Traigo al blog la historia de un converso norteamericano que encontró a Dios gracias a su madre.
Estaba desesperado, al borde del suicidio, con un profundo vacío interior tras la experiencia dolorosa de una vida desordenada. Quería cambiar y le pidió ayuda a su madre. Ella le llevó a un sacerdote amigo que le facilitó la confesión, tras veinte años sin pedir perdón de sus pecados. Al terminar la confesión le manifestó al confesor que él quería ser sacerdote. ¡Gran sorpresa del sacerdote! Ahora, tras veinte años sin recibir los sacramentos, manifiesta de repente que quería ser sacerdote.
Pero la cosa iba en serio. Tras estudiar los años correspondientes y formarse debidamente, fue ordenado por el Papa Juan Pablo II en San Pedro del Vaticano. Y celebró su primera Misa en una de las capillas de las grutas vaticanas. El considera su historia como una obra de la misericordia de Dios. Al terminar la santa Misa y volver a las naves de San Pedro, le sorprendió que un señor le pidiera confesión, tras treinta años sin acercarse al sacramento del perdón. El nuevo sacerdote quedó aturdido, y se pregunto: - Pero, ¿puedo yo perdonar? Sí, soy sacerdote. Y le absolvió poniéndoles las manos sobre la cabeza.
Este sacerdote converso hoy da testimonio de su encuentro con Dios gozosamente. Lo puedes oír en directo en el video que facilito. Merece la pena. Estas son las maravillas del Señor, la grandeza de la Iglesia. Nunca podemos decir que es tarde. Dios llama cuando quiere, y hay que estar atentos a su Voz.
Juan García Inza
Entra en esta dirección:
http://www.youtube.com/watch?v=n7JptlCcfv8
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