¡Gracias a Dios! Expresión muy común cuando todo nos va muy bien.
-“¿Cómo te va en tu trabajo?”
-“¡Muy bien... gracias a Dios!”
-“¿Tu salud…?”
-“¡Muy bien... gracias a Dios!”
-“¿Tu proyecto”
-“¡Muy bien... gracias a Dios!”
Esto es lo que casi todos responden:
-“¡Muy bien... gracias a Dios!”
Pero por qué no responden lo mismo cuando las cosas son diferentes.
Murió un familiar o amigo; nos fue mal:
-“¿Por qué es tan injusto Dios?... era tan joven, tan lleno de vida”
-“¿Qué voy a hacer ahora que no tengo trabajo... Dios me ha abandonado?”
Lo normal para todo católico debería ser:
-“¡Gloria a Dios… Él me lo dio… Él se lo llevó ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!”
O también:
-“¡Gracias, Señor, por todo el tiempo que nos lo regalaste!... Tú nos lo diste… Tú te lo llevaste!”
-“¡Gracias, Señor!, por algo me sacaste de este trabajo… debes tener algo mucho mejor para mí”
A Dios hay que darle gracias por todo. Por todo lo bueno que recibimos y por todo – lo aparentemente malo – que nos sucede.
Los planes de Dios son mucho mejor que los nuestros, lo que no significa que veamos que es lo que se nos presenta y podamos discernir si es bueno o malo para nosotros. El nos pide vivir el “HOY”… el pasado ya fue, el futuro no lo sabemos.
En el “Padrenuestro”: Danos hoy nuestro pan de cada día. Aprendamos a pedir por “hoy…”, mañana pediremos por ese otro “hoy”. Acuérdate que Él mismo nos enseñó como pedir al Padre.
Pero por qué no responden lo mismo cuando las cosas son diferentes.
Murió un familiar o amigo; nos fue mal:
-“¿Por qué es tan injusto Dios?... era tan joven, tan lleno de vida”
-“¿Qué voy a hacer ahora que no tengo trabajo... Dios me ha abandonado?”
Lo normal para todo católico debería ser:
-“¡Gloria a Dios… Él me lo dio… Él se lo llevó ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!”
O también:
-“¡Gracias, Señor, por todo el tiempo que nos lo regalaste!... Tú nos lo diste… Tú te lo llevaste!”
-“¡Gracias, Señor!, por algo me sacaste de este trabajo… debes tener algo mucho mejor para mí”
A Dios hay que darle gracias por todo. Por todo lo bueno que recibimos y por todo – lo aparentemente malo – que nos sucede.
Los planes de Dios son mucho mejor que los nuestros, lo que no significa que veamos que es lo que se nos presenta y podamos discernir si es bueno o malo para nosotros. El nos pide vivir el “HOY”… el pasado ya fue, el futuro no lo sabemos.
En el “Padrenuestro”: Danos hoy nuestro pan de cada día. Aprendamos a pedir por “hoy…”, mañana pediremos por ese otro “hoy”. Acuérdate que Él mismo nos enseñó como pedir al Padre.
José Miguel Pajares Clausen
No hay comentarios:
Publicar un comentario