Este mes de Octubre hacemos camino a un maravilloso don del amor de Dios, la festividad de “El Señor de los Milagros”, una de las devociones más importantes de América Latina.
Millones de limeños, de peruanos y de hermanos venidos de países distantes, pero cercanos en la fe, colman el Santuario de Las Nazarenas con sus oraciones y ofrendas; y acompañan en cada uno de sus recorridos procesionales, con su fe y amor, al Cristo Morado. Además donde quiera que se encuentren comunidades peruanas, las multitudes celebran juntas la procesión del Señor de los Milagros uniéndose con profunda gratitud y alegría por la salvación y la vida nueva otorgada por nuestro Señor.
Nuestro siempre querido y recordado Santo Padre Juan Pablo II llamó al mes de Octubre “la Cuaresma peruana”, y lo es, porque no existe en nuestra patria hogar católico o fiel alguno que en estos días santos no viva con mayor fervor su fe y su vocación y no sienta la necesidad de acercarse al confesionario para obtener el perdón de sus pecados y el abrazo amoroso del Padre.
Según la tradición, en 1651 un esclavo proveniente de Angola pintó la venerada imagen del Señor de los Milagros en un modesto muro de adobes en el barrio de Pachacamilla, donde hoy se alza su Santuario. Quince años más tarde la imagen fue hallada por un miembro de la parroquia de San Sebastián, quien comenzó a venerarla y se cuenta que fue curado de un tumor en la cabeza. De ahí nació una convicción religiosa que propagó entre sus conocidos teniendo como resultado el crecimiento del culto. Hubo intentos de borrar la imagen debido a las prácticas de quienes asistían más por novedad que por devoción. Sin embargo, la imagen permaneció en perfectas condiciones y en la actualidad tiene su hogar en el convento de las Religiosas Nazarenas; quienes visten hábito morado instituido por su fundadora Madre Antonia del Espíritu Santo. Es debido a ello, que los hábitos que traen puesto los feligreses, los detentes y el resto del universo nazareno, se tiñe de morado durante este religioso mes de Octubre.
Las festividades del mes de octubre por el Cristo moreno empiezan el 30 de setiembre de cada año. Esa noche, una Verbena Nazarena celebra la llegada del mes morado. Fue siempre una celebración cerrada entre los integrantes de la Hermandad, una asociación laica que desde 1776 se encarga de organizar y dirigir las procesiones. Sin embargo ya desde hace mucho las puertas de la iglesia permanecen abiertas para los fieles y la comunidad entera puede participar en los distintos actos litúrgicos y acercarse para recibir el Sacramento de la Reconciliación.
¿Y qué personajes se hacen presentes durante la festividad de nuestro Cristo Moreno?
En primer lugar la Hermandad de Cargadores del Señor de los Milagros, un grupo de devotos organizados en Cuadrillas, que espontáneamente cargan las rústicas andas de madera y plata cuyo peso llega solamente en plata a 450 kilos. Ellos visten el característico hábito morado, con un cordón blanco, llamado "de los Milagros", que se colocan alrededor del cuello, para recordar la luz divina que los guía.
En primer lugar la Hermandad de Cargadores del Señor de los Milagros, un grupo de devotos organizados en Cuadrillas, que espontáneamente cargan las rústicas andas de madera y plata cuyo peso llega solamente en plata a 450 kilos. Ellos visten el característico hábito morado, con un cordón blanco, llamado "de los Milagros", que se colocan alrededor del cuello, para recordar la luz divina que los guía.
También integran la Hermandad los grupos de Sahumadoras las cuales portan antiguos y ricos sahumadores de plata. Durante la colonia, era una costumbre muy arraigada entre las familias aristocráticas enviar a las procesiones a sus criadas de confianza vestidas lujosamente con ostentosos pebeteros de plata labrada, e incluso de oro. En la actualidad, cada año postulan aspirantes que se encargan de "conservar la tradición" y prestar servicio de apoyo social a favor de niños y ancianos. Su hábito morado es suelto, sin aberturas, con dos cordones blancos y una mantilla de igual color. Para las Sahumadoras, quemar el sahumerio constituye un rito indispensable que significa limpiar el camino al Patrono de la Ciudad.
También integran la Hermandad el grupo de Cantoras. Su principal requisito es contar con buen timbre y volumen de voz para poder cantar "a capella" un repertorio de más de 60 canciones que debe ser memorizado. Todas visten el tradicional hábito y mantilla blanca. Sus voces, incansables, se dejan escuchar en todo el recorrido, sin ser apagadas en ningún momento por el acompañamiento musical de las bandas de los distintos institutos armados del país que año tras año, acompañan a la sagrada imagen del Señor de los Milagros.
En el siglo pasado también era tradicional encontrar como integrantes del cortejo procesional a las Mixtureras, esclavas negras o criadas mulatas llevando sobre sus cabezas grandes azafates repletos de flores o mixtura fina que era repartida entre los acompañantes de la procesión. Hoy en día ya no hay Mixtureras. En su lugar, reciben el nombre de Mixtureros los hermanos que tienen el privilegio de pisar las andas del Cristo Morado para cambiar los arreglos florales o los cirios consumidos. Ellos también obsequian flores a los fieles devotos durante el recorrido y al término de la procesión.
Otro de los personajes que han llegado hasta nuestros días son los penitentes del Señor de los Milagros. Ellos son devotos que, ante un favor concedido, prometen al Señor un sacrificio físico, que cumplen aún a costa de gran sufrimiento. Ellos ofrecen estos actos en señal de agradecimiento, humildad y fe. Una de las “promesas” más comunes consiste en avanzar de rodillas cuadras enteras o caminar por las calles con los pies desnudos, durante dos de los tres días de procesión.
Y es así como dos imágenes salen en procesión desde aquella primera vez el 20 de octubre de 1687: una, el lienzo con la copia del Cristo Crucificado del muro, y otra, la de la Virgen de la Nube imagen, colocada en el reverso del Señor de los Milagros, esta es una devoción ecuatoriana que la madre Antonia, fundadora del Instituto Nazareno trajo al Perú. Estas dos imágenes van acompañadas por Cargadores, Sahumadoras, Cantoras, Bandas Musicales, Mixtureros, Penitentes, y miles de fieles devotos al Señor de los Milagros.
La procesión se realiza los días 18 y 19 de octubre, en recuerdo del terremoto de 1687. Al siguiente día, en su templo empieza la novena. Desde el presente siglo se le ha instituido a las procesiones anuales el día 28 del mismo mes, debido a que ese día, en 1746, sucedió otro terremoto que respetó la milagrosa imagen. Así, cada 28 de octubre se concluye la novena en la mañana y empieza con gran solemnidad la fiesta en honor del Señor.
En este mes de Octubre, que al contemplar la imagen del Señor de los Milagros y contemplar el amor divino que nos ilumina, sepamos pedirle el milagro de amarlo de verdad, de amarlo sinceramente, como Él quiere ser amado; cumpliendo sus mandamientos, pareciéndonos a Él en el amor al Padre y a los hermanos.
Jesús te ama.
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