Su importancia desde el primer exorcismo “El Bautismo”.
Por medio de la antiquísima tradición de la Iglesia conservada sin interrupciones, sabemos que el camino de la iniciación cristiana se organiza de tal manera que se señala claramente la espiritual lucha cuerpo a cuerpo contra el poder del diablo (ef. Eph 6,12) y que la misma empiece a acontecer.
Los exorcismos que hay que hacer de forma sencilla sobre los elegidos en el tiempo del catumenado, son oraciones de la Iglesia para estos, conocido que han sido liberados de pecado por el misterio de Cristo, se liberen de las secuelas del pecado y de los influjos del diablo, sean robustecidos en su camino espiritual y abran sus corazones para recibir los dones del Salvador. Por fin, en la celebración del Bautismo, los que van a bautizar renuncian a satanás y a su fuerza y poder y se oponen a él con su propia fe en Dios Uno y Trino. También en el Bautismo de párvulos se hace una oración de exorcismo sobre los niños “inclinados a las cosas de este mundo y que han de luchar contra las insidias del demonio”, para que sean fortalecidos en el camino de la vida con la gracia de Cristo. Por el bautismo, el hombre participa de la victoria de Cristo sobre el diablo y el pecado, cuando pasa de aquel estado en el que nace como hijo del primer Adán al estado de la gracia y de adopción como hijo de Dios por el segundo Adán Jesucristo y es liberado de la servidumbre del pecado, con la libertad que Cristo nos liberó (ef. Gal 5,1)
Los fieles, aún renacidos en Cristo, los que están en el mundo experimentan tentaciones, por lo que deben vigilar, porque su adversario “el diablo, como un león rugiente da vueltas buscando a quien devorar” (ef. 1 Ped 5,8) al cual hay que resistir siendo fuertes en la fe, confortados por el Señor y en el poder de su virtud (Eph 6,10) y apoyados por la Iglesia que ruega que sus hijos estén a salvo de cualquier perturbación. Por la gracia de los sacramentos y especialmente por la celebración repetitiva del de la penitencia consiguen fuerzas, hasta que lleguen a la plena libertad de los hijos de Dios (cf. Rom 88,21)
Pero el misterio de la piedad divina se hace para nosotros muy difícil de entender, cuando alguna vez ocurren casos de alguna especial vejación o posesión (ocupación) por parte del diablo de alguna persona agregada al pueblo de Dios y bautizado por Cristo para que como hijo de la luz caminara hacia la vida eterna. Entonces queda claro el misterio de iniquidad que se está realizando en el mundo, aunque el demonio no pueda traspasar los limites que Dios le haya impuesto. Esta forma de potestad del demonio sobre el hombre difiere de aquella que se daba en el hombre debido al pecado original, que es el pecado. Si ocurre esto, la Iglesia implora a Cristo, Señor y Salvador, confiada en su poder, le ofrece ayudas al fiel vejado o poseído para que sea liberado de la vejación o posesión.
Entre estas ayudas sobresale el “Exorcismo Mayor”, solemne, que también se llama mayor, que es una celebración litúrgica. Por esta razón los exorcismos que intentan expulsar a los demonios o liberar del influjo demoníaco y además con la autoridad espiritual que Jesús dio a su Iglesia es una oración de la clase de los sacramentales, por lo tanto es un signo sagrado que significa signos especiales espirituales y que se obtienen por el mandato de la Iglesia.
En los “Exorcismos Mayores” la Iglesia suplica al Espíritu Santo que acuda en ayuda de nuestra debilidad para echar demonios y así no dañen a sus fieles.
Con aquel confiado soplo que el Hijo de Dios después de la Resurrección donó el Espíritu, la Iglesia hace el “Exorcismo”, no en nombre propio, sino únicamente en el Nombre de Dios o Cristo Señor, a quien todo, también el diablo y los demonios, deben obedecer.
ENTRANDO EN LA PRESENCIA DE DIOS
LA SEÑAL DE LA CRUZ: En el Nombre del Padre...
Esta simple oración, aunque no parezca, tiene el gran poder de nombrar el Santo Nombre de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
“Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre, para que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble en los Cielos, en la Tierra y en los Abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre”. (Filipenses 2, 9-11)
LA SEÑAL DE LA CRUZ: En el Nombre del Padre...
