domingo, 2 de diciembre de 2012

LLEGA LA LIBERACIÓN



"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad.

Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación. Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre."

La liturgia nos ofrece este domingo otro texto apocalíptico. Son textos simbólicos, que no pueden interpretarse literalmente. Hoy nos encontramos con dos mensajes importantes:

- Los grandes poderes de esta tierra caerán. Su caída es precisamente la señal de que empieza nuestra liberación.

- Hay que estar atentos y no nos hemos de dejar embotar por las nimiedades de este mundo.

Lo que puede parecer un mensaje de terror, es un anuncio de esperanza: se acerca nuestra liberación. Porque el Reino, es el triunfo de la justicia sobre los poderes y opresiones de este mundo. Pero un mensaje de esperanza no es un mensaje de despreocupación irresponsable. No se trata de quedarnos de brazos cruzados. Hemos de permanecer " despiertos ", mediante la oración y mediante nuestra lucha y entrega en favor de los demás, los más débiles, los pobres...No podemos vivir de espaldas a los que sufren. Hemos de vivir una Fe despierta en medio de nuestras comunidades. Oración, porque sólo Dios puede darnos la fuerza para seguir adelante. Lucha por la justicia para hacer que el Reino llegue ya a este mundo...

Adviento nos muestra en el horizonte la luz que anuncia nuestra liberación.

Joan Josep Tamburini

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