Juan 17:3: "Y esta es la vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado".
La Convencion en Nicaragua fue todo un éxito.
Sanidades, maravillas y prodigios se dieron en la Convencion después de la
Palabra. Los Bautismos del Espíritu Santo fueron múltiples. La edificicacion
del pueblo de Dios fue contundente. La salvación de las almas algo
impresionante. Gracias por los que llegaron de Costa Rica, Mexico y de todo
Nicaragua. Amedida que avanzamos en la Convencion, el movimiento del Espíritu
Santo fue aun más fuerte. Se necesitaba estar allí para experimentarlo. Espero
no se pierdan de la próxima Convencion el próximo año. Es mi oración que Dios te
colme de sus más ricas bendiciones.
¡¡¡Tu siempre amigo: Carlos Rivera (Sacerdote)!!!
NO DEJES QUE EL DIABLO TE
PRESIONE
Efesios 6:11: "Vestíos de
toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas
del diablo".
Dios ha provisto toda la
autoridad y protección que necesitamos para detener todo y cada ataque
demoníaco en el ámbito espiritual.
Una de las primeras personas
con las que tuve que tratar conflictos espirituales e influencias demoniacas
fue una mujer de veintiséis años, "hippie" de los años sesenta; su
nombre era Daisy. Ella era cristiana, graduada universitaria pero tenía severos
problemas mentales y emocionales que se desarrollaron después que su padre se
divorció de su madre. Al cabo de cinco años, Daisy había sido internada en tres
ocasiones en un hospital psiquiátrico con el diagnóstico de esquizofrenia paranoide.
Luego de tres semanas de consejería encontró, por fin, el valor para contarme
de las "serpientes" de su vida.
-¿Qué pasa con las serpientes?
- le pregunté. "Bueno, mire, por la noche, cuando estoy acostada, reptan
sobre mi cuerpo - confesó. "¿Qué haces cuando llegan las serpientes?"
"Corro hacia mi mamá pero siempre vuelven cuando estoy sola".
"Te voy a decir lo que
harás – proseguí -. Cuando te acuestes a la noche y lleguen las serpientes,
dirás en voz alta: "En el nombre de Cristo les mando que me dejen".
Daisy protestó: - No puedo
hacer eso, no soy suficientemente madura ni fuerte. "No es cosa de tu
madurez, sino materia de tu posición en Cristo. Tienes tanto derecho a resistir
a Satanás y hacer que se vaya como lo tengo yo - le contesté.
Daisy se retorció ante esa
perspectiva: - Bueno, supongo que puedo hacerlo - suspirando y hablando como si
hubiera aceptado beber aceite de castor.
A la semana siguiente cuando
Daisy entró a mi oficina, dijo "¡se fueron las serpientes! Poseemos tanto
la autoridad como el poder para resistir a Satanás en nuestras vidas, debido a
nuestra posición en Cristo. Más aún, contamos con la segura y cierta protección
de Dios mientras nos enfrentamos a los ataques del diablo.
TOMA CONCIENCIA DE LA AUTORIDAD Y
PODER
Habiendo
reunido a sus doce discípulos,
les dio poder y autoridad sobre todos
los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a
predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. Lucas 9:1-2.
“El
derecho y la habilidad”. Entendamos
la diferencia entre el poder
y la autoridad que Cristo nos confiere en el ámbito espiritual. Jesús dio poder y autoridad
a Sus discípulos sobre las fuerzas
espirituales malignas. ¿Cuál es la diferencia entre poder y autoridad? Autoridad es el derecho a gobernar, y poder
es la habilidad para
mandar. La autoridad es materia de posición. El policía
tiene la autoridad para detener a un automóvil lanzado a toda velocidad debido
a su posición de autoridad
pero no tiene el poder para detenerlo. Poder es la habilidad para mandar. Un bloque de
cemento de 20 metros cuadrados tiene el
poder para detener al vehículo a toda
velocidad, pero no tiene la autoridad. Jesús dio a Sus discípulos tanto el derecho como la habilidad
para resistir a Satanás.
Ningún
gerente apto delegaría responsabilidad a sus subordinados sin delegarles también la autoridad equipándolos con la habilidad de hacer el trabajo. Jesús encargó a Sus discípulos la responsabilidad de proclamar el reino de Dios. Si
El no les hubiera dado también la autoridad
y el poder en
el mundo espiritual, los demonios se
hubieran burlado de lo lindo de sus
débiles intentos y los hubieran enviado huyendo en pos de refugio-como
lo hicieron con los siete hijos de Esceva,
Hechos 19.
