miércoles, 3 de octubre de 2012

EMMANUEL PROCLAMA SU COMPROMISO CON JESUCRISTO Y LA VIRGEN MARÍA


 

«Es vergonzoso sentir vergüenza»

El cantante mexicano argumenta: «Al expresar nuestra fe le damos valor a aquellos que creen, pero no saben qué hacer para afirmar su amor a Dios».

A sus 57 años, con más de treinta años de carrera musical tras de sí y una veintena de álbumes que han vendido millones de copias y logrado discos de oro, platino y diamante, el cantante mexicano Emmanuel (Jesús Emmanuel Acha Martínez) empieza a estar tan pendiente de su propia carrera profesional como de la de sus tres hijos, que van siguiendo sus pasos como artista. Sobre todo el segundo, Alexander Acha, de 27 años, cantante como él y que cosecha sus primeros éxitos.

EL VALOR DE LA FAMILIA

Emmanuel siempre ha considerado una bendición de Dios haberse conocido a su mujer en 1981, cuando ya era una estrella, y haber mantenido desde entonces su matrimonio y su familia como contrapeso a la fama: "Me casé en 1981 con Mercedes Alemán, en el auge de mi carrera, y a los tres años nació mi hija Giovanna. Mi mujer es maravillosa y la sigo amando mucho, ha sido un pilar para mí. La vida de los artistas no es sencilla y la pareja que no es del medio debe ser congruente y entender qué lugar le toca a cada uno", explicaba en una entrevista a Univisión.

Hijo de padre mexicano (matador de toros) y madre gaditana (tonadillera), fue el séptimo de once hermanos, así que algo sabe de lo que se cuece en un hogar de la farándula. Él mismo quiso ser torero en España, aunque al final cambió el estoque por el micrófono. Pero siempre, a pesar de los devaneos juveniles que reconoce, con una meta: "Lo que más amo es estar en casa con mis seres queridos. Mi concepto de la vida, es que quise tener un hogar con mujer e hijos y soy feliz así, me encanta protegerlos y lo logré".

EL MATRIMONIO ES COSA DE DOS, Y DE DIOS

De ahí que la separación matrimonial de su hijo Alexander el año pasado -todo un bombazo en los medios mexicanos- supuso un gran disgusto para Emmanuel, y había un deje de amargura en lo que declaró a los medios entonces: "Ojalá Dios les acompañe y también les acompañe la inteligencia de ellos mismos, porque Dios te puede acompañar pero a lo mejor tú estropeas las cosas. Los consejos no son muy válidos cuando en tu casa no hay un ejemplo, pero en nuestra casa ha habido ese ejemplo: Alexander saber perfectamente, como todos mis hijos, qué ocurre con el amor, pero el amor en cada persona es una experiencia propia".

Cuando hablaba del ejemplo visto en casa, se refería también a la formación religiosa que ha impartido a sus hijos, conforme a sus propias convicciones. Alexander, de hecho, hizo uno de sus primeros discos con canciones de corte espiritual. Y Emmanuel nunca oculta sus convicciones católicas.

"ES VERGONZOSO SENTIR VERGÜENZA"

En una entrevista concedida a Carlos Villa Roiz para el semanario Desde la fe, declaraba el 23 de septiembre que "es vergonzoso sentir vergüenza de nuestras creencias”: "No vivimos en un país en donde te persigan o te quiten la vida por pertenecer a tal o cual religión. En realidad, lo que ocurre es que a muchos les da miedo ser rechazados por su núcleo social; piensan mucho en el ´¿qué dirán?´, y no en el ‘¿qué dirá nuestro Dios?’ ni en la tristeza que le podemos ocasionar con nuestra tibieza”.

Por el contrario, la confesión franca abre una oportunidad a la evangelización, porque "al expresar nuestra fe le damos valor a aquellos que creen, pero no saben qué hacer para afirmar su amor a Dios”.

En el curso del reportaje, Emmanuel cuenta que sólo una vez se rieron de él por expresar su fe religiosa, y fue en un programa de radio español: "Mi respuesta fue muy dura; entre otras muchas otras cosas contesté: ´Creo en Dios más que en este programa, que en esta radio, que en ti y que en mí, pues todo lo que tengo me fue dado por Él´. Se armó un lío; los oyentes indignados empezaron a hablar por teléfono; unos que sí, otros que no, y las líneas telefónicas se colapsaron. El director de la estación apareció en escena y el lío continuó, tuvieron que dar una disculpa al aire por haber ofendido la fe católica”.

“Mi compromiso con Dios, Jesucristo y la Virgen María va más allá de todo lo que pueda yo desear, y mucho más allá de las ilusiones o promesas que pueda darme este mundo", concluye: "Doy gracias a Dios por haberme acompañado durante todos los días de mi vida, en mi dolor y en mi alegría, y le pido que siga a mi lado y que llene mi hogar hasta el día que tenga que encontrarme con Él”.

C.L. / ReL

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