El rey era un hombre muy inteligente - claro, ¡era el rey! - El tonto era un tonto, un buen tonto.
El rey se reía del tonto cuando éste decía tonterías. Un día le dio al tonto un báculo.
-"Toma este báculo - le dijo el rey - y tenlo contigo hasta que encuentres un tonto más tonto que tú"
Los años pasaron. El rey estaba muriendo. Su familia, su cortejo, sus ministros, sus sirvientes, y el tonto estaban alrededor de su cama.
El rey les dijo…
-"Los he llamado para decirles adiós. Estoy a punto de partir, me voy en un viaje largo. No regresaré más a este lugar"
El tonto se adelantó unos pasos.
-"Su majestad, una pregunta antes de que se vaya. En el pasado, siempre que iba de viaje a lugares lejanos de su reino o a cualquier otro país, siempre mandaba heraldos, policías y soldados delante de usted para hacer los preparativos del viaje. Puedo preguntar: ¿qué preparativos ha hecho su majestad para este viaje que está a punto de empezar?"
-"Caramba - replicó el rey - No he preparado nada".
Entonces, dijo el tonto…
-"Toma este báculo, porque al fin he encontrado a alguien más tonto que yo"
Comentario:
San Pablo nos recuerda que la vida pasa y que se acaba el espectáculo. La pregunta es entonces: ¿Cómo te estás preparando para ese momento en que tu vida ha de acabar en esta tierra? ¿Estarás listo para presentarte ante tu Creador y someterte al juicio, que Él hará sobre tu vida? Más aún, ¿cuál crees tú que será su veredicto? Prepárate debidamente, por lo tanto, para que en ese día se te otorgue la gloria del cielo para siempre.
Cita Bíblica:
Jesús dijo: "Por eso estén prevenidos, porque no saben el día en que vendrá su Señor". (Mateo 24, 42)
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