En una ocasión Jesús le dijo a Santa Faustina que viviera según su voluntad y esto le fue confirmado en dirección espiritual por el Sacerdote que la dirigía:
"Una vez oí estas palabras: Deseo que vivas según Mi voluntad en los más secretos rincones de tu
alma. Comencé a meditar estas palabras que llegaron hasta lo más profundo de mi corazón. Aquel día había confesión de la Comunidad. Cuando fui a confesarme, después de acusarme de los pecados, el sacerdote me repitió las palabras que antes me había dicho el Señor." (Diario 443)
"El sacerdote me dijo estas palabras profundas: Hay tres grados en el cumplimiento de la
voluntad de Dios.
El primero: es cuando el alma cumple todo lo que está notoriamente comprendido en los reglamentos y en estatutos de la observancia exterior.
El segundo grado consiste en que el alma sigue las inspiraciones interiores y las cumple.
El tercer grado es aquel en que el alma, entregándose a la voluntad de Dios, le deja la libertad de disponer de ella, y Dios hace con ella lo que le agrada, porque es un instrumento dócil en sus manos.
Y me dijo ese sacerdote que yo estaba en el segundo grado del cumplimiento de la voluntad de Dios, y que no tenía todavía el tercer grado del cumplimiento de la voluntad de Dios; no obstante debía empeñarme para cumplir ese tercer grado de la divina voluntad.
Esas palabras penetraron mi alma por completo. Veo claramente que muchas veces Dios da a conocer al sacerdote lo que pasa en el fondo de mi alma; eso no me sorprende nada, mas bien agradezco al Señor que tiene a estos elegidos." (Diario 444)
En otra ocasión Jesús le dijo: "No tengas miedo de nada, Yo estoy contigo, estos asuntos están en Mis manos y los realizaré según Mi misericordia, y nada puede oponerse a Mi voluntad." (Diario
574)
Publicado por: Wilson
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