lunes, 8 de febrero de 2010

SE DISPARA EL USO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN POR LOS ADOLESCENTES


La Iglesia intenta llegar a la juventud en un mundo digital.

ROMA, domingo 7 de febrero de 2010 (ZENIT.org).¿Quién dice que la Iglesia no está al paso del mundo moderno? En su reciente mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones, Benedicto XVI anima a los sacerdotes a comunicarse a través de los medios digitales.

En verdad el mundo digital, ofreciendo medios que permiten una capacidad de expresión casi ilimitada, abre importantes perspectivas y actualiza la exhortación paulina: ‘¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!’”, comentaba el Papa.

Unos días antes de que se hiciera público el mensaje, el 21 de enero, se publicaba un estudio de la Kaiser Family Foundation que mostraba lo importante que es para la Iglesia el estar presente en estos medios de tan rápido desarrollo.

Generation M2: Media in the Lives of 8 to 18 Years Old (Generación M2: Los Medios en las Vidas de los de 8 a 18 años) ha sido la tercera de una serie de encuestas a gran escala de la fundación sobre el uso de los medios por los jóvenes.

Reveló que hoy los de 8 a 18 años dedican, en un día normal, una media de siete horas y 38 minutos al uso de los medios, lo que suma más de 53 horas a la semana. Pero esta cifra no es ni siquiera completa, puesto que muchos de ellos usan más de una forma de medio al mismo tiempo. Si el consumo conjunto de medios se cuenta de forma separada, dedican un total de 10 horas y 45 minutos al día.

El informe se basaba en una encuesta llevada a cabo con una muestra representativa nacional de 2.002 estudiantes de tercero a duodécimo grado de entre 8 y 18 años. Además, un subgrupo seleccionado de 702 encuestados llevó un diario de siete días sobre el uso de medios, que se usó para calcular las cifras de consumo.

Haciendo una comparación con la última encuesta llevada a cabo en el 2004 por la Kaiser Family Foundation, la cantidad de tiempo dedicado a los medios ha aumentado en los últimos cinco años en una hora y 17 minutos al día.

El informe identificaba la revolución en medios móviles y online como una de las principales causas detrás del aumento en el uso de los medios. En los últimos cinco años el tiempo dedicado a la lectura disminuyó ligeramente en comparación con el incremento de tiempo dedicado a los medios digitales.

Medios móviles.
El informe observaba que el adolescente medio lo primero y lo último que hace cada día es controlar su teléfono móvil. Otros desarrollos de la tecnología de los medios móviles han que, si bien la televisión se veía antes sentándose delante del aparato, ahora los programas están disponibles en un ordenador portátil y en otros dispositivos móviles.

Según el informe, el 20% del consumo de medios en el grupo estudiado tuvo lugar a través de dispositivos móviles, y casi una hora se dedica a contenido “viejo” como programas de televisión, que ahora son vistos a través del ordenador u otras formas de transmisión.

El consumo de medios por los jóvenes se ha facilitado al tener acceso a los mismos en sus dormitorios. No menos del 71% de los encuestados de entre 8 y 18 años tenían una televisión en sus habitaciones. Además, la mitad una videoconsola (50%) o televisión por cable (49%), y un tercio un ordenador (36%) y acceso a internet (33%) en sus habitaciones.

Además, en estos cinco años el porcentaje de los de entre 8 y 18 años que poseían un ordenador portátil ha subido del 12% hasta el 29%, mientras que los propietarios de un teléfono móvil han pasado del 39% al 66%. Lo que tenían un iPod u otro reproductor MP3 pasaron el 18% al 76%.

Una característica del uso de los medios por parte de los jóvenes, que ha revelado la encuesta, ha sido el enorme salto que tiene lugar una vez que alcanzan el grupo de edad de entre 11 y 14 años. Los jóvenes de este grupo de edad ven un aumento de más de tres horas al día en el tiempo dedicado a los medios – un aumento de cuatro horas al día en total si se cuenta el uso múltiple.

