Esta es la historia de una joven ciega que se odiaba a sí misma, y a todo el mundo, por ser ciega.
Odiaba a todos, menos a su novio que la quería mucho.
Un día, consiguió un par de ojos sanos, la operaron y pudo ver.
Cuando lo hizo, el novio le preguntó si se casaría con él, a lo que ella respondió que no, porque se dio cuenta que él era ciego.
El novio, triste, lo comprendió y se despidió de su vida.
En su partida le dejó esta nota:
Tan solo te pido que cuides muy bien de mis ojos pues te los regalé y ahora son los tuyos.
Tan solo te pido que cuides muy bien de mis ojos pues te los regalé y ahora son los tuyos.
Te amo.
-Antes de quejarte del sabor de tu comida, piensa en los que no tienen que comer.
-Antes de quejarte de tu pareja, piensa en los corazones solitarios y tristes que añoran un compañero.
-Antes de quejarte de tus hijos, piensa en quienes no los tienen y los desean.
Cuando estés cansado y reniegues de tu trabajo, piensa en los millones que están desempleados y quisieran el tuyo.
-Antes de señalar con el dedo, Y TOMARTE LA ATRIBUCION DE JUZGAR, recuerda que todos hemos cometido errores, y lo seguiremos haciendo.
Y CUANDO EL CANSANCIO Y LAS TINIEBLAS QUIERAN TIMARTE y llenarte de pensamientos negativos y destructores, ¡¡SONRIE!!
SONRIE y da gracias A DIOS, porque estás vivo y todavía andas por aquí.
ESTA VIDA NO ES ETERNA PARA NADIE. Es un regalo, una aventura, una celebración, un hermoso viaje.
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