viernes, 30 de marzo de 2012

EL ANACORETA Y LA CARA OCULTA DE LA LUNA


Sentados en la terraza, el Anacoreta y su joven seguidor, contemplaban la hermosa luna
llena que lucía sobre la ciudad.

- ¿Cómo debe ser la cara oculta de la luna? - preguntó el joven.

El anciano, como tantas veces, dio una respuesta desconcertante.
- Todos tenemos una cara oculta.

El joven guardó silencio, atento a lo que el Anacoreta le quería decir.
El anciano prosiguió:
- Pero no está oculta a los demás; lo está para nosotros. Los demás no nos ven como nos
vemos nosotros. Esto nos lleva a creernos incomprendidos. Sin embargo, hemos de
preguntarnos si eso que creemos incomprensión, es simplemente que ven nuestra cara oculta.

Hizo una pausa y concluyó:
- Los amigos pueden ayudarnos a ver esa parte de nosotros que nos es desconocida; pero también quien nos ataca.

Siempre que nos sentimos atacados deberíamos preguntarnos qué parte de verdad hay en lo que nos dicen. Consultarlo con un amigo. Quizá lo que consideramos un ataque, no es sino la revelación de nuestra cara oculta...

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