Y llegamos al final de esta serie. Tras ofrecer parte de lo publicado por el movimiento de Garabandal, sin añadidos ni comentarios, publicamos hoy la postura de la Jerarquía sobre el particular. Algunos lectores me han interpretado mal. Hay quien duda de mi inteligencia porque he traído al Blog exactamente lo que se ha venido publicando. No me quería interferir con mi aportación en la buena fe de los que creen que la Virgen se apareció en Garabandal, y en los mensajes que se ponen en su boca. Mi inteligencia no es que sea un prodigio, pero tengo la suficiente para saber respetar y discernir. No dudo de nadie que obra con buena fe.
Aportamos algunos de los documentos emanados de la Jerarquía. Los Obispos de Santander que han coincidido con este movimiento nunca han aprobado que en Garabandal se diera un hecho sobrenatural. Más bien lo han negado y pidieron a sus sacerdotes y religiosos que se abstuvieran de acudir allí en plan oficial. La Santa Sede, ante el requerimiento de algunos prelados, sobre todo de Estados Unidos, publicó un documento en el que apoya la decisión de los Sres. Obispos de Santander. Acatamos con obediencia esta declaración oficial. Pero debemos decir que lo mismo ocurrió en su día con Lourdes, La Divina Misericordia, Fátima, Medjugorje, etc. En un principio la Iglesia no aprueba nada, más bien por prudencia lo desaprueba. Si el Señor y la Virgen así lo desean darán pruebas de que aquello es verdad. Y serán los frutos espirituales y apostólicos los que demuestren que allí hay algo que sobrepasa lo puramente natural, que allí realmente está presente lo sobrenatural.
El Obispo de Monstar en Bosnia se opuso muy radicalmente al carácter sobrenatural de los fenómenos de Medjugorje. Se creó una situación bastante tensa que ha durado hasta hace muy poco. En vistas del volumen que han tomado los frutos espirituales y apostólicos en aquel lugar, y desde aquel lugar, y la seriedad y ortodoxia con que se vive allí la fe y la liturgia, la Santa Sede ha asumido la jurisdicción y la iniciativa para juzgar sobre la veracidad de los hechos.
Las revelaciones de Jesucristo a Santa Faustina sobre la Divina Misericordia fueron negadas y prohibidas por la Santa Sede, hasta que Juan Pablo II asumió el tema como algo propio, que él había conocido de primera mano, y pronto se dieron todas las aprobaciones y bendiciones a los mensajes del Señor.
En Fátima también pasaron años para superar la incertidumbre que había sobre las apariciones de la Virgen. Fueron igualmente los frutos los que demostraron que allí había algo serio. “Por sus frutos los conoceréis” dijo el Señor. Si Garabandal es verdad tal vez han faltado frutos exuberantes que hubieran hecho reflexionar seriamente sobre la realidad del fenómeno, como está ocurriendo en “Prado Nuevo” del Escorial.
Dicho esto, ofrecemos el documentos que la Santa Sede emitió en su momento, y que es el resumen de lo que fueron aportando los Sres. Obispos de Santander. Y cada cual que juzgue según su fe. Aquí no hay nada infalible.
VERSION ESPANOLA DE LA CARTA DE LA S. CONGREGACIONPARA LA DOCTRINA DE LA FE AL ARZOBISPO DE NUEVA ORLEANS.
