domingo, 3 de octubre de 2010

LA MARCA DE LA BESTIA


Mucha gente buena siente hoy en día repulsión, por la modas del tatuaje, la moda de los múltiples tipos de pendientes y aretes que la juventud se pone en muchas partes del cuerpo, y sin embargo, se sienten incapaces de dar un claro juicio sobre la moralidad de dichas practicas, o simplemente no saben refutar la acusación de que al rechazar estas practicas se esta elevando a categoría moral lo que no deja de ser una preferencia personal.

En el Antiguo Testamento, el pueblo elegido fue específicamente aleccionado: "No practiquéis ni la adivinación ni la magia. No rapéis en redondo vuestra cabellera, ni recortéis los bordes de vuestra barba. No haréis incisiones en vuestra carne por un muerto, no haréis tatuajes, yo Yahvé". (Levítico 19,26-28)

Inspirado por Dios, San Pablo nos amonesta: "No sabéis que vuestro cuerpo es Templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?" (1 Cor 6, 19). Siendo templos del Espíritu Santo, debemos tener por nuestro cuerpo el debido cuidado, y la debida protección y decoro. En algunas culturas, una especial marca o diseño en el cuerpo, por ejemplo en la cabeza, significa la pertenencia a una tribu o el estado de casado, o cualquier otro significado socialmente aceptado. En las sociedades occidentales, los pendientes y maquillajes son aceptados como parte de la moda femenina. Sin embargo, ciertos tipos de aretes (piercing) y decoraciones del cuerpo, son extremos e injustificados, y muchos de ellos motivados por sentimientos anticristianos.

Sería imposible hacer juicios blanco sobre negro para todos los tipos de decoraciones que se usan para el cuerpo. Sin embargo, podemos señalar algunos aspectos negativos que deben ser motivo de preocupación para un cristiano.

1. Imágenes diabólicas. Tatuajes de demonios, dragones o serpientes son muy comunes. Ningún cristiano debería utilizar como deporte imágenes o símbolos de este tipo. (Me pregunto si cuando la Virgen pide en sus manifestaciones, que recemos por la juventud, que esta siendo captada-marcada por el enemigo, se refiere en parte a este tipo de practicas. Qué importante es signarse, marcar la señal de la Cruz en la frente con agua bendita).

2. Exaltación de lo feo. Esta es la marca de lo satánico, que odia la belleza de la creación de Dios y trata de destruirla y arruinar nuestro aprecio por ella. Más que ser feo, algunos cuerpos llenos de piercing lo que buscan es deleitarse en ser feo.

Reconocemos el mal gusto de los tatuajes, anillos y clavitos, observando su naturaleza, tamaño, cantidad y colocación en el cuerpo. Sin embargo, irónicamente, los coloridos tatuajes, poco a poco con el tiempo pierden su color y se quedan oscuros y tristes. Cuando uno piensa cómo en los campos de concentración los hombres eran tratados como animales y marcados sus brazos con números, es increíble pensar que la gente de hoy en día adopta similares marcas, pensando que están a la moda o que son inteligentes. Esto es verdaderamente una vuelta a la barbarie, las personas que lo practican no tienen ningún sentido de la dignidad de la persona humana.

3. Automutilación y autodesfiguración. Esto es un pecado contra el cuerpo y contra el quinto mandamiento. Algunos piercing están en el borde de la automutilación. Lo mínimo que podemos decir es que estamos abusando del cuerpo. Una forma de auto-odio o auto-rechazo es lo que motiva a ponerse los piercing, una moda de lo horrendo, de lo espantoso. El cuerpo humano no fue hecho por Dios para ser una almohadilla, un mural donde pinchar.

4. Daño a la salud. Los médicos han hablado ya públicamente sobre este tema. En 2001, los investigadores de las Universidades de Texas y Nacional de Australia informaron del daño a la salud causado por los tatuajes y los piercing. Algunos pendientes (en el ombligo, lengua u oreja) son insanos, causan infecciones y daños duraderos, como deformidades en la piel. Pueden además envenenar la sangre por algún tiempo(septicemia). La perforación realizada con ciertos piercing (en la nariz, ceja, labios o lengua) no se cerrará aunque sean después sacados. Por este motivo, los piercing del cuerpo son inmorales, pues no se puede poner en peligro la salud sin un motivo razonable. Si realizando los tatuajes y piercing no se usan instrumentos correctamente esterilizados, se puede transmitir el SIDA.

