sábado, 9 de abril de 2011

A VIVIR COMO PERROS...


¿Por qué los perros viven menos que las personas?

Aquí la respuesta (por un niño de 6 años).

Siendo un Veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de 10 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro. Examiné a Belker y descubrí que estaba muriendo de cáncer. Les dije a su familia que no podríamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.

Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que el niño de 6 años, Shane observara el suceso. Ellos sintieron que Shane podría aprender algo de la experiencia.

Al día siguiente, sentí la familiar sensación de un nudo en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si comprendía lo que estaba pasando.

En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido, prácticamente para ya no despertar. El pequeño niño parecía aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el por qué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de los humanos.

Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo: yo sé por qué.

Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca he escuchado una explicación más reconfortante que ésta. Este momento cambió mi forma de ver la vida.

El dijo: La gente viene al mundo para poder aprender cómo vivir una buena vida, cómo amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad? - El niño de 6 años continuó... - Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo como nosotros...”

Esta es la reflexión que yo saco de este correo y quise compartirlo contigo.

UN PERRO: Vive sencillamente. Ama generosamente. Quiere profundamente. Habla amablemente. Trata bondadosamente.

Recuerda, si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como: Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos. Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear. Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro Éxtasis. Toma siestas. Estírate antes de levantarte. Corre, brinca y juega a diario. Mejora tu atención y deja que la gente te toque. Evita morder cuando un simple gruñido puede ser suficiente. En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto. Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol. Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo. Deléitate en la alegría simple de una larga caminata. Se leal. Nunca pretendas ser algo que no eres. Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres. Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí.

Bonita enseñanza canina, ¿no crees? entonces ....... ¡¡¡A VIVIR COMO PERROS!!!

Enfoca los problemas como lo haría un perro: Los miras, los olfateas y si no te los puedes coger o comer, lo meas y te vas.

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