jueves, 3 de febrero de 2011

EXPERTOS EN SATANÍSMO ADVIERTEN: EN UN MUNDO DESCREÍDO, EL DIABLO TRABAJA MEJOR


Más de 6,000 personas adoran a Lucifer en España, y en Italia, uno de cada diez jóvenes podría caer en una secta.

Madrid.- Se cumplen meses de la desaparición en extrañas circunstancias de Yéremi Vargas, el pequeño secuestrado en la localidad canaria de Vecindario. Una de las hipótesis que baraja la Policía es que quizá el niño haya sido víctima de una de las múltiples sectas que operan en España, muchas de ellas satánicas o luciferinas. Manuel Guerra, el mayor experto de la Iglesia española en este tema, asegura que más de 6.000 personas adoran a Lucifer en España y ha catalogado hasta 54 grupos diabólicos. La zona de mayor actividad es Levante, y las grandes urbes como Barcelona o Madrid. Pero, sin duda, el país que sufre más violentamente sigue siendo Italia.

Según una encuesta, uno de cada diez adolescentes italianos corre el riesgo de caer en manos de una secta satánica. Muchos de los jóvenes entrevistados han declarado que si Satán les diera poder y dinero no tendrían problema ninguno en aliarse con él. Lo ha explicado en Famiglia Cristiana el profesor Tonino Cantelmi, siquiatra y presidente de la asociación de Sicólogos y Siquiatras Católicos: “Se sienten atraídos y fascinados por la rebelión y la anarquía, por la práctica del sexo, el consumo de alcohol y la atracción de la droga. Hay algo muy importante, y es que el satanismo no es ausencia de valores si fuera así sería mucho más fácilmente combatirlo sino un contravalor, la afirmación y el triunfo del valor moral del mal, por desgracia algo profundamente atractivo en los tiempos que corren, explica.

CUANDO LA FE SÓLO ES FACHADA
En cuanto al componente religioso, según el profesor Cantelmi, el factor principal es el de rebelión LA RELIGIOSIDAD CATÓLICA, LA MAYORÍA DE LAS VECES RECIBIDA DE LOS PROPIOS PADRES. Y A VECES NI SIQUIERA ESO: Hoy la fe católica se vive a menudo sólo de fachada. La expansión de los grupos satánicos es más una consecuencia de la falta de valores fuertes: Los padres han renunciado a su papel de padres y formadores, sostiene.

Cuando se habla de satanismo, viene enseguida a la cabeza la terrible cadena de homicidios, misas negras y rituales satánicos. El más conocido en Italia es el caso de las Bestias de Satanás, de la zona de Varese, una secta satánica que acabó en 1998 con la vida de dos de sus miembros, Chiara Marino, a la que consideraban la encarnación de la Virgen María, y a su amigo Fabio, por defenderla. Tenían 16 años.

Michel Tollis es el padre de Fabio, victima de su propia red: “Mi hijo tocaba por los bares. Al principio sólo hacía músicametal’, pero el problema llegó cuando empezó a frecuentar el pub Midnight. Comenzó a componer letras de tipo satánico, vestía de negro y llevaba símbolos extraños, pero a mí eso no me preocupaba. Pensé que era el típico síntoma de adolescente rebelde. Además, era buen estudiante, nada problemático”. Una noche, tras una discusión, los líderes de la secta se lo llevaron a un bosque y los asesinaron brutalmente. Fui demasiado ingenuo. Tendría que haber estado más atento al ambiente que frecuentaba mi hijo. Cuando ya nada tenía remedio pasé un día por el Midnight y vi que tenían un altar con la figura de Satanás pisando a un hombre. Tenía que haber mirado antes, y ni limitarme a ir a buscarlo allí algunos días. Sólo en la fe he encontrado la fuerza suficiente para salir adelante después de todo aquello. Y me ha ayudado especialmente la figura del Padre Pío, al que le he encomendado a mi hijo y a mi familia, que gracias a Dios permanece unida, reconoce.

SATANÁS ES MUY ASTUTO
El padre José Antonio Sayes, profesor de la Facultad de Teología del Norte de España (Burgos), autor de la obra El demonio ¿realidad o mito, aseguras que el demonio existe, aunque muchos sacerdotes no crean en él: “Hay una corriente secularizadora en la teología que nace en los años sesenta, que realmente piensa que todo esto se debe a un lenguaje mítico que hoy en día no podemos aceptar en un mundo secularizado. En un mundo que no necesita a Dios, hablar del demonio sería hablar de algo que el hombre moderno no puede aceptar. Y el sacerdote tiene complejo, miedo a hablar de ello, y también una tremenda ignorancia. Yo, por ejemplo, durante mis años de formación nunca recibí una clase de teología sobre el demonio. Ni en el seminario ni en la Universidad Gregoriana, la de los buenos tiempos que yo conocí. Y he escrito un libro sobre el demonio, porque yo mismo quería tener clara la cuestión, sostiene. Sin embargo, según el padre Sayes, resulta curios que hoy el mundo moderno esté más inclinado a hablar del demonio que nunca: “Y eso es porque ya ha tocado fondo y empieza a tener miedo. Cuando el hombre se aleja de Dios, le entra miedo. Ve que no puede dominar el mal y empieza realmente a interesarse sobre el tema. Hay numerosas sectas en Italia, por ejemplo, en Turín, donde el arzobispo ha tenido que nombrar a cuatro nuevos exorcistas porque hay 40.000 personas involucradas en sectas satánicas, explica.

Insiste en que el demonio, si se vive en paz, no hay que tenerle miedo: “Una persona cristiana que reza diariamente, que acude a los sacramentos, a la eucaristía y la penitencia, no tiene nada que temer. Creyendo en Cristo no es posible tener miedo. Él vino a destruir las obras del diablo y tiene conciencia de que con su muerte, con la obediencia nace de su misterio pascual para vencer el pecado, para vencer al demonio, para vencer la muerte, explica. Al demonio se le puede vencer, pero hay que tener los ojos abiertos, continúa. Decía Baudelaire: que la mayor astucia del demonio es hacernos creer que no existe porque así trabaja mejor. No hace muchas posesiones diabólicas, porque en un mundo descreído como el nuestro, eso llevaría a la gente a creer en él. Si hay una posesión diabólica, por ejemplo, de un joven en la universidad y lo ve todo el mundo, nace un interrogante para todos los estudiantes. El demonio es más astuto: prefiere provocar la división dentro de la fe. Y lo está haciendo bastante bien”, concluye.

Pero no todo está perdido. Como dice el profesor Cantelmi, de las sectas se puede salir: “Todo el que quiera liberarse de esta trampa, debe saber que, además de recibir un apoyo espiritual, debe confiarse a un apoyo sicológico, social y legal, a toda una red de protección. Y no está solo. Siempre habrá gente que le va a ayudar”.

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