Y… se volvió a manifestar.
¿Recuerdan lo que les conté la semana pasada sobre las curaciones en una reunión de sanación con un grupo de Rosario? ¿Recuerdan que les dije que Dios quería glorificarse por esa zona? Bueno… la vecina pidió una reunión en su casa para ayer miércoles, e invitó a otro grupo de Rosario, más o menos la misma cantidad (20-25) de personas que la semana pasada… sólo habían tres de esa reunión.
Al regreso de Misa, y luego de las oraciones habituales, procedimos a la imposición de manos; está vez me acompañaron cinco personas de mi grupo de oración. Todas las personas que pidieron, recibieron… Dios las sanó. Gente que por primera vez asistía a este tipo de reuniones, cayeron en descanso espiritual… más de una pidió ser de nuestro grupo… Me imagino un pequeño Pentecostés, aunque no existe ningún pequeño Pentecostés para Dios ni para nosotros. Si a nosotros nos deslumbra el Señor con su presencia, ¿se imaginan como habrá sido Pentecostés?
Esta vez en teofanía se presentó directamente el Espíritu Santo – que son contadas con los dedos de la mano las veces que se ha manifestado directamente - y sus palabras, luego de identificarse, fueron: “Yo soy su fuerza”, y pidió más grupos de Rosario, entre otras cosas.
Ya me convencí de lo que les dije la semana pasada, que Dios quiere que formemos con todas esas personas de grupos de Rosarios, un nuevo grupo de sanación. ¿Se imaginan a nuestra Madre celestial apoyándonos? Bueno… ella siempre nos apoya, y es la que más nos visita y nos aconseja, pero, trabajar con sus grupitos del Rosario… esperaré instrucciones.
Bendiciones por casa.
José Miguel Pajares Clausen
26 de Noviembre 2009
26 de Noviembre 2009
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