El joven seguidor preguntó al Anacoreta:
- ¿Por qué siempre que hablas del Otro lo dices de una manera que parece que lo hagas con
mayúsculas?
Sonrió el anciano y respondió:
- Nuestra sociedad considera al Otro como el extraño, el extranjero..., y a lo sumo se muestra
tolerante con él. Raimon Pannikar decía que el Otro es parte de mí. Es aquella dimensión oculta y desconocida que forma parte de mi yo. Esa conciencia de que el Otro forma parte de mí, es la que puede lograr que sus problemas sean mis problemas.
Se detuvo un Nmomento y concluyó:
- Escucha este texto precioso de Ernesto Balducci: "Cada vez que toco la frontera de mí mismo y encuentro a Otro diferente de mí y consigo comprenderlo, llego a ser más hombre que antes, porque he realizado mi crecimiento humano en la paz." Y como tú eres cristiano te diré que el Otro es ni más ni menos que Cristo...
Y al joven seguidor le entraron unas ganas irresistibles de salir a la calle y empezar a abrazar a los Otros...
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