Algunos han querido evitar los daños a la salud haciendo los tatuajes con "henna", siendo pintados, en vez de realizados con alfileres. La coloración con Henna es un antiguo rito hindú para la bodas, se pintan diseños florales en los pies y las manos. Una Asociación Medica Alemana informó que este año unos turistas volvieron a casa con Henna hechos en Bali y Bangkok, y tuvieron que ir a los médicos por severos daños en la piel, infecciones, y hasta alergias severas. En algunos casos, el agente colorante usado hizo que el tatuaje desapareciera, pero después de unas semanas de irritación en la piel, el diseño volvió a aparecer en color rojo, con gran dolor para el paciente. Las alergias se desarrollaron desde las primeras 12 horas de la aplicación de la Henna y durante una semana, causando picor, rojez, abrasión y hasta cicatrices.

5. Deseo de golpear y repeler. Puede ser apropiado golpear a la gente cuando vemos la grave situación de los pobres, los crímenes o una terrible explotación. Todo esto puede ser saludable cuando se hace correctamente y con el debido cuidado, para sacar a la gente de la autocomplacencia para que se den cuanta que algo debe hacerse. Pero golpear a la gente por la emoción de verlos golpeados, sin la intención de promover la verdad y el bien, no es una virtud, sino signo de perversión de los valores.

Para evaluar los tatuajes y piercing bajo este concepto de repulsividad, debemos mirar la naturaleza de las imágenes, el tamaño y el numero de los tatuajes y su emplazamiento en el cuerpo.

6. Indecencia e irreverencia. Es inmoral tener o exhibir tatuajes con imágenes, frases indecentes o figuras indecentes de Nuestro Señor, su Madre o cosas sagradas.

7. Signos de desorientación sexual. Los piratas solían ser los únicos hombres que usaban pendientes, mientras que los marineros y similares eran los únicas personas que usaban tatuajes. Lo que antes era restringido, se ha extendido a amplios sectores de la sociedad. En los setenta, un pendiente puesto por un hombre en su oreja izquierda, derecha o ambas, era un signo de su orientación sexual y era la forma de buscar a otros como él. Como tal, esto era descaradamente inmoral y anuncio de inmoralidad.

Los pendientes en chicos y hombres es muy común ahora, y ha perdido su significación, pero nunca son aceptados de forma positiva socialmente, como lo son el uso de una chaqueta o una corbata para determinadas ocasiones formales. Aun admitiendo la ausencia de su claro simbolismo hoy en día, supongo que a quién quiera ser seminarista se le pedirá que se quite el pendiente antes de entrar, y se le preguntará además, cuando empezó a ponerse el pendiente y por qué. Un seminarista o sacerdote con un pendiente no es socialmente aceptable en la Iglesia Católica. Un buen número de párrocos se preguntan sobre sus profundas razones y motivaciones. De hecho, ningún personaje público empieza a vestirse con pendientes sin pensarlo seriamente, ningún cambio externo se produce sino hay un cambio interno. Esta moda es como hacer una expresa declaración de intenciones, tal como ocurre con los códigos de conducta de policías, médicos o profesores.

8. Inadecuado. Algunas veces la gente se tatúa con una gran imagen de un crucifijo u otra imagen sagrada. El cuerpo humano es el sitio más inadecuado para colocar estas imágenes aunque sean bonitas. De esta manera, cada vez que vayan a nadar, exhiben estas imágenes de forma inapropiada. Ningún sacerdote por ejemplo, debe acudir a un centro comercial vestido para la Misa, porque no es el tiempo ni el lugar para ponerse símbolos religiosos.

