No es la primera vez que me ocupo de este tema. Es un tema importante, porque todos nosotros y me refiero a los que somos creyentes y queremos salvarnos, deseamos superar la prueba de amor al Señor, que es para lo que hemos venido a este mundo, pero todos aquellos que ya no han logrado superar esta prueba, sean demonio o personas reprobadas, tienen un vivo interés en que les acompañemos eternamente es su reino de tinieblas y odio donde ellos se encuentran, entre otras razones, y no es que quieren que les acompañemos por razón de amor, pues ellos al no haber querido entrar en el ámbito de amor del Señor, lo que les pide su naturaleza trastocada es el odio, y nos odian de la misma forma que ellos entre sí se odian y hasta se odian a ellos mismos. Su odio al Señor es esencialmente lo que les mueve a tratar de herirle en aquello que Él tanto ama, que somos nosotros y por ello un alma conquistada para su condenación es un gran triunfo para ellos.
Todo lo anterior tiene como consecuencia para nosotros, que con autorización del Señor, el demonio o cualquiera de sus súbditos, nos estén tentando continuamente, pero nunca pueden hacerlo con una fuerza superior a nuestra capacidad de resistencia. Esto aunque parezca contradictorio, es bueno para nosotros, pues sin demonios que nos tienten no tendríamos escalera para subir al cielo porque una tentación vencida nos crea un mérito de gloria futura y por otro lado las tentaciones vencidas, nos fortalecen y aumentan nuestra futura gloria en el cielo.
Ninguno de nosotros somos tentados de la misma forma, hay que tener presente que nuestro enemigo es muy superior mentalmente a nosotros, conoce perfectamente nuestros puntos flacos y en parte puede entrar en nuestras potencias, pero nunca abiertamente en nuestra voluntad, porque de ella nosotros somos señores y soberanos. Pero el, que nunca se da por vencido, no tiene otra cosa que hacer, y nos condiciona nuestras actuaciones de forma que indirectamente pueda dominar nuestra voluntad.
Carl Lewis, es un escritor inglés nacido en1889, en Irlanda del Norte. Fue durante muchos años ateo, y terminó convirtiéndose al catolicismo. Murió en su casa de Oxford el 22 de noviembre de 1963.Son varios los libros que tiene, pero entre ellos destaca el que escribió en tono jocoso, titulado: “Cartas del diablo a su sobrino”, en el que el demonio le explica a su sobrino, como ha de proceder para tentar con éxito a las persona. En este mismo sentido ha llegado a mis manos un texto que merece la pena leerlo y que hipotéticamente, da cuenta de los acuerdos tomados en una asamblea de demonios.
Un día, el demonio principal Lucifer, convocó una convención mundial de demonios. En su discurso de apertura les dijo:
No podemos evitar, que parte de los que siguen los Evangelios, tenga una vida espiritual y nos dificulten nuestro trabajo, tratando de que otras también tengan vida espiritual y vayan a sus reuniones espirituales. Tampoco podemos evitar que lean la Biblia y conozcan la verdad, y les nazca el deseo de tener una relación intima con su Salvador. Una vez que establecen esa conexión con Dios, nuestro poder sobre ellos se pierde.
Así que déjenlos asistir a sus reuniones y lecturas, pero el secreto está en robarles su tiempo, de manera que no tengan tiempo para desarrollar una relación con Dios... Esto es lo que quiero que hagamos todos: "Tenerlos distraídos y ocupados en temas no espirituales durante todo el día."
Y ¿Como haremos eso?, Gritaron los demonios.
Manténgalos ocupados en las nimiedades de la vida, e inventen innumerables proyectos que ocupen sus mentes respondió Satanás. Tiéntenlos a gastar, gastar y gastar, sobre todo en cosas innecesarias pero que les adulan su vanidad. Persuadan a las esposas para que vayan a trabajar por largas horas y a los esposos a trabajar de 6 a 7 días cada semana y de 10 a 12 horas al día, hasta que queden cansados y sus bolsillos vacíos.
Tengan sus mentes ocupadas con la política, que como sabéis es una buena fuente de discusiones y enfrentamientos inútiles. Crea animadversiones antipatías y odios entre ellos, al igual que determinados deportes, que pueden ser saludables para los que lo ejercitan directamente, pero la mayoría lo ejercitan desde la TV, o en las gradas del campo de futbol. Es este también un buen medio de crear tensiones y banderías que los enfrentan unos contra otros.
Por nada del mundo los dejen pasar tiempo con sus hijos y seres queridos. A medida de que sus familias se fragmenten, pronto, sus hogares no serán un escape a las presiones del trabajo.
Sobre estimulen sus mentes con la necesidad de consumir, que ellos es bueno pues evita el compartir con otros y ganar méritos ante nuestro Enemigo. Que no puedan escuchar ni meditar la palabra de nuestro Enemigo (la de Dios lógicamente).
Tiéntenlos a que usen a tope el mundo material que les rodea y háganles comprender que lo que les da placer es la materia no el espíritu. Escuchen sus radios siempre que conduzcan sus vehículos, mantengan constantemente encendidos, en sus hogares, su TV, DVD y que su mundo toque constantemente música degradante y estridente con letras obscenas.
Llenen las mesas de centro con revistas y periódicos, para bombardear sus mentes con noticias las 24 horas del día. Inunden su correo con basura, catálogos, rifas, servicios y falsas esperanzas. Pongan modelos bellas y delgadas en las revistas en la TV, para que los esposos crean que la belleza exterior es lo que importa y se sientan insatisfechos con sus esposas. Mantengan a las esposas demasiado agotadas, para NO amar a sus esposos por las noches, ellos empezarán a buscar en otra parte rápidamente.
Emociónenlos con las nuevas tecnologías a sus hijos, para que lleguen a pensar que las cosas materiales son importantes... Aun en horas de distracción y esparcimiento, háganlos que sean excesivos. Que regresen agotados. Y cuando tengan reuniones de tipo espiritual, si es que no han logrado apartarles de ellas, involúcrenlos en chismes y charlatanería, para que salgan de ahí con sus conciencias perturbadas.... Pronto estarán trabajando con sus propias fuerzas, sacrificando su salud y su familia por el bien de la causa.
Pongan siempre más empeño, en tentar a los elementos más peligrosos, como son los sacerdotes, que son los que por tener una vida espiritual más profunda, son huesos más difíciles de roer, pero piensen que torres más altas ya han caído y un triunfo de esta clase equivale a muchos otros, que solo hay que darles suaves empujones, pues por el camino que llevan, prácticamente están ya en el saco.
Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.
Juan del Carmelo
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