“Sus mejillas como eras de especias aromáticas, como fragantes flores, sus labios como lirios que destilan mirra fragante” Cantares 5:13
Es el mes de las flores lo que encontramos en este capítulo de Cantares, las lluvias de abril han hecho su trabajo y la tierra toda está llena de belleza y color. Mi alma se puso su vestido de fiesta y las guirnaldas celestiales se han reunido y el perfume de las flores ya se huele y el ambiente está preparado para disfrutar de la presencia del amado.
Si el amado de Cantares es la figura que ilustra el amado de los siglos, aquel a quien mi alma ama y aquel que me ha amado. El ambiente de hoy se ha preparado para disfrutar de esa gloriosa presencia. El aroma de las especies y las flores anuncia la llegada hermosa del Rey de Reyes a mi vida hoy. Quiero permanecer en ese aroma y disfrutar de su olor, que es olor de vida y de eternidad.
“Sus mejillas son como eras de especies” dice el Libro de Cantares. Sí esas mejillas una vez aplastadas, escupidas y heridas, hoy es una mejilla llena del suave olor del perdón. Tú no ocultas tu cara de mí, más me muestras tus mejillas y cuando las veo sé que fue mi pecado el que arrojó rasgaduras sobre tus mejillas, pero hoy ante tu presencia el suave aroma del perdón salen desde tus mejillas.
Hoy al oler el aroma de tu perdón mi corazón se eleva ante ti en agradecimiento. Esas mejillas fueron surcadas por el arado de la congoja y rayadas por líneas rojas de sangre que corrían desde tu corona de espinas, hoy esas marcas despiden el suave aroma de la comprensión. Si no puedo ver la totalidad de tu cara, por lo menos tus mejillas me dan un vislumbre pequeño que refresca mi herido corazón, refrescando mi sentido espiritual y rindiendo variedad de delicias.
Sí el Señor está conmigo, la rosa y la azucena de mi corazón expiden su aroma de adoración. Cuando èl está conmigo en Mayo y mi alma sale por los campos llenos en flor en busca de más y más de su amor. Si él esta conmigo una esplendorosa mañana llena de rocío de gracia y el trinar de los pájaros son cantos llenos de promesas. Si él esta conmigo sé que soy un pobre e inservible pecador que él me ha dejado besar sus mejillas.
Señor gracias por permitirme ser parte de tu pueblo. Cuando era un pecador sin esperanza llegaste en mi búsqueda y me hallaste. Hoy, puedo disfrutar de tu presencia y percibir el suave aroma de las especies aromáticas y las flores de tu presencia.
Que hoy puedas percibir la fragancia de su presencia.
Dr. Serafín Contreras Galeano
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