9. Vanidad. Algunos hombres ponen sus tatuajes en la parte alta o baja del brazo como símbolo de ostentación, para impresionar. Es una forma de llamar la atención sobre sí mismo. Quien se encuentra con ellos no puede dejar de prestar atención a dichos tatuajes, hasta el punto de suponer una constante distracción. Te distrae de la persona y te focaliza excesivamente en la apariencia del cuerpo. Lo mismo puede decirse de los adornos en la lengua, los aros en la nariz, y los pendientes alrededor de la oreja y cejas. No son parte de nuestra cultura, a lo más, son parte de una cierta subcultura, desprovista de un significado social positivo o religioso. No estamos diciendo que esté mal embellecerse, estamos hablando de moderación y discreción. La Sagrada Escritura implícitamente reconoce que es bueno para la novia adornarse para el marido, cuando la Jerusalén Celestial es comparada con el mujer (Apoc. 21,2). Es bueno para la dama estar bien vestida y usar maquillaje cuando la ocasión lo requiere, pero cada uno reconoce cuando el embellecimiento esta fuera de lugar y la hace para aparecer provocativa o barata.

10. Inmadurez e imprudencia. Una acción aceptable o indiferente en sí mismo se puede convertir en equivocada, si la intención o la motivación son equivocadas. Algunos jóvenes adoptan escandalosas modas por un inmaduro deseo de rebelión contra la sociedad o contra los padres. Tal clase de desobediencia contra los padres no es pecaminosa. Algunos lo hacen por un inmaduro deseo de parecerse a sus amigos, otros igualmente inmaduros, desean sobresalir sobre cualquiera que este a su alrededor. Otros lo hacen por aburrimiento, porque es algo diferente, porque les produce una emoción, porque es algo que admiraran sus amigos y producirá comentarios.

Seguir sin sentido estas modas, es la marca de la inmadurez. Para los jóvenes que viven en casa, bajo la autoridad de los padres es suficiente que los padres les digan que desaprueban estas modas, para que ellos no sigan adelante. Para los jóvenes que lo llevan al extremo, y compiten unos con otros para ver quién se perfora más el cuerpo. los padres deben prohibir estas conductas absolutamente.

Los jóvenes difícilmente pueden esconder el enorme gasto (sin mencionar el dolor) que supone hacerse un tatuaje. Por ejemplo el tatuaje de todo el brazo, arriba y abajo, tiene un coste de 1.000 dólares.

Los tatuajes son mas serios que cualquier otro adorno ya que son marcas más o menos permanentes en el cuerpo. Muchos hombres y mujeres han sido tatuados alegremente en su juventud y se arrepienten no mucho tiempo después, cuando lo ven como una embarazosa desfiguración de su piel. Una vez que maduran pagan duramente por el lujo de deshacerse de ellos. Quitar los tatuajes es caro y difícil y puede dejar cicatrices. Requiere una cirugía, con los riesgos de la anestesia general, mas los altos gastos médicos y de hospital. Quitar los grandes tatuajes puede dejar grandes trozos de la piel permanentemente desfigurados o con manchas, como la piel que ha sido gravemente quemada. Muchos adultos quedan inelegibles para algunos trabajos porque las empresas no se los darán con las manos cubiertas de tatuajes, imposible de ocultar después de los años de locura juvenil.

Criterio Universal: No siempre es posible dibujar la línea exacta y decir donde la moderación se ha excedido. Pero eso no significa que no haya línea. Nadie puede definir la temperatura exacta en que pasamos del buen tiempo al frío, pero todo el mundo sabe que cuando la temperatura es cero, hace frío. No caigamos nunca en la trampa que trata argüir desde los casos extremos o difíciles, para decir que no hay guías ni principios, para decir que no hay un camino justo o moderado, solo porque es difícil de definir.

El cuerpo humano debe ser tratado con cuidado, no maltratado o desfigurado. La dignidad y la belleza deben ser guardadas y cultivadas porque son expresión de la profunda belleza del alma.

(Este articulo ha sido traducido del ingles. Es del Padre Peter Joseph, Vice-rector del Vianney College, seminario diocesano de Wagga Wagga, Australia)
Luis Lopez-Cozar

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