Puede que pienses... que
no eres suficientemente maduro para
resistir la interferencia demoniaca en tu
vida. De alguna manera te imaginas que el enemigo es más poderoso que tú. La verdad es que, en ti mismo no tienes en absoluto la habilidad de
resistir a Satanás y a sus demonios, en
Cristo la tienes... Cuando encaras a los
enemigos espirituales de tu alma, recuerda: tú + Jesús = mayoría.
¿Disfrutan
los cristianos hoy de la misma proclama de la
autoridad y poder de Cristo en el reino espiritual como los discípulos originales? ¿Por qué? ¿Sí o no? Debido a la muerte, resurrección y ascensión de Cristo y la venida del Espíritu Santo,
hasta tenemos una ventaja respecto de los discípulos originales. Ellos estaban con Cristo [Marcos 3:14,15] pero nosotros estamos en Cristo [Efesios 1:10-13; 2:6-8]. Cristo
dijo que todo aquel que cree en El
haría lo que El hizo [Juan 14:12]. La autoridad y el poder de Cristo residen
dentro de nosotros porque estamos en
Cristo y él es en nosotros por Su
Espíritu [Efesios 3:16,17].
Si
gozamos de autoridad y poder en Cristo sobre Satanás,
¿por qué el reino de las tinieblas ejerce tal influencia
negativa en el mundo y en las vidas de los
cristianos? El poder de Satanás
reside en la mentira. El quiere que creamos que la guerra espiritual se
pelea en un plano horizontal. Ambos reinos parecen
muy poderosos y, henos aquí, metidos
en el medio, como si fuéramos la soga
que tiran dos grupos. Algunos días Dios
parece ir ganando y, otros días, es el diablo el que parece ganar.
Parece que nosotros no tenemos ni voz ni
voto en lo tocante a quién gana la batalla. Eso es una mentira engañosa del enemigo. La autoridad
espiritual no es una batalla
horizontal; es una cadena vertical de mando. Pero el diablo deja que pienses de otra manera.
Jesucristo
tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra [Mateo 28:18]. El está en la
cima. Él ha dado SU autoridad y poder a Sus siervos para que la ejerzan en Su nombre [Lucas 10:17]. Nosotros estamos debajo de El. ¿Satanás y sus demonios, dónde están? Pues en el fondo, sujetos a la autoridad de Cristo, ésa con que Él nos ha investido... Satanás
no es un poder igual a Dios sino un
enemigo vencido. Pero si puede
engañarte para que creas que tiene más poder
y autoridad que tú, ¡vivirás como si los tuviera! Te ha sido dada la autoridad sobre el reino de las
tinieblas pero si no lo crees y no
la ejerces, es como si no la
tuvieras.
¿Qué
necesito para ejercer efectivamente la autoridad de Cristo sobre los poderes espirituales? ¿Puede
cualquier cristiano hacerlo sin que
importe su nivel de madurez espiritual?
De ser así, ¿por qué no somos más consistentes
para demostrar nuestra autoridad sobre el reino de Satanás?
Identifiquemos
cuatro calificaciones para demostrar la autoridad y
el poder de Cristo sobre los gobernantes del reino espiritual.
No vas
a ejercer autoridad en el reino espiritual si no
crees que la tienes. Si tu fe es débil, tu expresión de ella será también débil e inefectiva pero si tomas con confianza la autoridad que Cristo te confiere, la ejercerás con confianza...Puedes considerarte como un policía bisoño que detiene el tránsito del diablo en tu vida. Pero Jesús es un veterano experto y tú estás en él. Construye tu fe en tu autoridad estudiando en los Evangelios la manera en que Jesús operó contra los poderes de las tinieblas y, en las
epístolas, estudia
la manera en que se nos ordena hacerlo.
Yo defino la humildad como
la confianza apropiadamente
depositada. Al ejercer nuestra autoridad, la humildad es depositar la confianza
en Cristo, fuente de nuestra autoridad, en lugar de fiarnos en nosotros mismos. Jesús no se rehusó a ejercer Su autoridad pero mostró una tremenda humildad porque El hizo todo de acuerdo a lo que Su Padre le dijo que hiciera.
