Sobre el entredicho entre los dos exorcistas.
Lucas 4, 5-8: Lo llevó después el diablo a un lugar más alto, le mostró en un instante todas las naciones del mundo y le dijo: Te daré poder sobre todos estos pueblos, y sus riquezas serán tuyas, porque me las han entregado a mí y yo las doy a quien quiero. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo. Jesús le replicó: La Escritura dice: Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás.
Lucas 22, 39-40: Después Jesús salió y se fue, como era su costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron también sus discípulos. Llegados al lugar, les dijo: Oren para que no caigan en tentación.
Y no olvidemos que Pedro, primer Papa, lo negó tres veces.
He querido comenzar con estás citas del Evangelio para poder sustentar mi posición ante el reclamo del p. José Antonio Fortea ante lo dicho por el p. Gabriele Amorth sobre que en el Vaticano también está metido el demonio.
Un exorcista nace… no se hace, y el p. Amorth es el más distinguido exorcista de este mundo; su experiencia no es batida por nadie, y sus pronunciamientos no deberían ser puestos en tela de juicio. Es uno de los pocos sacerdotes que cumple con su deber de combatir al demonio – cosa que no es nada fácil, me consta -; muchos se mueren de miedo, inclusive de nombrar al demonio por su nombre.
Sabemos que este mundo es del demonio y que él no nos va a pedir permiso para meterse por donde le de la gana. Lo único que le puede impedir que entre en nuestros corazones es nuestro amor por Dios, por el cumplimiento de sus Mandamientos, y por el amor a su santísima Madre María.
Si se atrevió a tentar a Jesús, ¿qué no podrá hacer con nosotros? ¿Acaso el Vaticano está sobre Dios? Todos, laicos y religiosos estamos expuestos a las tentaciones de satanás, de eso nadie se salva. Pero una cosa es ser tentados y otra el rechazar las tentaciones. ¿Todos las rechazan?
Les cuento un testimonio que creo que ya se los conté anteriormente:
Una chica de nuestro grupo (instrumento) fue al Santísimo a orar y, según ella, Dios le dijo que en esa semana se acababa el mundo. Está chica - haciendo caso omiso a las reglas de nuestro grupo de no pronunciarse sin haber pasado primero su mensaje por mi permiso – llegó a su casa y se los contó a sus familiares, los cuales entraron en pánico y empezaron a correr la voz por todos lados. Cuando me enteré la llamé y la cuestioné, se molestó conmigo por no hacerle caso y fue retirada del grupo. El demonio se había colado en el Santísimo y le hizo creer a ella que el mensaje venía de Dios.
¿Cuáles fueron las consecuencias?: Desacreditó al grupo, cayó en lo mismo que hacen los Testigos de Jehová... crear pánico. Ella no estaba sola, pertenecía a un grupo y por tanto los que la escucharon atribuían su mensaje al grupo al cual pertenecía.
Es por eso que me pregunto: ¿No se le habrá metido el bicho al p. Fortea para desacreditar al p. Amorth? Esta no es la primera vez que sucede. Si revisan mi blog podrán leer que algo parecido pasó en el Congreso de Exorcista de México.
Le reitero mi confianza al p. Amorth, y ojalá que el p. Fortea, con el tiempo compruebe las palabras del p. Amorth y se convierta en un buen exorcista… necesitamos buenos exorcistas.
Bendiciones por casa.
Grupo Católico de Oración por los Enfermos “Sí Señor”
José Miguel Pajares Clausen
03 de Marzo 2010
03 de Marzo 2010
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