Excelencia
En esta oficina se ha recibido su carta del 8 de abril de 1970, en la que se expone su justificable preocupación por la difusión del movimiento de Garabandal en su Archidiócesis, y en la que solicita una orientación clara y valida de la Santa Sede para proceder ante este fenómeno. La Santa Sede comparte su preocupación ante la confusión manifiesta y creciente originada par la difusión entre los fieles de este movimiento y desea aclarar su postura en el asunto par media de esta carta. Esta Sagrada Congregación, a pesar de los requerimientos de varios obispos y fieles, nunca ha querido definir el carácter sobrenatural de los acontecimientos de Garabandal. Después del juicio definitivo y negativo publicado par la Curia de Santander, esta Sagrada Congregación, hecho un atento examen de los expedientes remitidos a esta oficina, ha alabado frecuentemente la prudencia que caracterizo al método seguido en su análisis, pero hasta ahora ha decidido dejar al Ordinaria local la responsabilidad directa en el asunto. La Santa Sede ha afirmado siempre que las conclusiones y las resoluciones del Obispo de Santander son norma suficientemente segura para el pueblo cristiano y orientación para los obispos, en orden a disuadir al pueblo de participar en peregrinaciones y otros actos de devoción que estén motivados por las supuestas apariciones y mensajes de Garabandal o relacionados con ellos. A este efecto, el 10 de marzo de 1969 esta Sagrada Congregación escribió una carta en este sentido al Obispo de Santander, que había solicitado también una declaración mas explicita de la Santa Sede sobre el tema. A pesar de todo, los promotores del movimiento de Garabandal han tratado de minimizar las decisiones y la jurisdicción del Obispo de Santander. Esta Sagrada Congregación quiere que quede bien entendido que el Obispo de Santander ha sido y continua siendo el único que tiene compílela jurisdicción en este asunto y la Santa Sede no tiene intención de examinarlo con mayor amplitud, ya que considera que las investigaciones llevadas a cabo son suficientes, lo mismo que las declaraciones oficiales del Obispo de Santander. No es cierta la afirmación de que la Santa Sede haya nombrado un "Investigador Oficial Privado del Papa para Garabandal" y las afirmaciones atribuidas a este personaje anónimo hasta el extrema de que "la verificación de las apariciones de Garabandal está totalmente en las manos del Santo Padre Papa Pablo VI" u otras expresiones similares que tratan de minusvalorar la autoridad y las decisiones del Obispo de Santander carecen totalmente de fundamento. Con el fin de dar respuesta a algunas dudas que V. expone en su carta, esta Sagrada Congregaci6n desea asegurar que la Santa Sede jamás ha aprobado, ni siquiera indirectamente, el movimiento de Garabandal, que nunca ha alentado o bendecido a promotores o centros de Garabandal. Mas bien, la Santa Sede lamenta el hecho de que ciertas personas o instituciones persistan en fomentar el movimiento en manifiesta contradicción con las disposiciones de la autoridad eclesiástica, sembrando con ello la confusión en el pueblo, especialmente entre gente sencilla e indefensa. Por lo dicho hasta aquí, comprobara V. que, si bien esta Sagrada Congregación esta ciertamente de acuerdo con el contenido de la nota del 10 de mayo de 1969 (tal como fue publicada en varios países y especialmente en la revista francesa "la Documentation Catholique", del 21 de septiembre de 1969, n. 1.547, p. 821), hay que decir que es inexacto atribuir a la Sagrada Congregación la parte del texto que habla de la carencia de carácter sobrenatural de los acontecimientos de Garabandal, ya que la Sagrada Congregación ha insistido siempre en abstenerse de toda declaración directa sobre este punto, debido precisamente a que no considera necesario hacerlo después de las claras y expresas decisiones del Obispo de Santander. Este es el significado genuino de la carta escrita el 21 de enero de 1970 por el Rvdmo. Paul Philippe, Secretario de esta Sagrada Congregación, al editor jefe de "La Documentation Catholique". Con el fin de contribuir más ampliamente a su acci6n pastoral, esta oficina le adjunta otros documentos esenciales publicados ya en otros países, tales como España, a saber, las dos notas oficiales del Obispo de Santander, dos cartas de la Sagrada Congregaci6n al mismo Obispo y una carta al Delegado Aposto1ico en México. Esta oficina espera haber clarificado en esta carta una cuestión que concierne no solamente a su Archidiócesis, sino también a otras diocesis. Con los sentimientos de la más profunda estima y cordial respeto, quedo devotamente suyo,
Aportamos algunos de los documentos emanados de la Jerarquía. Los Obispos de Santander que han coincidido con este movimiento nunca han aprobado que en Garabandal se diera un hecho sobrenatural. Más bien lo han negado y pidieron a sus sacerdotes y religiosos que se abstuvieran de acudir allí en plan oficial. La Santa Sede, ante el requerimiento de algunos prelados, sobre todo de Estados Unidos, publicó un documento en el que apoya la decisión de los Sres. Obispos de Santander. Acatamos con obediencia esta declaración oficial. Pero debemos decir que lo mismo ocurrió en su día con Lourdes, La Divina Misericordia, Fátima, Medjugorje, etc. En un principio la Iglesia no aprueba nada, más bien por prudencia lo desaprueba. Si el Señor y la Virgen así lo desean darán pruebas de que aquello es verdad. Y serán los frutos espirituales y apostólicos los que demuestren que allí hay algo que sobrepasa lo puramente natural, que allí realmente está presente lo sobrenatural.
