miércoles, 20 de julio de 2011

NO TENGO TIEMPO



Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él.

Trepaba al árbol hasta el tope, comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y él nunca mas volvió a jugar alrededor del enorme árbol. Un día el muchacho regreso al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste:
-Vienes a jugar conmigo?”…
Pero el muchacho contestó:
-Ya no soy el niño de antes que juega alrededor de enormes árboles, lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos.
-“Lo siento - dijo el árbol - pero no tengo dinero… pero te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas, de esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes”. - y el muchacho se sintió muy feliz.
Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz.

Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.

Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó:
-Vienes a jugar conmigo?”…
-No tengo tiempo para jugar, debo de trabajar para mi familia, necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos, puedes ayudarme?”…
-Lo siento, pero no tengo una casa, pero tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa”.
El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió… desde esa vez el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado.
-“¿Vienes a jugar conmigo?”… - volvió a preguntar el árbol.
El hombre contestó:
-Estoy triste y volviéndome viejo, quiero un bote para navegar y descansar. puedes darme uno?”…
El árbol contesto:
-Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz.
El hombre cortó el tronco y construyó su bote, luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de mucho tiempo y el árbol le dijo:
-Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte, ni siquiera manzanas”…
El hombre replicó:
-No tengo dientes para morder; ni fuerza para escalar por ahora ya estoy viejo.
Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo:
-Realmente no puedo darte nada, la única cosa que me queda son mis raíces muertas.
Y el hombre contestó…
-Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar, estoy tan cansado después de tantos años.
-Bueno las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar, ven siéntate conmigo y descansa
El hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrió con lágrimas.

Esta historia me hacer pensar de cada uno de nosotros, el árbol son Nuestros padres, cuando somos niños, los amamos y jugamos con mamá y papá… cuando crecemos los dejamos, algunos solo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas, no importa lo que sea, ellos siempre están ahí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices.

Tu puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como algunos hemos tratado a nuestros padres…

Recuerda que si no eres padre, muy probablemente lo serás. Aprovecha mientras los tienes a tu lado, no sea que pronto tengas que arrepentirte y no puedas devolver el tiempo

Éxodo 20:12 - Honra á tu padre y á tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Señor tu Dios te da.

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