El orgullo dice "yo
resistí al diablo por mí mismo" La falsa
humildad dice "Dios resistió al diablo; yo no hice
nada". La verdadera humildad dice "yo resistí
al diablo por la gracia de Dios".
En la víspera de asumir
autoridad sobre la Tierra Prometida,
Josué fue desafiado cuatro veces a que fuera
fuerte y valiente [Josué 1:6, 7, 9,18]. Cuando la iglesia de los primeros
tiempos oraba por su misión de
compartir el Evangelio en Jerusalén, el
lugar en que
estaban congregados tembló; y todos fueron llenos
del Espíritu, y hablaban con denuedo la Palabra de Dios Hechos 4:3 1.
La osadía o el denuedo
inspirado por el Espíritu Santo
está tras todo progreso exitoso de la iglesia actual.
Su opuesto es la cobardía, el miedo y la incredulidad.
La
autoridad de la cual hablamos aquí no es la autoridad independiente. No nos
lanzamos por cuenta e iniciativa
propia, como si fuéramos alguna clase de cazadores de fantasmas evangélicos que
salimos de cacería
en pos del diablo y nos trabamos en combate con él. El llamamiento primordial de Dios para cada uno de nosotros es que
nos dediquemos y concentremos en
el ministerio del reino: amar, cuidar y atender con afecto, predicar, enseñar, orar, etcétera. Sin embargo, cuando los poderes
demoníacos nos retan mientras
realizamos este ministerio, los tratamos en base a nuestra autoridad en Cristo y nuestra dependencia de Él.
¿De qué forma trata Satanás de desgastar esas cuatro cualidades en nuestras vidas? ¿Cómo podemos colaborar a que estas cualidades se desarrollen más firmes en nuestras vidas?
Los cristianos tienen más
problemas en sus vidas después de su
conversión que antes. ¿Estás de acuerdo o no? ¿Por qué? Son muy grandes
las posibilidades de tener problemas en la vida cristiana, debido a que nos hicimos de un enemigo cuando nos volvimos hijos Dios, enemigo que antes no
teníamos.
En tus
días A.C. (antes de Cristo) el dios de este mundo
no se molestaba en prestarte atención porque eras
parte de su reino. Su meta era mantenerte ahí cegándote a la provisión de
Dios para tu salvación [2 Corintios 4:3,4].
Pero cuando naciste a la vida en Cristo, el diablo no metió su cola entre las piernas
ni guardó sus colmillos sino que
sigue dedicado a echar a perder tu
vida mediante su engaño que tiende a
"probar" que el cristianismo no funciona, que la Palabra de Dios no es verdad y que, en realidad,
nada pasó cuando naciste de nuevo.
No tenemos que llevar una vida de problemas aunque Satanás se dedique a molestarnos en cada momento. Dios no sólo provee toda autoridad y poder en
Cristo para someter y vencer
a Satanás, sino que también provee toda la protección
que necesitamos para detener sus ataques en
el reino espiritual. No tenemos que temer sino que solamente debemos
sacar ventaja de nuestra protección y ejercer
nuestra autoridad en Cristo para mandar
al diablo a freír monos o cerdos, por lo que vale.
Los demonios son como pequeños gérmenes invisibles
que andan buscando a quién infectar. La Biblia no nos
dice, jamás, que debemos temerles pues basta con
que tengas conciencia de la realidad de estos seres y
te consagres a llevar una vida recta y justa a pesar
de ellos. En caso que te ataquen, trátalos inmediatamente
y sigue tu vida. Recuerda: lo único grande, enorme, de un demonio es su boca.
Los demonios son mentirosos
habituales. Tú estás equipado en Jesucristo la Verdad con toda la autoridad y protección que necesites para tratar y manejar lo que te arrojen.
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de
toda la armadura de Dios, para que
podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra
potestades contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir
en el día malo, y habiendo acabado
todo, estar firmes. Estad, pues,
firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad,
y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del Evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que
podáis apagar todos los dardos de
fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu,
que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ellos con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:10-18.
Puesto
que la mentira es el arma principal de Satanás, tu
cinturón de verdad [que sostiene las otras piezas
de la armadura en su lugar] es atacado continuamente.
Si Satanás puede anularte en el área de la verdad,
te vuelves blanco fácil de sus otros ataques.