El Obispo de Monstar en Bosnia se opuso muy radicalmente al carácter sobrenatural de los fenómenos de Medjugorje. Se creó una situación bastante tensa que ha durado hasta hace muy poco. En vistas del volumen que han tomado los frutos espirituales y apostólicos en aquel lugar, y desde aquel lugar, y la seriedad y ortodoxia con que se vive allí la fe y la liturgia, la Santa Sede ha asumido la jurisdicción y la iniciativa para juzgar sobre la veracidad de los hechos.
Las revelaciones de Jesucristo a Santa Faustina sobre la Divina Misericordia fueron negadas y prohibidas por la Santa Sede, hasta que Juan Pablo II asumió el tema como algo propio, que él había conocido de primera mano, y pronto se dieron todas las aprobaciones y bendiciones a los mensajes del Señor.
En Fátima también pasaron años para superar la incertidumbre que había sobre las apariciones de la Virgen. Fueron igualmente los frutos los que demostraron que allí había algo serio. “Por sus frutos los conoceréis” dijo el Señor. Si Garabandal es verdad tal vez han faltado frutos exuberantes que hubieran hecho reflexionar seriamente sobre la realidad del fenómeno, como está ocurriendo en “Prado Nuevo” del Escorial.
Dicho esto, ofrecemos el documentos que la Santa Sede emitió en su momento, y que es el resumen de lo que fueron aportando los Sres. Obispos de Santander. Y cada cual que juzgue según su fe. Aquí no hay nada infalible.
VERSION ESPANOLA DE LA CARTA DE LA S. CONGREGACIONPARA LA DOCTRINA DE LA FE AL ARZOBISPO DE NUEVA ORLEANS.
Excelencia
En esta oficina se ha recibido su carta del 8 de abril de 1970, en la que se expone su justificable preocupación por la difusión del movimiento de Garabandal en su Archidiócesis, y en la que solicita una orientación clara y valida de la Santa Sede para proceder ante este fenómeno. La Santa Sede comparte su preocupación ante la confusión manifiesta y creciente originada par la difusión entre los fieles de este movimiento y desea aclarar su postura en el asunto par media de esta carta. Esta Sagrada Congregación, a pesar de los requerimientos de varios obispos y fieles, nunca ha querido definir el carácter sobrenatural de los acontecimientos de Garabandal. Después del juicio definitivo y negativo publicado par la Curia de Santander, esta Sagrada Congregación, hecho un atento examen de los expedientes remitidos a esta oficina, ha alabado frecuentemente la prudencia que caracterizo al método seguido en su análisis, pero hasta ahora ha decidido dejar al Ordinaria local la responsabilidad directa en el asunto. La Santa Sede ha afirmado siempre que las conclusiones y las resoluciones del Obispo de Santander son norma suficientemente segura para el pueblo cristiano y orientación para los obispos, en orden a disuadir al pueblo de participar en peregrinaciones y otros actos de devoción que estén motivados por las supuestas apariciones y mensajes de Garabandal o relacionados con ellos. A este efecto, el 10 de marzo de 1969 esta Sagrada Congregación escribió una carta en este sentido al Obispo de Santander, que había solicitado también una declaración mas explicita de la Santa Sede sobre el tema. A pesar de todo, los promotores del movimiento de Garabandal han tratado de minimizar las decisiones y la jurisdicción del Obispo de Santander. Esta Sagrada Congregación quiere que quede bien entendido que el Obispo de Santander ha sido y continua siendo el único que tiene compílela jurisdicción en este asunto y la Santa Sede no tiene intención de examinarlo con mayor amplitud, ya que considera que las investigaciones llevadas a cabo son suficientes, lo mismo que las declaraciones oficiales del Obispo de Santander. No es cierta la afirmación de que la Santa Sede haya nombrado