El culto a la figura ha llegado a nuestras madres jóvenes y no tan jóvenes y a nuestras hijas.
Dicen las revistas de moda que dentro de sus páginas se puede encontrar todo lo que se necesita para lograr la figura ideal que cada mujer quiere tener. Los artículos y anuncios nos hablan de cremas que queman la grasa, pastillas para acelerar el metabolismo y, hasta la famosa dieta de repollo. Claro, las revistas promueven el culto a la figura. ¿En qué te hace pensar esto? Yo pienso en mujeres delgadas, mujeres jóvenes, mujeres sin una gota de grasa en sus cuerpos y vestidas a la última moda. Se me vienen también a la cabeza cinturas de avispa a fuerza de mucha ensalada, manos que no envejecen y, mujeres que sacrifican todo por la belleza volviéndose anoréxicas, bulímicas y compulsivas. A la cabeza de esta lista están las modelos y los modelos, pues ellos también padecen y son quizá los dioses de este culto. “De hecho yo fui modelo”.
El culto a la figura inunda rabiosamente todos los medios de comunicación, la prensa, la radio y la televisión. Nadie se ha salvado. El culto a la figura ha llegado a nuestras madres jóvenes y no tan jóvenes y a nuestras hijas de 8 años y un poco más. Créame, le estoy diciendo la verdad. En nuestro tiempo no es la muñeca Barbie el modelo, hoy es la muñeca Bratz que, con la misma delgadez de la Barbie pero con labios carnosos y sensuales, ojos que hechizan a cualquiera y vestimenta que seduce, le dicen a nuestras niñitas: mira, así somos las mujeres hoy, 5 libras de más y olvídate, pues no pasarás la prueba.
Necesidad de despertar y actuar.
¿Hasta cuándo seguiremos durmiendo y apoyando todo esto, nosotras mujeres que hacemos y defendemos la cultura? ¿Le parece amigo lector que son estos modelos la noción de feminidad que queremos transmitir a las niñas? ¿Cómo evitar caer en estas trampas que inclusive muchas de nosotras como mujeres nos hemos creído? ¿Quién se animará a reinventar las muñecas? Supongamos que es cada una de nosotras la que trabaja para proveer a nuestras hijas y nuestras mujercitas una nueva mirada hacia lo que realmente significa ser mujer y estar a la moda.
¿Hasta cuándo seguiremos durmiendo y apoyando todo esto, nosotras mujeres que hacemos y defendemos la cultura? ¿Le parece amigo lector que son estos modelos la noción de feminidad que queremos transmitir a las niñas? ¿Cómo evitar caer en estas trampas que inclusive muchas de nosotras como mujeres nos hemos creído? ¿Quién se animará a reinventar las muñecas? Supongamos que es cada una de nosotras la que trabaja para proveer a nuestras hijas y nuestras mujercitas una nueva mirada hacia lo que realmente significa ser mujer y estar a la moda.
¿Mujer o género?
La mujer es más que un género. ¿Y qué es el género? Es el vocablo utilizado que no contiene en sí mismo el significado de ser mujer. Este vocablo se queda corto para expresar lo que la mujer es en toda su profundidad. Por su constitución ontológica, la persona es una unidad substancial de cuerpo y espíritu. La naturaleza humana existe de dos modos distintos como varón y como mujer, de aquí que ambos posean la misma dignidad. La mujer es un ser sexuado. Cuando hablamos de sexualidad hablamos de la totalidad de la persona como hombre o mujer. Es por esto que la mujer debe defender esa dignidad propia que radica en ella, siendo muy celosa y cuidadosa a la hora de vestirse.
La mujer es más que un género. ¿Y qué es el género? Es el vocablo utilizado que no contiene en sí mismo el significado de ser mujer. Este vocablo se queda corto para expresar lo que la mujer es en toda su profundidad. Por su constitución ontológica, la persona es una unidad substancial de cuerpo y espíritu. La naturaleza humana existe de dos modos distintos como varón y como mujer, de aquí que ambos posean la misma dignidad. La mujer es un ser sexuado. Cuando hablamos de sexualidad hablamos de la totalidad de la persona como hombre o mujer. Es por esto que la mujer debe defender esa dignidad propia que radica en ella, siendo muy celosa y cuidadosa a la hora de vestirse.
Cuando la persona nace, nace desnuda y de inmediato se la cubre, pues se quiere proteger su intimidad. Profundizar en torno a esto con nuestras hijas es muy necesario, pues ayudará a la joven a comprender el porqué es importante vestirse y ser cuidadosa en cuanto a la moda que se lleva, pues si la mujer quiere que se la ame por el significado profundo de ser persona-mujer y por su dignidad, será necesaria la educación de una misma como mujer y madre en cuanto a la forma que se mira y se lleva la moda, pues ésta puede ayudar o ser obstáculo para alcanzar el fin que cada una tiene como mujer.
Dicen que en la moda, hoy, todo se vale. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo con esto. No se vale caer en el permisivismo y en el acomodamiento de porque esta de moda y porque todo el mundo lo lleva hay que hacerlo. No se vale que permitamos que a nuestras hijas y niñas no se les inculque el celo por lo moral y por la belleza de su dignidad femenina debido a la falta de formación en una misma. ¡Piénsalo!
Sheila Morataya Fleichman
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