Se han ensañado con nuestro Santo Padre.
No se le puede echar la culpa por el mal comportamientos de algunos judas que traicionaron sus votos y pecaron contra lo más hermoso que pueda existir en este mundo: la inocencia de un niño. Se aprovecharon del afecto, como lo hacen muchos que no son curas, con todos aquellos que necesitan amor.
Todo pecador, sea cura, abogado, ingeniero, aviador, o lo que sea, tiene todo el derecho a arrepentirse, pedir perdón y ser perdonado. Algunos creen que los curas no son de este mundo, que no son humanos con flaquezas como todos. El demonio tienta con saña al sacerdote más que a cualquier otro ser humano, porque sabe que así separa a los tibios del rebaño del Señor.
No hay por qué defender al que no es culpable… pero si debemos orar mucho por Benedicto XVI. Está siendo atacado por todos lados… la prensa de todo tipo sólo habla de él como culpable. Hasta un abogado británico de renombre lo quiere poner entre rejas.
Yo estoy seguro que en vez de estar respondiendo los ataques a nuestro líder espiritual de este mundo endemoniado, deberíamos orar mucho por él… por el cordero que quieren llevar al matadero.
Oremos por nuestros sacerdotes para que sean protegidos de los ataques del demonio. Pidamos a Dios y a nuestra Madre bendita que los cubran con sus mantos de amor.
José Miguel Pajares Clausen
Abril 2010
Abril 2010
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