un "Investigador Oficial Privado del Papa para Garabandal" y las afirmaciones atribuidas a este personaje anónimo hasta el extrema de que "la verificación de las apariciones de Garabandal está totalmente en las manos del Santo Padre Papa Pablo VI" u otras expresiones similares que tratan de minusvalorar la autoridad y las decisiones del Obispo de Santander carecen totalmente de fundamento. Con el fin de dar respuesta a algunas dudas que V. expone en su carta, esta Sagrada Congregaci6n desea asegurar que la Santa Sede jamás ha aprobado, ni siquiera indirectamente, el movimiento de Garabandal, que nunca ha alentado o bendecido a promotores o centros de Garabandal. Mas bien, la Santa Sede lamenta el hecho de que ciertas personas o instituciones persistan en fomentar el movimiento en manifiesta contradicción con las disposiciones de la autoridad eclesiástica, sembrando con ello la confusión en el pueblo, especialmente entre gente sencilla e indefensa. Por lo dicho hasta aquí, comprobara V. que, si bien esta Sagrada Congregación esta ciertamente de acuerdo con el contenido de la nota del 10 de mayo de 1969 (tal como fue publicada en varios países y especialmente en la revista francesa "la Documentation Catholique", del 21 de septiembre de 1969, n. 1.547, p. 821), hay que decir que es inexacto atribuir a la Sagrada Congregación la parte del texto que habla de la carencia de carácter sobrenatural de los acontecimientos de Garabandal, ya que la Sagrada Congregación ha insistido siempre en abstenerse de toda declaración directa sobre este punto, debido precisamente a que no considera necesario hacerlo después de las claras y expresas decisiones del Obispo de Santander. Este es el significado genuino de la carta escrita el 21 de enero de 1970 por el Rvdmo. Paul Philippe, Secretario de esta Sagrada Congregación, al editor jefe de "La Documentation Catholique". Con el fin de contribuir más ampliamente a su acci6n pastoral, esta oficina le adjunta otros documentos esenciales publicados ya en otros países, tales como España, a saber, las dos notas oficiales del Obispo de Santander, dos cartas de la Sagrada Congregaci6n al mismo Obispo y una carta al Delegado Aposto1ico en México. Esta oficina espera haber clarificado en esta carta una cuestión que concierne no solamente a su Archidiócesis, sino también a otras diocesis. Con los sentimientos de la más profunda estima y cordial respeto, quedo devotamente suyo,
FRANC., Card. Seper. Pref. PAUL PHILIPPE,
Secretario. EXCMO. Y RVDMO. PHILIP M. HANNAN Arzobispo de Nueva Orleans. (Anexos).
Hasta aquí el documento de la Santa Sede del año 1970. Hace ya cuarenta años. El que no hayan sido aprobadas oficialmente las apariciones de la Virgen en Garabandal no quiere decir que la Virgen pueda hacer sus manifestaciones allí donde lo considere oportuno. Nunca ha necesitado el Señor y la Virgen “pedir permiso a la Jerarquía” para actuar en el mundo. Lo que ocurre es que somos humanos y necesitamos pruebas para juzgar sobre la veracidad de los hechos sobrenaturales y evitar puras apariencias, incluso falsificaciones.
La Congregación afirma: hay que decir que es inexacto atribuir a la Sagrada Congregación la parte del texto que habla de la carencia de carácter sobrenatural de los acontecimientos de Garabandal, ya que la Sagrada Congregación ha insistido siempre en abstenerse de toda declaración directa sobre este punto, debido precisamente a que no considera necesario hacerlo después de las claras y expresas decisiones del Obispo de Santander. Este es el significado genuino de la carta escrita el 21 de enero de 1970 por el Rvdmo. Paul Philippe, Secretario de esta Sagrada Congregación, al editor jefe de "La Documentation Catholique".
