martes, 19 de junio de 2012

EL ANACORETA Y LA CARA DE LUNES


Aquel lunes salieron a la calle de buena mañana. El Anacoreta tenía que hacerse un análisis de sangre de control. Al salir del metro el joven seguidor comentó:

- ¡Que caras más tristes y cansadas hace la gente! ¿No han descansado este fin de semana?

Rió abiertamente el Anacoreta y dijo:

- Es la cara de lunes. Desde el viernes por la noche no han parado de divertirse, de hacer actividades, de vivir momentos alegres y emocionantes... Pero eso no produce necesariamente la felicidad. Hacer cosas interesantes, sentir placer, no tiene siempre como consecuencia la felicidad. Precisamente, felicidad es aquello que permanece cuando la actividad y el placer hace rato que pasaron. Por desgracia, para mucha gente lo que queda es el vacío.

Se detuvo un instante mirando en la puerta del hospital el cartel que le indicaba dónde se realizaban los análisis, y luego concluyó.

- Lo que produce la felicidad es la paz con uno mismo, el sentirse realizado y en el camino correcto. La felicidad es algo profundo, como un poso en nuestro interior, que nos hace sentir bien.

Y se sentaron en la sala de espera...

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