TESTIMONIO CARMELITA

MI PASO POR EL MONASTERIO DEL CARMEN DE LIMA-PERÚ

Era la época en que mi esposa pertenecía a la Comunidad de Jesús y yo me dedicaba a la grabación de videos.

Yo no pertenecía a ningún sitio, incluso estaba apartado de la iglesia, pero Dios sabe como atraer a sus hijos al buen camino.

Por medio de la Comunidad de Jesús, las madres del Monasterio, solicitaron un camarógrafo para que grabara los votos de una novicia que quería ser monja. Por medio de mi esposa se enteraron en la Comunidad que yo hacía ese trabajo y me lo solicitaron. Por supuesto que sólo pedí que me movilizaran y me consiguieran el material para hacerlo. Pasó una y otra vez y me fui quedando en el Carmelo, incluso el p. Roberto me aceptó en la Comunidad de Jesús y también los estuve apoyando con grabaciones en sus inicios por la televisión.

Volvamos al Carmen.
Ya no sólo apoyaba con grabaciones, sino que las madrecitas – que ya me consideraban parte carmelita – me pedían otras cosas, como reparación de aparatos, grabadoras e incluso les enseñé a grabar.

Yo iba con mi hijo menor en cada visita al monasterio y los dos íbamos en bicicleta.

Y así con pequeñas cosas bonitas y sencillas pasaron varios años. Ellas me ponían en la lista de las misas individuales en las festividades, y hasta me permitieron colaborar por el 350 aniversario con el video que salió por televisión. También fui partícipe de la Fundación del Monasterio de San José en Moquegua. Yo me repartía entre el Monasterio y la Comunidad de Jesús, donde serví en un diaconado de sanación.

Pasado un tiempo mi madre fue operada y debido a complicaciones no salía de Cuidados Intensivos – estuvo seis meses – y, durante todo ese tiempo las madres me apoyaron desinteresadamente con todos los remedios que me solicitaron los doctores y, por supuesto, con sus oraciones.

A través de mi Madre Bendita del Carmelo llegué a encontrar el camino.
Dios te bendiga siempre Madre Santísima del Carmelo.

José Miguel Pajares Clausen
Lima-Perú - 14 de Julio 2010