Este cambio significa que, en total, el grupo de edad de 11 a 14 años dedica 8 horas y 40 minutos al día al uso de medios, o cerca de 12 si se tiene en cuenta el uso múltiple. Como apunta el informe, esta exposición a los medios tiene lugar en un momento en el que están haciendo la transición a la adolescencia.

Preocupación.
El informe consideraba los diversos motivos de preocupación por el hecho de que los jóvenes pasen cada vez más tiempo usando los medios. En cuanto a la actividad física, la encuesta encontró que, al contrario de la creencia popular de que el uso de los medios sustituye al ejercicio, los jóvenes que más dedicaba tiempo a los medios pasaba un tiempo parecido haciendo ejercicio o siendo físicamente más activos que otros jóvenes que pasaban menos tiempo con los medios.

En el tema de los resultados académicos, las noticias no son tan buenas. Los niños que más usan los medios tienden a sacar notas ajustadas o pobres con respecto a los demás niños. Según los resultados de la encuesta, el 47% de los que más tiempo dedicaba a los medios decían que normalmente sacaban notas ajustadas o malas, comparados con el 23% de los que usan poco los medios.

Además, esta correlación entre el uso de los medios y las notas es constate cuando se tienen en cuenta factores como la edad, el sexo, la raza o la educación de los padres. Al mismo tiempo, los autores del estudio señalan que su investigación no puede establecer si hay una relación de causa y efecto entre el uso de los medios y las notas.

Al tratar la cuestión de la felicidad y el uso de los medios, la encuesta encontró que la gran mayoría de los jóvenes tienden a puntuar alto en un índice de contento. No obstante, quienes están menos contentos dedican más tiempo a los medios que aquellos que están más arriban en la tabla de contento. Como con el tema de los resultados académicos, el informe indicaba que no ha sido determinante si existe una relación de causa y efecto entre el uso de los medios y el contento personal.

Reglas.
Otra dimensión del uso de los medios por parte de los jóvenes que examinaba el informe era el tema del control de los padres. Para empezar, la encuesta encontró que muchos jóvenes viven en hogares donde la televisión está normalmente encendida durante las comidas, y suele dejarse encendida como trasfondo este viéndola alguien o no.

Se pidió a los estudiantes que informaran si sus padres fijaban reglas para las diversas formas de medios. La mayoría afirmó que no tenían ninguna regla sobre el tipo de contenido de los medios que podían utilizar o la cantidad de tiempo que dedicaban a los mismos. Una excepción fue que el 52% afirmó que tenían normas sobre lo que podían hacer con el ordenador.

Menos de la mitad – el 46% - afirmó que tenían reglas sobre lo que se les permitía ver en la televisión. Para los videojuegos y la música el porcentaje era del 30% y el 26% respectivamente.

En general, es más probable que los padres restrinjan el tipo de contenido que sus hijos pueden consumir que la cantidad de tiempo que dedican a consumirlo. Así, el 46% de los chicos respondió que tenían reglas sobre lo que podían ver en televisión, en comparación con el 28% que tenían reglas sobre cuánto tiempo podían verla.

Como era de esperar, las restricciones de los padres son más comunes para los grupos de edad más jóvenes. Sólo el 3% de los niños de entre 8 y 10 años afirmaron no tener ninguna norma, en comparación con el 30% de los de 15 a 18 años.

Además, los padres hacen cumplir las normas de modo más estricto a los niños más pequeños. En cuanto a los niños más mayores, la aplicación de las normas decae considerablemente. En los grupos más mayores sólo el 12% informó de que tenían normas sobre los videojuegos que podían jugar o la música que podían escuchar. Y el 26% tenían reglas sobre que podían o no ver en televisión.

En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el Papa expresaba su deseo de que los sacerdotes y los hombres y mujeres consagradas usaran los medios para permitir que el mensaje de Dios caminara por las autopistas del ciberespacio, de modo que Nuestro Señor pudiera llamar a la puerta de nuestros hogares y de nuestros corazones y entrar en nuestras vidas. Una nueva forma de responder al mandato de de Cristo de ir y predicar el Evangelio hasta los confines de la Tierra, sea física o virtualmente.
Por: el padre John Flynn, L. C.,

Traducción del inglés por: Justo Amado

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