El tercer personaje que nos trae Adviento es una pareja: María y José. Ambos nos enseñan una actitud fundamental. La disponibilidad. La de María la podemos resumir en su actitud ante la Anunciación: "Hágase en mí según tu palabra..." No tenemos en el Evangelio ni una sola palabra de José, pero sí su actitud. No entiende, pero acepta, se fía.
Nuestra sociedad racional busca explicaciones a todo. Sin embargo es importante dejar en nuestra vida un espacio al "misterio". No todo tiene una explicación. Cuando nos enamoramos, no existe una razón lógica para hacerlo, pero nos dejamos llevar por el corazón. José piensa abandonar a María, pero escucha la voz en sus sueños. Huirá a Egipto, porque sigue la misma voz.
Adviento es un tiempo para pararnos a escuchar el "misterio", la voz del corazón que nos invita a estar disponibles, a entregarnos totalmente a Dios, es decir, a los demás. Voz del corazón que no es otra que la voz del Espíritu.
¿Sabemos buscar momentos de paz y silencio que nos permitan escuchar la Voz del Espíritu?
Joan Josep Tamburini
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