lunes, 7 de diciembre de 2009

UN MARTILLO QUE QUEBRANTA LA PIEDRA


No andéis como los otros gentiles ajenos de la vida de Dios. – Efesios 4:17-18.

¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?Jeremías 23:29.

Durante una explicación del capitulo 4 de la carta de Pablo a los efesios, un amigo cristiano relató el siguiente hecho:

Cierto día un joven entró en una sala de reunión donde se anunciaba el Evangelio. Conmovido de una manera extraordinaria por el mensaje de la gracia de Dios, confesó sus pecados y recibió la plena certeza del perdón de Dios. Salió completamente liberado, habiendo hallado la paz en su alma. Al día siguiente, como de costumbre, fue al taller en donde trabajaba. En cuanto llegó, tomó su martillo y se dirigió a sus compañeros, diciendo:
-Vean, amigos, mi corazón era tan duro como este yunque
Luego le dio un violento golpe y agregó:
-“¡Dios quebró mi voluntad!”

Los siguientes días tuvo que soportar muchas burlas de parte de los obreros incrédulos, pero él aun mostraba una fe viva y un apacible gozo. Cuando dejo ese taller por otro trabajo, un burlador escribió en la puerta de su armario vacío: ¡Jesucristo se fue!.

Antes de su conversión, el corazón de ese joven estaba dominado por la incredulidad y la rebeldía a la voluntad divina, como lo era el de sus compañeros. Pero, la Palabra de Dios es como martillo que quebranta la piedra.

Su conducta totalmente cambiada probó que pertenecía a un nuevo Señor. Se convirtió de la potestad de satanás a Dios (Hechos 26:18), y se vistió del nuevo hombre, es decir, de Cristo (Efesios 4:24).
WFP2-256

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