A Berta Petit, le fue revelado que su misión en la tierra sería obtener la consagración mundial al Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Estos deseos fueron comunicados al papa Pío X. El Cardenal Mercier, de Malinas, aprobó la invocación en 1911, indulgenciándola.
Un día, Nuestro Señor le comunicó:
"El Corazón de Mi Madre tiene derecho al título de Doloroso, que debe preceder al de Inmaculado, ya que Ella se lo ganó con sus merecimientos; Por medio de Ella se han obtenido y se obtendrán muchas gracias; Se propagará mientras esperamos la exaltación de la Santa Iglesia y la renovación del mundo, que se lograrán por la consagración del mundo y de toda la humanidad al Corazón Doloroso e Inmaculado de María".
"El Corazón de Mi Madre tiene derecho al título de Doloroso, que debe preceder al de Inmaculado, ya que Ella se lo ganó con sus merecimientos; Por medio de Ella se han obtenido y se obtendrán muchas gracias; Se propagará mientras esperamos la exaltación de la Santa Iglesia y la renovación del mundo, que se lograrán por la consagración del mundo y de toda la humanidad al Corazón Doloroso e Inmaculado de María".
El Papa Benedicto XV, así como el Cardenal Granito di Belmonte, ex nuncio de Bruselas, fueron decididos propagandistas de la devoción al Corazón Doloroso e Inmaculado de María, en el cual ha puesto Nuestro Señor la salvación de la humanidad en estas horas del poder de las tinieblas.
El 2 de julio de 1940 recibió el siguiente mensaje:
"Este es el último auxilio que yo doy antes del fin de los tiempos, el refugio de mi Madre bajo el título que yo deseo para Ella universalmente: "Corazón Doloroso e Inmaculado de María", y luego añadió: "Como Hijo, yo he concebido esta devoción a mi Madre, y como Dios la exijo".
"Este es el último auxilio que yo doy antes del fin de los tiempos, el refugio de mi Madre bajo el título que yo deseo para Ella universalmente: "Corazón Doloroso e Inmaculado de María", y luego añadió: "Como Hijo, yo he concebido esta devoción a mi Madre, y como Dios la exijo".
De este mensaje se afirma lo dicho en Fátima, que el último remedio para la humanidad antes del fin de los tiempos es: "El refugio de mi Madre", es decir, los llamados de Nuestra Madre en sus múltiples apariciones por todo el mundo, y que se deben concretar en el total abandono a su Corazón Inmaculado.
En el año 1943, recibió este mensaje:
"La humanidad marcha hacia una tormenta espantosa que dividirá más aún a los pueblos; reducirá a la nada todas las combinaciones humanas; mostrará que nada subsiste sin mí y que YO SIGO SIENDO EL DIRECTOR DE LOS PUEBLOS".
"La humanidad marcha hacia una tormenta espantosa que dividirá más aún a los pueblos; reducirá a la nada todas las combinaciones humanas; mostrará que nada subsiste sin mí y que YO SIGO SIENDO EL DIRECTOR DE LOS PUEBLOS".
"Un espantoso huracán se está preparando: Se vera desencadenar con furor todas las fuerzas preparadas y ese será el tiempo de abandonaros al Corazón Doloroso el Inmaculado de María".
Fuente: http://www.argemto.com.ar/
Publicado por Judas
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