jueves, 6 de enero de 2011

EXORCISTA, SANADOR O DIRECTOR DE EXORCISMO O SANACIÓN


Talitá Kumi
¿Dónde está la diferencia?

La diferencia está en la imposición de manos directa sobre el poseso o el enfermo. El exorcista y el sanador imponen manos directamente, los directores dirigen un exorcismo o sanación, pero otros son los que ponen manos... siempre y todo, en el Nombre de Jesús. En todos los casos son buenos intercesores, y su oración es escuchada por Dios.

¿Por qué no imponen manos?

Porque saben que no van a poder soportar los ataques del enemigo, lo que podría ser un obstáculo, por eso piden a otros, que si pueden, que impongan por él. Una buena dirección es muy positiva. El director dice lo que cada uno debe hacer, antes o durante el exorcismo o la sanación.
Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: ¡Quiero; queda limpio!” (Mateo 7, 3); Jesús le tocó la mano y se le pasó la fiebre (Mateo 9, 18); Entonces Jesús les tocó lo ojos, diciendo: Hágase así, tal como han creído. Y sus ojos vieron(Mateo 9, 29); “Tomándola de la mano, dijo a la niña:Talitá Kumi’, que quiere decir: Niña, te lo digo, ¡levántate!” (Marcos 6, 41)

¿Se puede hacer una exorcismo o una sanación sin imponer manos directamente?

Si se puede a través de la intercesión, inclusive a través de la distancia.
Asimismo yo les digo: si en la Tierra dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir alguna cosa, mi Padre Celestial se lo concederá. Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo, en medio de ellos (Mateo 18, 19) Pidan y se les dará; busquen y hallarán, llamen y se les abrirá la puerta. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirán las puertas al que llama (Mateo 7, 7).

¿La fe tiene algo que ver para un buen resultado?

La fe es uno de los requisitos más importantes para un buen resultado.
Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe (Mateo 7, 10); Al instante Jesús extendió la mano y lo agarró, diciendo: Hombre de poca fe, ¿por qué has vacilado?” (Mateo 14, 31); Entonces Jesús dijo: Mujer, ¡qué grande es tu fe! Qué se cumpla tu deseo. Y en aquel momento quedó sana su hija (Mateo 15, 28)

¿Y el miedo?

Es lo peor que podría pasar en una sesión de exorcismo o sanación... malogra todo. La fe está relacionada directamente con el miedo.
Pero Él les dijo: ¡Qué miedosos son ustedes! ¡Qué poca fe tienen!” (Mateo 9, 26);;

¿Solamente los sacerdotes pueden hacer exorcismos o sanaciones?

Todos los escogidos por Dios lo pueden hacer, sean sacerdotes o laicos. En realidad hay más exorcistas y sanadores laicos que sacerdotes.
No se lo prohíban, ya que nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de Mí. El que no está en contra de nosotros está con nosotros (Marcos 9, 39-40)

¿Cómo se aprende a exorcizar o a sanar en el Nombre de Jesús?

Primeramente, para eso no se estudia... uno nace predestinado para ser exorcista o sanador. Las condiciones son: Mucha fe; nada de miedo; mucha oración y ayuno antes de cada sesión; poder de mando para echar al demonio o para repudiar a la enfermedad.
Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu Nombre. Jesús les dijo: Yo veía a satanás caer del cielo como un rayo. Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes (Lucas 10, 17-18); En seguida Jesús dio una orden al demonio, que salió, y desde ese momento el niño quedó sano (Mateo 16, 18); Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá (Marcos 12, 23)

Jesús lo pidió.

Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios (Mateo 10, 8): Estas señales acompañarán a lo que crean: En mi Nombre echarán demonios y hablaran en lenguas; tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos(Marcos 16, 17- 18)
Nota: La ventaja de pertenecer a un grupo de oración es que todos los participantes, por experiencia, ya saben lo que tienen que hacer, lo que es una gran ventaja en el momento de la liberación. El exorcista o sanador sólo se preocupa en lo que él debe hacer. Dios Espíritu Santo mueve a quien debe mover según sus cualidades.
José Miguel Pajares Clausen

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