Esta simple oración, aunque no parezca, tiene el gran poder de nombrar el Santo Nombre de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
“Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre, para que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble en los Cielos, en la Tierra y en los Abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre”. (Filipenses 2, 9-11)
ORACIONES PIDIENDO INTERVENCIÓN DIVINA:
-Padre Nuestro: Padre nuestro que estás...
-Ave María: Dios te salve María...
-Oración a San Miguel Arcángel: San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate, se nuestro amparo en contra de la maldad y de las asechanzas del demonio, que pueda Dios restringirle, nosotros humildemente te rogamos, y que puedas tú, ¡oh príncipe de la milicia celestial!, por el poder de Dios, arrojar al infierno a satanás y a todos los espíritus malignos que rondan por el mundo para la perdición de las almas.
-Salmo 68: 1-2:
1. Dios se levanta: Sus enemigos son desbandados y esos que lo odian, huyen ante Él.
2. Como el humo es expulsado, ellos son expulsados: Como la cera se derrite ante el fuego, también los malvados perecen ante la presencia de Dios.
-Padre Nuestro: Padre nuestro que estás...
-Ave María: Dios te salve María...
-Oración a San Miguel Arcángel: San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate, se nuestro amparo en contra de la maldad y de las asechanzas del demonio, que pueda Dios restringirle, nosotros humildemente te rogamos, y que puedas tú, ¡oh príncipe de la milicia celestial!, por el poder de Dios, arrojar al infierno a satanás y a todos los espíritus malignos que rondan por el mundo para la perdición de las almas.
-Salmo 68: 1-2:
1. Dios se levanta: Sus enemigos son desbandados y esos que lo odian, huyen ante Él.
2. Como el humo es expulsado, ellos son expulsados: Como la cera se derrite ante el fuego, también los malvados perecen ante la presencia de Dios.
Marcos 16: 17:
“Estos signos acompañarán a los creyentes; en mi Nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas extrañas, podrán recoger serpientes con sus manos y si beben su veneno no les hará daño; impondrán sus manos sobre los enfermos y estos se sanarán”
“Estos signos acompañarán a los creyentes; en mi Nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas extrañas, podrán recoger serpientes con sus manos y si beben su veneno no les hará daño; impondrán sus manos sobre los enfermos y estos se sanarán”
Santiago 5, 19-20:
“Hermanos, si alguno de ustedes se extravía lejos de la verdad y otro los hace volver, sepan que el que aparta a un pecador de su mal camino, salva un alma de la muerte y hace olvidar muchos pecados”
“Hermanos, si alguno de ustedes se extravía lejos de la verdad y otro los hace volver, sepan que el que aparta a un pecador de su mal camino, salva un alma de la muerte y hace olvidar muchos pecados”
LO QUE NUNCA SE DEBE HACER
Sea cual sea el fenómeno que sufra, o crea estar sufriendo, lo que nunca, jamás se debe hacer, es ir a un brujo para acabar con cualquiera de estos fenómenos (sea posesión, mal de ojo, etc., etc.) Y cuando digo brujo me refiero también a videntes, curanderos, santones, etc. Sólo se debe ir a sacerdotes o grupos carismáticos de oración. Ir a un brujo no sólo no solucionará nada, sino que puede poner una influencia maligna donde no había. No se debe uno fiar de los brujos así tengan su casa llena de imágenes de Jesús, de la Virgen o de Santos. Jamás por ese camino vendrá la solución sino el empeoramiento de su problema, causándolos también a los que se acerquen a orar por ti. Todo poder en esta materia fue entregado a los Apóstoles y quien busque la solución por una vía torcida comprobará que este mundo de poderes invisibles es real y que nunca debió sumergirse en él a experimentar por su propia cuenta. El rey de la mentira, satanás, te llevará por caminos que tú esperas recorrer a través de la Ouija u cualquier otro medio, haciéndote creer que es tu pariente o cualquier otro espíritu al que tu quieras contactar. Recuerda que los brujos son los sacerdotes de Satanás, tan mentirosos como él, y te pueden mandar a la quiebra con su influencia y convencimiento de que vas sanar o a mejorar en tu economía.
