DÓNDE ESTÁ ¡OH MUERTE! TU VICTORIA...

¿Dónde está, ¡oh Muerte!, tu Victoria?

Morir a nosotros mismos es lo que nos dará la Victoria sobre el mal que nos rodea. El Papa renunció, y muchos católicos han comprendido que tenemos que seguirle: Renunciar (ayunar), y retirarnos a orar por la Iglesia, para obtener de Dios un nuevo pastor según su corazón.

En Medjugorje, la Reina de la Paz, atenta a las necesidades de su Iglesia y del mundo, nos dice que nos quiere acompañar en estos tiempos. Ella con la ternura con que una Madre habla a sus hijos, nos dice que en esta Cuaresma, en este Cónclave diría yo también, está velando con nosotros, para que no huyamos ante los lobos. Querido lector, en este Getsemaní, Ella está con nosotros, no te sientas sólo. Estás son sus palabras, escuchémoslas, son importantes:

“Queridos hijos, maternalmente os llamo de nuevo: no seáis duros de corazón. No cerréis los ojos a las advertencias, que el Padre Celestial os manda por amor. ¿Lo amáis por encima de todo? ¿Os arrepentís de que a menudo olvidáis, que el Padre Celestial por su gran amor, envió a su Hijo para redimirnos por la Cruz? ¿Os arrepentís de no haber aceptado su mensaje? Hijos míos, no os resistáis al amor de mi Hijo: No os resistáis a la esperanza y a la paz. Por su Cruz, y junto con vuestras oraciones y ayunos, mi Hijo expulsará la oscuridad que quiere rodearos y dominaros. Él os dará la fortaleza para una vida nueva. Viviendo según mi Hijo, seréis una bendición y una esperanza para todos aquellos pecadores que vagan en la oscuridad del pecado.

Hijos míos, ¡Vigilar! Yo como Madre, estoy velando con vosotros. Estoy orando y velando especialmente por aquellos a quienes mi Hijo ha llamado, para que seáis portadores de luz y portadores de esperanza, por vuestros pastores. Gracias” (Mensaje de 2 de Marzo de 2013, dado a Mirjana).

Te adoramos, oh Cristo, y te Bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Luis Lopez-Cozar