Por semanas, Susie, de ocho años, ha estado esperando por ir a pescar un sábado con su papá. Pero cuando al fin llegó el día, llovía torrencialmente.
Susie se paseó por la casa toda la mañana, quejándose mientras se asomaba por las ventanas: Parece que el Señor no supiera que hubiese sido mejor que lloviera ayer que hoy. Su padre trató de explicarle cuán importantes es la lluvia para los agricultores y para los jardineros. Pero Susie sólo respondía: No es justo.
Alrededor de las tres de la tarde, la lluvia cesó. Todavía había tiempo de pescar, por lo que padre e hija rápidamente cargaron su equipo y se dirigieron al lago. Debido a la tormenta, los peces estaban picando. En dos horas, regresaron con una cuerda llena de pescados.
A la hora de la cena de pescados le pidieron a Susie que diera gracias. Ella concluyó su oración diciendo:
-“Y, Señor, si estaba gruñona esta mañana fue porque no pude ver más lejos”
Cuando buscamos el consejo de Dios en nuestras vidas, es importante darnos cuenta de que ¡solo Él puede ver qué va a suceder!
1Pedro 5:6 - Humillaos, pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo.
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