Sea cual sea el fenómeno que sufra, o crea estar sufriendo, lo que nunca, jamás se debe hacer, es ir a un brujo para acabar con cualquiera de estos fenómenos (sea posesión, mal de ojo, etc., etc.) Y cuando digo brujo me refiero también a videntes, curanderos, santones, etc. Sólo se debe ir a sacerdotes o grupos carismáticos de oración. Ir a un brujo no sólo no solucionará nada, sino que puede poner una influencia maligna donde no había. No se debe uno fiar de los brujos así tengan su casa llena de imágenes de Jesús, de la Virgen o de Santos. Jamás por ese camino vendrá la solución sino el empeoramiento de su problema, causándolos también a los que se acerquen a orar por ti. Todo poder en esta materia fue entregado a los Apóstoles y quien busque la solución por una vía torcida comprobará que este mundo de poderes invisibles es real y que nunca debió sumergirse en él a experimentar por su propia cuenta. El rey de la mentira, satanás, te llevará por caminos que tú esperas recorrer a través de la Ouija u cualquier otro medio, haciéndote creer que es tu pariente o cualquier otro espíritu al que tu quieras contactar. Recuerda que los brujos son los sacerdotes de Satanás, tan mentirosos como él, y te pueden mandar a la quiebra con su influencia y convencimiento de que vas sanar o a mejorar en tu economía.
ARMA DEL EXORCISMO
El arma que se usa para arrojar un espíritu maligno de una persona influenciada o poseída por el demonio es únicamente el Santo Nombre de Dios, ya sea el de Dios Padre, el de Dios Hijo, el de Dios Espíritu Santo o la Preciosa Sangre de Cristo. El arma en los casos de liberación es la oración que se le hace a Dios Padre en el Nombre de Jesús y por el Poder de su Preciosa Sangre; las peticiones de intercesión hechas por la Virgen María en respuesta a nuestras oraciones, especialmente el Santo Rosario y también las oraciones dirigidas a San Miguel Arcángel, a los ángeles y a los santos.
El arma que se usa para arrojar un espíritu maligno de una persona influenciada o poseída por el demonio es únicamente el Santo Nombre de Dios, ya sea el de Dios Padre, el de Dios Hijo, el de Dios Espíritu Santo o la Preciosa Sangre de Cristo. El arma en los casos de liberación es la oración que se le hace a Dios Padre en el Nombre de Jesús y por el Poder de su Preciosa Sangre; las peticiones de intercesión hechas por la Virgen María en respuesta a nuestras oraciones, especialmente el Santo Rosario y también las oraciones dirigidas a San Miguel Arcángel, a los ángeles y a los santos.
De acuerdo al Canon 1172 del Código de la Ley Canónica de la Iglesia, los fieles, por su seguridad, no deben hacer exorcismos, aunque la Iglesia permite a laicos consagrados a realizarlos.
Moisés les dijo a los israelitas antes de cruzar el Mar Rojo: “El Señor peleará por ustedes” (Éxodo 14: 14). El arma de nuestra liberación es nuestra propia fe, de la misma manera que Cristo resistió al enemigo en el desierto, ahora nos encontramos ene le desierto de la vida donde sólo tenemos un Arma Poderosa que es el Santo Nombre de Jesús. A través de su Santo Nombre nos llenamos de Poder ante el enemigo, no en forma directa sino buscando refugio en la protección que Cristo nos da y de las promesas que nos ha hecho.
- Mateo 7:7-8: “Pedid y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
- Mateo 18:19-20: “En verdad os digo que si dos aquí en la Tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier petición, así será hecho por mi Padre en el Cielo. Porque donde hay dos o más reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo con ellos”.
- Juan 14: 13-14: “Y todo lo que pidáis en mi Nombre Yo lo haré, para que mi Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi Nombre, Yo lo haré”
- Mateo 7:7-8: “Pedid y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
- Mateo 18:19-20: “En verdad os digo que si dos aquí en la Tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier petición, así será hecho por mi Padre en el Cielo. Porque donde hay dos o más reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo con ellos”.