Permaneces firme en la
verdad al relacionar todo lo que
haces con la verdad de Dios. Si te viene un pensamiento
a la mente que no armoniza con la verdad
de Dios, deséchalo. Si se presenta una oportunidad para decir o hacer
algo que comprometa o que se oponga a la
verdad, evítala. Adopta una regla sencilla
de conducta: si es la verdad, ahí estoy dispuesto a lo que sea; si no
es la verdad, no cuenten conmigo.
¿En cuáles aspectos solemos ser tentados a comprometer
la verdad con mayor frecuencia? ¿Cómo debemos responder a estas oportunidades de comprometer la verdad?
2. La
coraza de justicia.
Cuando
al ser salvado eres puesto en Cristo, eres justificado ante nuestro santo Dios. No es tu rectitud sino la de Cristo (1
Corintios 1:30; Filipenses 3:8,9)... Tu justicia en Cristo es tu protección contra las
acusaciones de Satanás referidas a tu valor para
el santo Dios.
Aunque
nos regocijemos en nuestra posición de justicia
en Cristo, todos tenemos clara conciencia de nuestras
obras de injusticia cuando pensamos, decimos, o
hacemos algo aparte de Dios. Somos santos que
ocasionalmente pecan. Permanecer firme en nuestra
justicia presupone entender y aplicar el principio
de la confesión.
El
remedio de Dios para el pecado está expresado en: Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9.
La
confesión no es lo mismo que decir "lo lamento"
o pedir perdón. Confesar (homologeo) significa
reconocer o concordar. ..Tú
confiesas tu pecado cuando dices lo que Dios dice al respecto: "contemplé un pensamiento lujurioso y eso es pecado"; "esta mañana traté mal a mi
esposa, y eso estuvo mal";
"el orgullo me llevó a postular a ese puesto en el directorio y el orgullo no debe tener cabida en mi vida".
¿En qué formas somos tentados a dudar nuestra justicia y valor para Dios? ¿Cómo debemos responder a esas dudas?
Cuando recibes a Cristo te unes con el Príncipe de Paz. Tienes paz ahora mismo
por la posición con Dios
(Romanos 5:1) pero la paz de Cristo debe también mandar tu corazón y eso es posible solamente cuando dejas que la
Palabra de Cristo habite ricamente
en ti (Colosenses 3:15, 16).
El ir calzado con el evangelio de la paz es una protección contra las estratagemas divisorias del diablo cuando actúas como pacificador de los creyentes (Romanos 14:19). Los pacificadores reúnen a las personas fomentando la comunión y la reconciliación... Preserva
la unidad del Espíritu tomando la iniciativa de ser el
pacificador en tus relaciones (Mateo 5:9;
Efesios 4:3).
¿En qué
forma trata Satanás de
perturbar la paz de
nuestra posición con Dios? ¿En qué forma trata el diablo de perturbar la paz de nuestras relaciones con otros creyentes? ¿Cómo debemos responder a
esas perturbaciones?
Debemos
afirmar continuamente los elementos
de protección espiritual frente a las mentiras de Satanás que nos dicen que somos indignos, que estamos
desprotegidos y que nada valemos. Los elementos de protección son la verdad, la justicia y la paz en
Cristo de los que fuimos investidos en
la salvación.
La fe
bíblica es sencillamente lo que crees de Dios y Su
Palabra. Mientras más sepas de Dios y Su Palabra,
más fe tendrás. Mientras menos sabes, menor es
tu escudo y más fácil para que uno de los fieros dardos de Satanás llegue a su destino. Si quieres que tu escudo de la fe se agrande y proteja más, debes acrecentar tu conocimiento de Dios y de Su Palabra (Romanos 10:17)... Cuando un pensamiento engañoso, una acusación o una tentación entran a tu mente, sal a su encuentro en forma directa con lo
que sabes es cierto sobre Dios y Su Palabra.
¿En qué forma estás alentando a que tu escudo de la fe crezca a diario; o
por semana? ¿Cuáles son las personas y las actividades que han sido muy útiles
para ayudar a que crezca tu fe?
En caso que el escudo de la
fe deje pasar algo y tu triunfo diario sea
elusivo, ten confianza que el yelmo de
la salvación te garantiza la victoria eterna. Dentro del contexto metafórico de la armadura, este
yelmo te asegura, también, la protección de la parte más crítica de tu anatomía: la cabeza, la mente,
donde se pierden o ganan las
batallas espirituales. Mientras luchas
a diario contra el mundo, la carne y el diablo, afírmate en saber que tu salvación no va y viene de acuerdo a tus éxitos y fracasos en la batalla
espiritual; tu salvación es
eternamente tuya. Eres hijo de Dios y nada
puede separarte del amor de Cristo (Romanos 8:35)... Satanás puede turbar tu victoria diaria pero nada puede hacer para modificar tu posición en
Cristo.
