1-Estar despierto es aceptarlo todo, por iluminación.
Un
maestro prometió a su discípulo que había de revelarle algo mucho más
importante que todo lo que contienen las Escrituras. Cuando el discípulo,
tremendamente impaciente le pidió que cumpliera su promesa, el maestro le dijo:
-Sal
afuera, bajo la lluvia, y quédate con los brazos y la cabeza alzados hacia el
Cielo. Eso te proporcionará tu primera revelación.
Al
día siguiente, el discípulo acudió a informarle:
-Seguí
tu consejo y me mojé hasta los huesos… y me sentí como un imbécil.
-Bueno
– dijo el maestro -, para ser el primer día, es toda una revelación… no crees?
2-EL
DISCÍPULO: Cuál es la diferencia entre el conocimiento y la iluminación?
EL
MAESTRO: Cuando posees el conocimiento, empleas una antorcha para mostrar el
camino. Cuando posees la iluminación, te conviertes tú mismo en antorcha.
3-Sabes
lo que le ocurrió a un caníbal que se comió a un misionero, a un protestante y
a un metodista? Pues que tuvo un movimiento en su tripa y le dio una muy buena
digestión.
Sólo
nos separan las palabras y los conceptos… Porque Dios es solo UNO. El mejor
teólogo es el que sabe explicar la teología como Jesús: Por medio de cuentos,
sin conceptos, por medio de la vida.
JESÚS
ENSEÑA LO QUE ES LA VIDA Y, POR ELLA, COMO ES EL PADRE, TU CREADOR.
HOY
EL NUEVO TEXTO: EL HOMBRE.
LA
COMUNICACIÓN, EL RESPETO Y CÓMO ES LA VIDA Y
CÓMO SE DEBE RESPETAR A LOS HIJOS Y PREPARARLOS PARA QUE SEAN FELICES…
4-Y
dijo Dios: “Voy a encarnarme en forma de comida para los hambrientos y en forma
de trabajo para los desocupados”
El
cura del pueblo era un santo varón al que acudía mucha gente cuando se veía en
algún aprieto. Entonces solía retirarse a un determinado lugar del bosque,
donde recitaba una oración especial. Dios escuchaba siempre su oración, y el
pueblo recibía la ayuda deseada.
Murió
el cura, y la gente se veía en apuros, seguía acudiendo a su sucesor, el cual
no era ningún santo, pero conocía el lugar concreto del bosque y la oración
especial. Entones iba allá y decía: “Señor, Tú sabes que no soy un santo. Pero
estoy seguro de que no vas a dejar que mi gente pague las consecuencias… de
modo que escucha mi oración y ven en nuestra ayuda”.
Y Dios escuchaba su oración y el pueblo
recibía la ayuda deseada.
También
este segundo cura murió, y también la gente, cuando se veía en dificultades,
seguía acudiendo a su sucesor, el cual conocía la oración especial, pero no el
lugar del bosque. De manera que decía: ¿Qué más te da a Ti, Señor, un lugar que
otro? Escucha, pues, mi oración y ven en nuestra ayuda. Y una vez más, Dios
escuchaba sus oraciones, y el pueblo recibía la ayuda deseada.
Pero
también este cura murió, y la gente, cuando se veía en problemas, seguía acudiendo al sucesor, el cual no conocía ni
la oración especial ni el lugar del bosque.
Y
entonces decía: “Señor, yo sé que no son las formulas lo que Tú aprecias, sino
el clamor del corazón angustiado. De modo que escucha mi corazón y ven en nuestra ayuda”. Y también, entonces escuchaba
Dios su oración, y el pueblo recibía la ayuda deseada.
Después
que este otro cura había muerto, la gente seguía acudiendo a su sucesor cuando
tenía necesidad. Pero este nuevo cura, era más aficionado al dinero que a la
oración, de manera que solía limitarse a decirle a Dios: “Qué clase de Dios
eres Tú, que aun siendo perfectamente capaz de resolver problemas que Tú mismo
has originado, todavía te niegas a mover un dedo mientras no nos veas
amedrentados, la gente mendigando tu ayuda y suplicándote? Está bien: “Puedes
hacer con la gente lo que quieras” Y, una vez más, Dios escuchaba su oración, y
el pueblo recibía la ayuda deseada.
Si
seguimos a alguien, quedémonos con la formula; hay que ser iluminado, no seguir
a los iluminados.
5-El
maestro llevaba semanas en estado de coma, en su lecho de muerte.
Inesperadamente un día abrió los ojos y vio que estaba ahí su discípulo
predilecto. “Y tú nunca te alejas de mi cabecera”… no es verdad?, musitó
apagadamente.
DISCÍPULO:
“No maestro, no podría”:
MAESTRO:
“Por qué?”
DISCÍPULO:
“Porque tú eres la luz de mi vida”.
El
maestro suspiró y dijo: “Hasta tal punto te he deslumbrado, hijo mio, que aun
te niegas a ver la luz que hay en ti”
6-Sabes
que el amor incondicional es el que te ama así como eres, hagas lo que hagas;
pues así es como Dios nos ama.
NO
CAMBIES…
Durante
años fui un neurótico. Un ser angustiado, deprimido, egoísta. Y todo el mundo
insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que
era. Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar,
pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara. Lo peor era que mi
mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía
en la necesidad de que yo cambiara. Y también con él estaba de acuerdo, y no
podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como
atrapado. Pero un día me dijo: NO CAMBIES – SIGUE SIENDO TAL COMO ERES – EN
REALIDAD NO IMPORTA QUE CAMBIES O NO – YO TE QUIERO TAL COMO ERES Y NO PUEDO
DEJAR DE QUERERTE. Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: NO
CAMBIES, NO CAMBIES, NO CAMBIES… TE QUIERO. Entonces me tranquilicé… Y ME SENTÍ
VIVO, OH MARAVILLA, CAMBIÉ.
7-El
maestro enseñaba a sus discípulos que alcanzarían la iluminación, el día en que
consiguieran mirar sin interpretar. Ellos quisieron saber en que consistía
mirar interpretando. Y el maestro lo explicó así:
-Don
peones católicos se hallaban trabajando justamente delante de un “burdel”
(lugar de prostitución) cuando, de pronto, vieron como un Rabino se deslizaba
furtivamente en la casa. “Qué vas ha esperar de un Rabino”?, se dijeron uno al
otro.
Al
cabo de un rato, el que entró fue un Pastor protestante. Ellos no se
sorprendieron: “Qué vas a esperar…? Entonces apareció el párroco católico,
cubriéndose el rostro, se deslizó también en el edificio. “Es terrible… no
crees? Una de las chicas debe estar muy enferma”.
Publicado
por: José Miguel Pajares Clausen
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