- Juan 14: 13-14: “Y todo lo que pidáis en mi Nombre Yo lo haré, para que mi Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi Nombre, Yo lo haré”
ADVERTENCIAS
- El demonio sabe de antemano que se prepara una oración con este fin; normalmente suceden cosas inesperadas como problemas y disgustos que perturban a los que van a hacer la oración o a los que las van a recibir: los autos que no arrancan, programas inesperados, chapas que no abren, llaves que se rompen, y otras cosas increíbles que pueden causar la cancelación de la oración, por eso es recomendable que los que van a hacer la oración vayan ese mismo día a Misa o con anterioridad a todas las Misas que puedan y que ofrezcan la Preciosísima Sangre de Cristo para la liberación de la persona que lo requiere. Los que van a recibir la oración deberán prepararse de igual forma.
- Al empezar la oración, no se le debe poner mucho cuidado al enemigo si se manifiesta, especialmente con mentiras y blasfemias, pues nuestra oración es dirigida a Dios, no al demonio; nuestra conversación es con Dios, no podemos interrumpirla por un dialogo con el enemigo. Los ruidos, movimientos o gestos hechos por quien reza, no deben causarnos miedo, aunque nos tiemblen los pies; esto es natural, pero no debemos interrumpir nuestra oración haciendo dialogo con el enemigo o si se cae algo o suceda algo extraño.
- Nuestra fe debe permanecer firme en el Poder De Dios que va a traer liberación a un alma que sufre.
- Es aconsejable hablar con la persona en problemas y hacerle sentir arrepentimiento de sus pecados (aunque se haya confesado) y hacerle reafirmar su fe en el Poder De Cristo para su liberación, claro que también se pueden hacer estas oraciones por otra persona a cualquier distancia y con la misma efectividad, pues no tenemos ningún poder o santidad... es Dios que hace su trabajo al escuchar nuestra oración sincera y llena de fe.
- Es muy importante no dejarnos llevar de la curiosidad al tener este encuentro con el demonio, al fin y al cabo somos hijos de Dios, creados a su imagen; el demonio también es una creación de Dios y no nos debe impresionar, él actúa de acuerdo a su naturaleza maligna, nosotros oramos de acuerdo al Espíritu de Dios que nos lleva a buscar la gracia.
- El demonio sabe de antemano que se prepara una oración con este fin; normalmente suceden cosas inesperadas como problemas y disgustos que perturban a los que van a hacer la oración o a los que las van a recibir: los autos que no arrancan, programas inesperados, chapas que no abren, llaves que se rompen, y otras cosas increíbles que pueden causar la cancelación de la oración, por eso es recomendable que los que van a hacer la oración vayan ese mismo día a Misa o con anterioridad a todas las Misas que puedan y que ofrezcan la Preciosísima Sangre de Cristo para la liberación de la persona que lo requiere. Los que van a recibir la oración deberán prepararse de igual forma.
- Al empezar la oración, no se le debe poner mucho cuidado al enemigo si se manifiesta, especialmente con mentiras y blasfemias, pues nuestra oración es dirigida a Dios, no al demonio; nuestra conversación es con Dios, no podemos interrumpirla por un dialogo con el enemigo. Los ruidos, movimientos o gestos hechos por quien reza, no deben causarnos miedo, aunque nos tiemblen los pies; esto es natural, pero no debemos interrumpir nuestra oración haciendo dialogo con el enemigo o si se cae algo o suceda algo extraño.
- Nuestra fe debe permanecer firme en el Poder De Dios que va a traer liberación a un alma que sufre.
- Es aconsejable hablar con la persona en problemas y hacerle sentir arrepentimiento de sus pecados (aunque se haya confesado) y hacerle reafirmar su fe en el Poder De Cristo para su liberación, claro que también se pueden hacer estas oraciones por otra persona a cualquier distancia y con la misma efectividad, pues no tenemos ningún poder o santidad... es Dios que hace su trabajo al escuchar nuestra oración sincera y llena de fe.
- Es muy importante no dejarnos llevar de la curiosidad al tener este encuentro con el demonio, al fin y al cabo somos hijos de Dios, creados a su imagen; el demonio también es una creación de Dios y no nos debe impresionar, él actúa de acuerdo a su naturaleza maligna, nosotros oramos de acuerdo al Espíritu de Dios que nos lleva a buscar la gracia.
Grupo Católico de Oración por los Enfermos “Sí Señor”
José Miguel Pajares Clausen
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