Este es tiempo de espera y anhelo, de ilusión, de salir a los cruces y caminos.
Es un tiempo de ojos abiertos, de miradas largas como el horizonte y de pasos ligeros por calles y plazas.
Este es tiempo de salas de espera, de viajes que llegan con sorpresa, de caminatas alegres y largas, de sueños buenos que se realizan y de embarazos llenos de vida.
Este es tiempo de pregones y sobresaltos, de vigías, centinelas y carteros, de trovadores, profetas y peregrinos, y de todos los amantes de la utopía que van en pos de la estrella que brilla.
Este es tiempo de luces, candiles y velas, de puertas y ventanas entreabiertas, de susurros, sendas y pateras, de huellas en el cielo y la tierra y, también, en el corazón de las personas.
Este es tiempo de pobres y emigrantes, de parias, exiliados y desplazados, de los desahuciados de sus casas que se empapan y mojan en la calle y de todos los que no tienen nombre.
Este es tiempo de quienes no llegan y rezan, de hogares que se renuevan y mantienen, de los que disciernen serenamente y de quienes sufren la crisis, más fuerte, a pesar de tantas promesas electorales.
Este es tiempo de andar por oteros y valles de cantar por las cárceles que se abren de romper grilletes, cadenas y fuerzas, de ceñirse coronas de servicio y dignidad, y de madurar como las hojas que vuelan.
Este es tiempo de Isaías y Juan Bautista, de María y de José, sin pesadillas, embarcados en la aventura divina y pasando en vela sus horas nazarenas.
Es tiempo que gesta las promesas.
¡Este es tiempo de buenas noticias!
(Florentino Ulibarri)
Joan Josep Tamburini
ResponderEliminarQue motivador..........lastima que este Santo Sacerdote esta muy lejos en cuestion a distancia terrenal.
Gracias por compartir.