La Sagrada Congregación se abstiene de emitir un juicio, y remite al juicio que en su día hicieron los Sres. Obispos de Santander. Sea como sea, los mensajes que se le atribuyen a la Virgen están en consonancia con los de otras apariciones aprobadas por la Jerarquía: oración, desagravio, amor a la Eucaristía, pedir perdón por los pecados, fidelidad de los sacerdotes y almas consagradas, rezar el Santo Rosario, etc. Y si esto no lo vivimos el mal se apodera de nosotros. Como lo demuestra la experiencia. Dios es Misericordioso, pero quiere nuestra santidad, y para ello de vez en cuando nos corrige, o permite que llevemos la cruz.
Algún día hablaremos de las apariciones de la Virgen en África, aprobadas por la Jerarquía local. Con apariciones o sin ellas, lo cierto es que debemos ser mejores y, como dijo Marija, una de las videntes de Medjugorje: «sólo en Dios está nuestra paz... La Virgen, añadió, confía en nuestra propia conversión e intercede por nosotros. Por ello pidió poner a Dios en el primer lugar, exhortando a que el centro de nuestra vida sea la Santa Misa y que recemos siempre por los que no conocen el amor de Dios.
Hasta aquí el documento de la Santa Sede del año 1970. Hace ya cuarenta años. El que no hayan sido aprobadas oficialmente las apariciones de la Virgen en Garabandal no quiere decir que la Virgen pueda hacer sus manifestaciones allí donde lo considere oportuno. Nunca ha necesitado el Señor y la Virgen “pedir permiso a la Jerarquía” para actuar en el mundo. Lo que ocurre es que somos humanos y necesitamos pruebas para juzgar sobre la veracidad de los hechos sobrenaturales y evitar puras apariencias, incluso falsificaciones.
La Congregación afirma: hay que decir que es inexacto atribuir a la Sagrada Congregación la parte del texto que habla de la carencia de carácter sobrenatural de los acontecimientos de Garabandal, ya que la Sagrada Congregación ha insistido siempre en abstenerse de toda declaración directa sobre este punto, debido precisamente a que no considera necesario hacerlo después de las claras y expresas decisiones del Obispo de Santander. Este es el significado genuino de la carta escrita el 21 de enero de 1970 por el Rvdmo. Paul Philippe, Secretario de esta Sagrada Congregación, al editor jefe de "La Documentation Catholique".
La Sagrada Congregación se abstiene de emitir un juicio, y remite al juicio que en su día hicieron los Sres. Obispos de Santander. Sea como sea, los mensajes que se le atribuyen a la Virgen están en consonancia con los de otras apariciones aprobadas por la Jerarquía: oración, desagravio, amor a la Eucaristía, pedir perdón por los pecados, fidelidad de los sacerdotes y almas consagradas, rezar el Santo Rosario, etc. Y si esto no lo vivimos el mal se apodera de nosotros. Como lo demuestra la experiencia. Dios es Misericordioso, pero quiere nuestra santidad, y para ello de vez en cuando nos corrige, o permite que llevemos la cruz.
Algún día hablaremos de las apariciones de la Virgen en África, aprobadas por la Jerarquía local. Con apariciones o sin ellas, lo cierto es que debemos ser mejores y, como dijo Marija, una de las videntes de Medjugorje: «sólo en Dios está nuestra paz... La Virgen, añadió, confía en nuestra propia conversión e intercede por nosotros. Por ello pidió poner a Dios en el primer lugar, exhortando a que el centro de nuestra vida sea la Santa Misa y que recemos siempre por los que no conocen el amor de Dios.
«No es necesario ir a Medjugorje, Cristo es el centro, Cristo en la Eucaristía. Y María siempre es el camino hacia Jesús»
Juan García Inza
Con razon paso lo que paso despues en Nueva Orleans alguien les nego la oportunidad de conocer los consejos y clamores de la Madre a tiempo a eso dedican su tiempo muchos catolicos y asi nos va pero no olvidemos que un dia tenemos que responder por lo que hicimos no hicimos y no dejamos que otros hagan Claudia una humilde ama se casa de Paraguay pero con un corazon que late de puro amor por mi Mamita la Virgen Del Carmen De San Sebastian de Garabandal
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