lunes, 21 de enero de 2013

EL CAMINO SENCILLO DEL EVANGELIO



Está al alcance de todos. Basta con dejarse tocar por Cristo que es el Camino, la Verdad y la Vida.

¿Es posible ser cristiano en el mundo actual? La pregunta puede parecer legítima, si pensamos que nuestro mundo es "diferente". Pero en realidad no lo es, porque si ser cristiano consiste en aceptar el don de Dios en Cristo, tal aceptación se pudo hacer hace 2000 años, se puede hacer hoy, y se podrá hacer mientras haya hombres y mujeres en el tiempo.

Para ser cristianos, el camino es sencillo: acoger a Cristo con todas sus enseñanzas. En otras palabras, se trata simplemente de vivir el Evangelio.

Un Evangelio que inicia con la invitación del Maestro: "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva" (Mc 1,15). Un Evangelio que quedó expuesto en sus líneas más profundas y en sus exigencias más comprometedoras en el Sermón de la Montaña (Mt 5-7). Un Evangelio que fue acogido por los primeros discípulos y que debe ser llevado hasta los confines del mundo (Mc 16,15-16). Un Evangelio que se ha convertido en un grito que, desde los Apóstoles, ha sido creído y vivido por millones de personas a lo largo de los siglos.

En el fondo, se trata de creer en Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6), en seguir al Buen Pastor en el redil por Él fundado (Jn 10), en celebrar su Pascua desde el milagro de la Eucaristía (Lc 22,14-20).

El camino sencillo del Evangelio está al alcance de todos. Basta con dejarse tocar por la acción del Espíritu Santo, desde las palabras que resuenan gracias a los corazones de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, con la acogida llena de fe de un mensaje que tiene mucho que decir a cada uno de los hombres y mujeres por quienes Cristo ofreció, por Amor, su Cuerpo y su Sangre.

Autor: P. Fernando Pascual LC

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