SE REFIERE AL PAPA COMO «PASTOR ALEMÁN»
El relevo de monseñor Carlos Amigo Vallejo al frente de la sede hispalense, sustituido por su obispo auxiliar, monseñor Juan José Asenjo, ha sido rápido, tras veintisiete años en el cargo. Los testimonios sobre su dilatada labor pastoral se suceden, pero el de la activista de los llamados «derechos LGTB» figura entre los más agradecidos.
La actriz Carla Antonelli, natural de Güimar (Tenerife), ha sido en los últimos años uno de los transexuales más activos en la defensa de los llamados «derechos LGTB», esto es, Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales. Militante activa del PSOE y habitual de los medios de comunicación en cuanto portavoz del Área Transexual de la Federación Estatal de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales, presionó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para acelerar la tramitación de la Ley de Identidad de Género, cosa que logró en 2007.
Con motivo de la sustitución del cardenal Carlos Amigo como arzobispo de Sevilla, Antonelli le ha dirigido una carta que publica en su propio Diario Digital Transexual, titulada “Gracias, Carlos Amigo, por defender la Ley de Transexuales”.En ella recuerda los momentos en los que ella misma anunció una huelga de hambre para lograr la aprobación de la ley, que se retrasaba, entre otras cosas, por la «tan cacareada venida del Pastor Alemán a España» (alusión al Papa Benedicto XVI). Según Antonelli, lo que desbloqueó políticamente la norma fue una intervención del cardenal Amigo en la que decía que «el sexo de alguien, asignado simplemente por una inspección externa de los órganos genitales, puede no ser la identidad de esa persona», y abogaba por una regulación.
«A los tres días - habemus acuerdo - con el Gobierno y quedó todo desbloqueado, luego la historia sigue tal como la cuenta la hemeroteca. El Consejo de Ministros la firmó, y el Congreso la aprobó un 1 de marzo del año 2007», afirma la carta.
«Hoy estoy aquí dándole las gracias a un hombre que deja su puesto en Sevilla después de 27 años de trabajo en lo que él consideró que sería la palabra de Jesucristo, el revolucionario, de quien dicen primer socialista de la historia... Podría ser recurrente y decir que un amigo se va, pero no sería cierto porque nunca le conocí, aunque siempre que tuve la oportunidad le expresé mi gratitud. Porque hoy lo siento y sin duda se lo merece: GRACIAS, CARLOS AMIGO», concluye Carla Antonelli, que se confiesa no católica, su misiva.
E.R./ReL
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