hacer con ella,
porque es probable que te echen la culpa si les va mal. Hay parejas que se
pelean y buscan apoyo en alguien hablándoles mal del otro, nosotros nos
enganchamos hablando mal también de su pareja y luego se reconcilian y ellos se
perdonan y nosotros no teníamos nada que ver en el tema y nos ensuciamos
hablando mal. No des opiniones si no te las piden.
CULPA POR ERRORES O PECADOS COMETIDOS.
Por más grande u horrendo que
haya sido tu pecado cometido, nunca podrá superar el poder de la Sangre de
Cristo para borrarlo. Nada hay más sano que reconocer nuestros errores. Porque
si por orgullo quieres justificar tus actos, entonces tu conciencia, en lo
íntimo te volverá a marcar ese error y no podrás ser libre de la culpa. Deja el
pecado del orgullo y reconoce que has cometido un error del cual te debes
arrepentir confesándoselo a Dios y a las personas afectadas, cambia de actitud,
pide perdón de corazón y serás libre.
"Por eso, confiésense unos a
otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del
justo es poderosa y eficaz". Santiago 5:16.
Es bueno actuar para remendar
errores, tener un acto de generosidad, una actitud de restitución. Por ejemplo
si le dijiste algo que hirió a alguien en un momento de ira, debes pedirle
perdón y restituir esa falla diciéndole palabras positivas y de amor. Si no le
dedicaste tiempo a tus hijos o esposo/a y te sientes culpable por ello, no
dejes de preparar un momento especial para recuperar ese tiempo perdido, un
buen gesto puede sanar una relación y librarnos de la culpa y el dolor. Todo
cometemos errores y perdonar y saber perdonarnos en forma constante. Recordemos
el sacrificio de Jesús en la cruz que murió y sufrió para quitarnos la culpa
del pecado. No menosprecies ese sacrificio y acepta el perdón y aceptación de
Dios. Dios te dice hoy lo mismo que le dijo a Isaías cuando se sentía inmundo
ante Dios:
"(…)
y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es
quitada tu culpa, y limpio tu pecado". Isaías 6:7
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