¿Has tenido alguna vez un día malo y has empezado a
dudar de tu salvación debido a eso mismo? Da ejemplos. ¿Cómo
debemos responder a esas dudas? Dudar de
nuestra salvación es una estrategia primordial
de Satanás para evitar que disfrutemos y ejerzamos nuestra libertad en Cristo.
La
Palabra de Dios es la única arma ofensiva que menciona la lista de la armadura.
Dado que Pablo usó rhema en lugar
de logos para decir "palabra" en el pasaje de Efesios
6:17, creo que se refiere a la
Palabra de Dios hablada en lugar de la Palabra de Dios personificada en Jesús.
Tenemos que defendernos
contra el diablo hablando (diciendo) en voz alta
la verdad de Dios... Satanás puede tratar de influirte plantando pensamientos
en tu cabeza, pero no
puede leer tus pensamientos. Si vas a resistir a
Satanás debes hacerlo externamente de modo que pueda
oírte, entenderte y ser puesto en fuga... La buena noticia es que la
mayoría de los ataques ocurren en la
noche o cuando estás solo, de modo que
resistir a Satanás en voz alta rara vez te obligará a tener que dar explicaciones a terceros de haber
mandado a Satanás a que se vaya. Sin embargo, habrá momentos en que necesitarás asumir una postura en público contra el enemigo, lo cual puede
abarcar que confieses con tu boca que Jesús es el Señor (Romanos 10:9).
Hay
otra arma esencial en nuestro arsenal para la
guerra espiritual: la oración, además de la armadura de seis piezas que nos da Dios para protegernos. "¿Qué es la oración?". Orar es hablar con
Dios.
“Pero
si nuestro Evangelio está aún encubierto, entre los que se
pierden está encubierto; en los cuales el
dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la
gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios" (2 Corintios
4:3-4). Ora para que los ojos de vuestro corazón sean "alumbrando los ojos de
vuestro entendimiento, para que
sepáis cuál es la esperanza a que él
os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su
fuerza" (Efesios 1:18-19).
Los incrédulos están cegados
por Satanás; viven en tinieblas
espirituales. La
gente no puede ir a Cristo a menos que sus ojos espirituales les sean
abiertos... La oración es un arma
principalísima para combatir la ceguera espiritual... Nuestra estrategia evangelizadora debe abarcar que oremos con autoridad pidiendo que la luz de Dios penetre la ceguera satánica.
Nuestra
visión es, a veces, nublada por los ataques de Satanás,
aun en nosotros, los cristianos. En la
medida que Satanás pueda mantenernos a oscuras
sobre nuestra posición y autoridad en Cristo, nos
mantendrá estancados en cuanto a nuestro crecimiento e inefectivos en cuanto a
nuestro testimonio y ministerio. Debemos orar unos por otros continuamente pidiendo que la cortina de humo constituida por las mentiras del diablo sea esfumada y que lo que vemos del reino espiritual sea claro como el cristal.
La
oración por nosotros mismos y las demás personas es la manera de mantener aguda y clara nuestra visión
del reino espiritual.
Mateo
12:29. “Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre
fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y
entonces podrá saquear su casa.”
La oración es el arma que
nos da nuestro Dios para atar a Satanás a
fin que puedan ser liberados aquellos que tiene agarrados. El poder de Satanás ya ha sido quebrado pero no
dejará ir nada que piense que puede retener hasta que nosotros ejerzamos la autoridad delegada a nosotros por el Señor Jesucristo... Por fe tomamos la propiedad que pertenece en justicia a Dios y que
está en las garras de Satanás, y la
aferramos hasta que Satanás la
suelte. El va a mantener agarrados a esas personas hasta que le exijamos que las suelte basados en nuestra
autoridad en Cristo. En cuanto Satanás es atado mediante la oración, él debe
soltarlas.
Carlos Rivera (Sacerdote)
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” Juan 10: 26-28
"Y ahora que el Señor te bendiga y te guarde,
haga Dios resplandecer su rostro sobre ti; tenga de ti misericordia y ponga en
ti paz". Amén.
Fil 4:8:..todo lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si
hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
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