En algunos lugares del mundo se experimentan muy bajas temperatura o Gélidas, donde el frío ha causado la muerte de muchos.
Este tiempo de invierno quiero que lo veamos como un CAMINO A LA OBEDIENCIA. Al enfrentar el frío en el alma y en el espíritu, Dios nos pide que hagamos algo, y hay que obedecer, pues es allí en este acto de obediencia donde nuestro corazón recibe el calor.
Jesús fue obediente y obediente hasta la muerte y muerte de cruz, habiendo experimentado el frío más profundo en su alma.
José vendido por sus hermanos, fue separado de sus seres queridos, vendido a gente extraña y trasladado a un país lejos de su hogar, pero en esta historia bíblica, encontramos a este joven en medio del invierno que atravesaba su alma, caminando en obediencia.
Está UD. experimentando gélidas en su alma y corazón? Sientes que te estás congelando? Es tu relación con Dios y con tus seres queridos muy fría?
Un día mi nuera Andrea me envió un e-mail donde relataba lo siguiente: Iba manejando el carro rumbo al trabajo de mi esposo, él iba a mi lado pero cada quien iba tan metido en sus pensamientos y en las cosas que teníamos por hacer, que era como si cada uno fuera en un carro diferente y solo, mi corazón estaba congelado, no había tomado un momento para conversar con él, y cuando se bajó del carro, me miró a los ojos y me dijo, Te Amo, yo respondí como siempre,
yo también, pero él se volvió y me dijo no es para que me lo digas es para que sepas que TE AMO, me escuchaste? me dio un beso y caminó hacia su oficina, en ese momento el frio que experimentaba mi corazón que ya era casi hielo, se empezó a derretir y fue ahí cuando comprendí que todos pasamos por estas temperaturas de gélidas, que estamos tan pero tan fríos que nos empezamos a hacer de hielo pero que con solo una palabra o un acto de amor, calienta todas
nuestras emociones y nos saca de ahí.
Pude ver en este acto de mi hijo Gary, tomando el camino a la OBEDIENCIA, pues la Biblia dice: Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó así mismo por ella. El corazón de mi nuera recibió el calor y la frialdad desapareció.
Es muy importante, poder reconocer cuando estamos entrando en gélidas y no permitir que se congelen nuestros sentimientos, pero sobre todo poder reconocer cuando los que nos rodean están experimentando esto, para poder ndarles un abrazo , una caricia o una simple sonrisa que descongele su corazón.
Dios dice: Llorad con los que lloran,. Y bienaventurados los que lloran o los que pasan por un invierno, porque ellos recibirán consolación.
Dios te bendiga, Tu hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.
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