viernes, 8 de febrero de 2013

¿SE PUEDE CONOCER A DIOS?


Nos hacemos en este post esta importante pregunta. Muchos niegan su misma existencia. Otros consideran que está tan lejos que es imposible ni siquiera pensar en El. Para algunos es un ser nebuloso, fruto de la elucubración humana falta de contenido real. Para otros muchos Dios es un Ser real, capaz de ser conocido de alguna manera. Y nosotros nos preguntamos: ¿se puede conocer a Dios?

Responde José Alfredo Lievano

Por la vía racional es imposible conocer a Dios.

Nuestra mente es absolutamente incapaz de procesar todo su SER y dar una respuesta exacta...

¡Esto es imposible!

Dios está más allá de las construcciones lógicas de los grandes pensadores y filósofos de toda la historia de la humanidad.

Ninguna teoría humana es capaz de “pegar en el blanco”.

Cualquier teoría humana que se elabore para explicar la esencia de Dios, así como sus atributos, sus propósitos y las realidades espirituales están totalmente alejados de lo que pudiera ser...

Todo queda a nivel de especulaciones...

Entonces...

¿Cómo conocemos a Dios?

Únicamente existe un solo camino: JESUCRISTO.

Al respecto, el apóstol Juan escribe en su evangelio:

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. Juan 1:18

Jesucristo es la manifestación visible y audible de Dios...

En Jesucristo VEMOS y ESCUCHAMOS con claridad a Dios...

A medida que alimentamos nuestra relación con Dios por medio de Jesucristo, mayor es nuestro conocimiento de él; pero entendamos que lejos de ser un frío conocimiento teórico, es una experiencia viva por medio de su Espíritu.

Se trata entonces de una experiencia real y revitalizadora que nos invade con su poderosa luz, hasta el último rincón de nuestra mente, produciendo convicciones que van más allá de la especulación humana.

¿Acaso no son esas convicciones que siempre has querido tener?

No hay duda que todo esto, se trata de algo sobrenatural a lo que no tiene acceso la mente dominada por las tendencias carnales...

Por eso, el apóstol Pablo escribe lo siguiente:

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Corintios 2:14

Es necesario buscar LA LUZ para que invada nuestros pensamientos y queden subordinados a su poderosa acción iluminadora...

Por eso Jesús dijo:

Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12

La LUZ esta siempre a tu disposición...

Es necesario que las busques y te expongas a su acción constante.

¿Cómo es posible, que existan cristianos muy religiosos y buenos, pero que aun no han tenido un encuentro real y personal con la LUZ del mundo?

Lo saben pero no lo han traducido a una experiencia de vida...

¿Qué hacer?

Se trata de un paso práctico que requiere mucha determinación:

Quitar todo lo que estorbe el paso de la LUZ.

El apóstol Pablo dice que es imposible que la luz y la oscuridad puedan convivir juntas.

Ver: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

2 Corintios 6:14-15

Si queremos ver la LUZ, es necesario quitar todo lo que no sirve.

Además es necesario exponerse al contenido revelador e iluminador de la Palabra de Dios.

El Salmo 119 nos lo recuerda:

La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.

Salmo 119:130

La Palabra de Dios en sí, tiene esa acción sobrenatural de ejercer su iluminación sobrenatural a nuestras mentes, produciendo convicciones claras; pero lo interesante de todo esto, es que no se queda en una experiencia estéril, sino que nos impulsa a seguir espontáneamente sus pautas; de ahí que el apóstol Juan lo hace ver en su carta:

Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 1 Juan 2:3

ENTONCES...

SI ES POSIBLE CONOCER A DIOS.

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.

Efesios 1:17-18 http://alfredolievano.blogspot.com.es/2011/12/se-puede-conocer-dios.html

Hasta aquí lo que nos dice José Alfredo. Pero yo añadiría una escena evangélica muy clarificadora. El apóstol Felipe le dice a Jesús: Muestranos al Padre y nos basta. Y Jesús le responde: Tanto tiempo con vosotros, ¿y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? (Jn. 14,8-10).

San Pablo afirma: Porque en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad (Col. 2,9).

Podemos conocer a Dios conociendo a Cristo, porque Cristo es Dios. Y el modo de conocer a Cristo ya lo sabemos. Hablaremos de ello en otro post.

TESTIMONIO SOBRE DIOS

EINSTEIN Y DIOS

Albert Einstein, físico y matemático de origen alemán, Premio Nobel de Física por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico, demostró matemáticamente que a las tres dimensiones del espacio físico había que añadir una cuarta dimensión: el concepto tiempo. Ayudó a su encumbramiento su teoría general de la relatividad, así como otras investigaciones sobre la teoría cinética de los gases.

Einstein ha sido considerado, a nivel mundial, según estadísticas publicadas por los medios de comunicación social, la persona más importante del siglo XX. Quien fue secretario del Secretariado para los No Creyentes de la Santa Sede, el doctor Jordán Gallego Salvadores, dominico, fue quien me entregó el testimonio, de su puño y letra, sobre la fe en Dios del gran científico Albert Einstein. Al final publicamos la referencia. El físico quiso dejar muy clara su posición respecto a su fe en Dios. Manifestó: «La generalizada opinión, según la cual yo sería un ateo, se funda en un gran error. Quien lo deduce de mis teorías científicas, no las ha comprendido. No sólo me ha interpretado mal sino que me hace un mal servicio si él divulga informaciones erróneas a propósito de mi actitud para con la religión. Yo creo en un Dios personal y puedo decir, con plena conciencia, que: en mi vida, jamás me he suscrito a una concepción atea». Albert Einstein. (Deutsches Pfarrblatt, Bundes-Blatt der Deutschen Pfarrvereine, 1959, 11).

En La Razón, (26/02/03)

Juan García Inza

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