martes, 6 de noviembre de 2012

¡YO SOY EL DIOS DE LOS VIVOS Y NO DE LOS MUERTOS!


NOVIEMBRE 02 DE 2012 8:15 A.M.

Hijos míos: que mi paz esté con vosotros.

Mis palabras son vida y esperanza para mi pueblo fiel. Mis palabras llenan de gozo el espíritu de mi heredad. Mis palabras son agua viva que calman la sed de todos aquellos que me buscan con sincero corazón.

Yo soy el Agua Viva y todo aquel que beba de esta agua, no volverá a tener sed. Yo soy la Palabra Viviente y todo aquel que me escuche y me ponga en práctica alcanzará la vida eterna. Yo soy la vida que quiero derramar en vosotros, mis hijos fieles.

Seguidme, no temáis y os llevaré al paraíso eterno, donde vuestro gozo nadie os lo arrebatará; caminad conmigo y permaneced en Mí, y nadie os podrá robar mi paz.

Ovejas de mi grey, acostumbraos a vivir con lo necesario, no ambicionéis tesoros, ni riquezas de este mundo, porque todo muy pronto pasará. Buscad vuestro tesoro que soy Yo, y la vida eterna encontraréis.

Muy pronto hijos míos, lo que llamáis dinero rodará por el suelo y con el dios de este mundo, rodarán también todos aquellos que lo adoraron. La caída de los ídolos está por darse; los dioses hechos por la mano del hombre en polvo se convertirán. Los muertos enterrarán a sus muertos y todos aquellos que hoy me dan la espalda, me buscarán y ya no me hallarán.

Angustiados gritarán: ¿Dónde está nuestro Dios que nos ha dado la espalda?

¡Señor, Señor, escúchanos!, y ya no habrá Dios que les responda.

Porque si no tuvieron caridad conmigo, mi Madre y mis enviados, si no se acordaron de la viuda y el huérfano; si no socorrieron al desvalido, ni calmaron la sed del sediento y el hambre del hambriento, no podrán ser hijos míos y mi respuesta será: ¡Apartaos de Mí!.

Hijos míos, ovejas de mi grey, no pongáis vosotros vuestra confianza en las cosas muertas; buscad mejor al Dios viviente en vuestros hermanos; Yo estoy en la viuda y el huérfano, en el humilde, en el desvalido, en el de noble corazón que teme a Dios y cumple sus preceptos. Yo soy el Dios de los vivos y no de los muertos.

Enderezad vuestro camino un vez más os lo repito, hijos rebeldes, para que no lloréis y os lamentéis en la hora de mi Justicia que muy pronto tendrá su tiempo; no sigáis aferrados a vuestras vanidades y a las vanidades de este mundo vano y pasajero que muy pronto pasará para dar paso a la nueva vida. No os aferréis a las cosas muertas, no os apeguéis a nada, que lo único que debáis sea amor y más amor para con vuestro Dios y vuestros hermanos. Porque en verdad os digo: Cielo y tierra pasarán, más mis palabras no pasarán. Todo cuanto os he dicho en mi palabra se cumplirá al pie de la letra; pueda ser que no sea tarde para muchos.

Estoy tocando de nuevo a vuestras puertas hijos rebeldes, estoy por partir; no desatendáis mis últimos llamados, ¡abridme!, quiero cenar con vosotros.

Soy vuestro Maestro y Pastor: Jesús de Nazaret.

Dad a conocer mis mensajes y propagadlos, ovejas de mi grey.

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