sábado, 5 de diciembre de 2009

¿REGALAS O TE REGALAS POR NAVIDAD?


Si regalas no creo que lo hagas de corazón… si te regalas, sí lo haces de corazón.

¿Qué regalas? Si no lo haces de corazón regalas cualquier cosa para salir del compromiso. Si lo haces de corazón, lo haces para compartir el regalo. Regala siempre lo que a ti te hubiese gustado te regalen.

Quizás cuando llegas a la edad madura, a la edad en que empiezas a pensar de todo lo que te perdiste cuando eras chico, recién valoras lo que regalas. Creo que si le das a tu hijo o a tu nieto un regalo, te estás regalando a ti mismo, estás dándole a él/ella lo que a ti te hubiese gustado recibir y que nunca recibiste.

Es una forma de regalarte a ti mismo, es una forma de satisfacer esas ansias de lo que realmente querías por Navidad… pero lo más importante es que no lo vas a gozar solo, lo vas a gozar con tu hijo o con tu nieto.

Yo acabo de cumplir 63 años y, Dios quiera, que pueda jugar con mis nietos – porque no quiero perder el niño que aún tengo en mí… que triste sería mi vida - . Estoy recolectando, poco a poco, juguetes para jugar con mis nietos y yo seguir siendo niño… y no estoy hablando de cualquier juguete.

Ya tengo una camioneta 4x4 y un helicóptero a control remoto. En mi época no existían, pero no sé por qué yo sabía que algún día alguien los iba a inventar. Y ¿por qué estoy juntando estos regalos desde ahora, si mi nieto recién va a cumplir un año? Ahhhhhhh, es que si me muero antes de poder jugar con él, alguien le va a decir que esos juguetes se los compré para él, aunque los destroce el primer día.

Yo, de vez en cuando, a escondidas, los pruebo para comprobar que funcionan, no me gustaría dejarles algo que no funciona.

Amigo, amiga, ya eres mayor, pero no dejes que nadie te quite tu niño interior. Juega ahora con lo que te hubiese gustado jugar cuando tenía 5 o mas… date el gusto de volver a ser niño.

Cuando digo que voy a probar un juguete que he comprado para mi nieto, más de uno de mis amigos se apunta para ver, y también de paso jugar con el nuevo juguete. Sé que algunos pensarán que soy un retrazado mental… ¡no saben de lo que se pierden! Volver a ser niño, y sobre todo concientemente, es una de las cosas gratuitas que uno se puede dar el lujo… porque ya sabes y valoras lo que haces, y por ende… las valoras y gozas más. Yo hasta ahora recuerdo el cañoncito que disparaba fosforos que me regaló mi padre sin que ni por qué cuando yo tenía 5 años... el tiempo no existe para regalar. Lo que más recuerdo es que él jugaba conmigo.

Amigo, amiga… que esta Navidad goces como niño/a… te lo deseo de corazón. ¡COMPRATE LO QUE MÁS TE HUBIESE GUSTADO QUE TE REGALEN Y JUEGA CON TU HIJO/A, NIETO/A!, y dale gracias a Dios que todavía eres un niño.

José Miguel Pajares Clausen
Diciembre 2009

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