NECESIDAD DE CRISTIANOS EN LA POLÍTICA
La vida pública es tarea de todos y los cristianos deben tomarse en serio sus responsabilidades políticas y su militancia en partidos que, sin ser confesionales, defiendan los grandes valores humanos y el bien de la sociedad.
El Papa nos ha dicho (creo que en una visita a España) que los cristianos debemos salir a la calle; y salir a la calle creo que debe ser asumiendo nuestras propias responsabilidades como ciudadanos, más que en manifestaciones o en huelgas, que también, en defender públicamente los derechos de los ciudadanos a las libertades y el bien común.
· En la calle, los padres de alumnos a la hora de defender su derecho a que sus hijos sean educados según su principios religiosos y morales.
· En la calle, las familias preocupándose por el clima de inmoralidad que está invadiendo todos los sectores de nuestra sociedad.
· En la calle, los periodistas ante las manipulaciones que se están teniendo de las noticias en ciertos medios de comunicación.
· En la calle, los parlamentarios cristianos ante ciertas leyes que repugnan a la conciencia cristiana.
· En la calle, las asociaciones católicas. Dicen que hay sobre un millón de cristianos que pertenecen a alguna asociación católica, aunque no sé si tienen todos los mismos criterios fundamentales en cuestiones de moral y de bien social para actuar de manera acorde. Es posible que si actuasen debidamente y con sentido de responsabilidad, pudiesen influir en elevar el nivel moral de nuestra patria, que falta nos hace.
· Es en la calle donde han de estar presentes los cristianos, sin ningún complejo, sino conscientes de su deber y de su responsabilidad en cuanto a elevar el nivel social y moral de nuestra sociedad. Es posible que quizá en las sacristías o en trabajos parroquiales se sientan más cómodos que en la calle. Y no tengo nada contra estas actividades; al contrario, son totalmente necesarias, y las solicito constantemente. De lo que estoy en contra es de que esos cristianos que no tienen inconveniente en trabajar dentro de la parroquia, lo tengan a la hora de actuar coherentemente con su fe en medio de la sociedad, incluso vinculándose a alguna asociación en la que pueda trabajar por el bien común en la defensa de los derechos de todos los ciudadanos.
La acción política no es tan gratificante como la acción dentro del ambiente de la vida parroquial. En la política le dan a uno muchos disgustos y recibe muchas tortas y ha de estar dispuesto a poner la otra mejilla, dando la cara por Cristo en medio de ambientes que ni son cristianos ni buscan a Cristo. Pero ahí está nuestra tarea.
José Gea
La vida pública es tarea de todos y los cristianos deben tomarse en serio sus responsabilidades políticas y su militancia en partidos que, sin ser confesionales, defiendan los grandes valores humanos y el bien de la sociedad.
El Papa nos ha dicho (creo que en una visita a España) que los cristianos debemos salir a la calle; y salir a la calle creo que debe ser asumiendo nuestras propias responsabilidades como ciudadanos, más que en manifestaciones o en huelgas, que también, en defender públicamente los derechos de los ciudadanos a las libertades y el bien común.
· En la calle, los padres de alumnos a la hora de defender su derecho a que sus hijos sean educados según su principios religiosos y morales.
· En la calle, las familias preocupándose por el clima de inmoralidad que está invadiendo todos los sectores de nuestra sociedad.
· En la calle, los periodistas ante las manipulaciones que se están teniendo de las noticias en ciertos medios de comunicación.
· En la calle, los parlamentarios cristianos ante ciertas leyes que repugnan a la conciencia cristiana.
· En la calle, las asociaciones católicas. Dicen que hay sobre un millón de cristianos que pertenecen a alguna asociación católica, aunque no sé si tienen todos los mismos criterios fundamentales en cuestiones de moral y de bien social para actuar de manera acorde. Es posible que si actuasen debidamente y con sentido de responsabilidad, pudiesen influir en elevar el nivel moral de nuestra patria, que falta nos hace.
· Es en la calle donde han de estar presentes los cristianos, sin ningún complejo, sino conscientes de su deber y de su responsabilidad en cuanto a elevar el nivel social y moral de nuestra sociedad. Es posible que quizá en las sacristías o en trabajos parroquiales se sientan más cómodos que en la calle. Y no tengo nada contra estas actividades; al contrario, son totalmente necesarias, y las solicito constantemente. De lo que estoy en contra es de que esos cristianos que no tienen inconveniente en trabajar dentro de la parroquia, lo tengan a la hora de actuar coherentemente con su fe en medio de la sociedad, incluso vinculándose a alguna asociación en la que pueda trabajar por el bien común en la defensa de los derechos de todos los ciudadanos.
La acción política no es tan gratificante como la acción dentro del ambiente de la vida parroquial. En la política le dan a uno muchos disgustos y recibe muchas tortas y ha de estar dispuesto a poner la otra mejilla, dando la cara por Cristo en medio de ambientes que ni son cristianos ni buscan a Cristo. Pero ahí está nuestra tarea.
José Gea
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