VICKA
BALONCESTO.
Fue una expresión no meditada, expresada sin mesura desde el fondo del corazón de un hombre que desborda eso, baloncesto, por los cuatro costados, y que aunque a uno no le atrae demasiado el deporte de la canasta, reconozco que sentí un impulso por ver los partidos de la selección de basket al escuchar pronunciar así, con ese entusiasmo, con esa fe ciega en que el basket era lo mejor, cuando Pepu Hernández lo nombró. Su BALONCESTO fue tal que me reenganchó al basket (al de la selección) y aún sigo pegado, y eso que, como digo, no es el deporte que más me gusta. A mí me va el fútbol porque se juega con el pie, pero a lo que voy es que cuando alguien te habla de algo desde el corazón, es capaz de transmitirte ilusión, alegría, incluso aunque no te guste.
Ese BALONCESTO que dijo Pepu en su día es lo que he sentido yo al recibir una noticia desde Medjugorje, y es que Vicka, una de las videntes, estos días está siendo intervenida otra vez. Bueno, la nota es la siguiente:
Ese BALONCESTO que dijo Pepu en su día es lo que he sentido yo al recibir una noticia desde Medjugorje, y es que Vicka, una de las videntes, estos días está siendo intervenida otra vez. Bueno, la nota es la siguiente:
Vicka debe ser nuevamente intervenida en Zagreb en estos días donde se le extirparán quistes de su espalda. Pero para ella, ¡su camino de cruz se ha convertido en un camino de alegría!
Hace justo ahora dos años que pude entrevistar a Vicka, y la conclusión de su testimonio es una mezcla de la ilusión de Pepu por el baloncesto con la virtud cristiana de la esperanza, así resulta que lo que saco de Vicka, y quiero compartir con vosotros por si os sirve también, es: ¡ESPERANZA!
Os copio un extracto de aquella entrevista al hilo de la nota que me ha llegado:
-Vicka, tú tienes una misión especial, rezar por los enfermos.
-Sí, por lo enfermos.
-¿Qué dice la Virgen María sobre los enfermos?
-Lo he dicho antes. La Virgen dice: “Si Dios nos da el sufrimiento, la cruz o el padecimiento, eso es un gran signo de Dios, porque Dios sabe por qué nos lo da y conoce el momento cuando nos lo quitará”. La Virgen dice que nosotros, muchas veces decimos: “Dios, ¿por qué me lo has dado a mí?" Y así queremos deshacernos de Él incluso antes de que venga. Pero la virgen dice: “Empezad a agradecer y decir ‘Dios, te doy gracias por este don también, y si tienes algo más para darme, lo acepto, pero dame la fuerza para poder con el corazón y con el amor, llevar el don de la cruz’”. Dios nunca nos dará ni más ni menos de lo que nosotros podemos llevar. Repito, la Virgen dice: “No podéis ni imaginar que importancia tiene nuestro sufrimiento en los ojos de Dios”. Pero en nosotros está si vamos a aceptar ese don y como lo vamos a vivir.
-Vicka, esto de lo que hablas, la enfermedad, no es algo ajeno a ti, ¿verdad?
- ¿Sabes? La enfermedad en sí no debería ser ajena a nadie. La Virgen dice que es un gran don de Dios. De la enfermedad no se puede hablar mucho, la enfermedad únicamente se puede vivir. Si hablásemos de la enfermedad entonces seriamos unos sufridores a base de palabras y no a base de obras. Por ello tenemos que aceptar la enfermedad y vivirla, porque si vivimos el sufrimiento y respondemos a lo que el Señor pide, Él encontrará la manera de proveer, nosotros no tenemos que preocuparnos.
-Muchos se preguntan cual es el sentido de su enfermedad y del dolor.
-Todo lo que Dios nos da tiene su por qué. No debemos cuestionarlo, sino aceparlo y responder tal y como el Señor lo pide. Con el corazón y con el amor, con Él en nuestro corazón, y así, en lo más profundo de nuestra alma nos comunicará la respuesta y nos dirá qué es lo que más necesitamos.
-¿Con qué autoridad hablas? Me refiero a cuales son tus dolencias, porque así se hacen más cercanas tus palabras al enfermo.
-Yo he padecido enfermedades y muchas operaciones, pero siempre digo: “Dios, si tienes algo más para darme, aquí estoy”. Porque el Señor nos ha dado tantas gracias y dones, como para luego no ser capaces de responder de esta manera tan insignificante. Mi enfermedad es una gracia que me está dando. Yo soy feliz por ello, y siempre digo: “Señor, siempre que me dicen que tengo algo o alguna operación, lo acepto todo con los brazos abiertos y con alegría. Estoy dispuesta a todo lo que haga falta”. Si hace falta que nunca más me levante de la cama, si hace falta cualquier cosa… no existe el sacrificio que yo no haría para agradecer por los dones que nos ha dado y por las necesidades por las que la Virgen nos invita a rezar.
-¿Qué les dirías a los enfermos y a sus familiares?
-Dios, con la enfermedad, nos ha dado un don, pero no podemos seguirlo sin la oración. Cuando en una familia hay alguien enfermo, recemos para que la Virgen dé fuerza a la persona que lleva esa cruz y a los que están a su lado. Pero sin la oración del rosario no vamos a conseguir nada. Por eso digo: el rosario en la mano, la oración, el amor, la unidad…
Vicka es conocida como La Sonrisa de Medjugorje. Solo su sonrisa merece otro post, pero por ahora, lo dejamos ahí. Cuando uno habla con Vicka se le llena la boca de eso, y no le cabe otra que mirar al cielo y gritar al mundo entero: ¡ESPERANZA!
PD: A día de hoy, Vicka dice tener apariciones de la Virgen María todos los días, a media tarde. Con ella habla, comparte y reza, sobre todo por los enfermos y sus familiares. Este post es para todos aquellos que estén en una difícil situación de salud, y para darle las gracias a Dios por las bendiciones que nos da y que nunca valoramos. Si quieres unirte, reza ahora una Avemaría por ella, y por todos los enfermos. Son menos de 30 segundos.
Jesús García
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