Hermano José:
¿Sabe?, yo no sé si lo sueños realmente significan algo o sólo son eso… sueños. Yo constantemente sueño cuatro cosas: Una es que vuelo, y la verdad a veces es tan real que siento la sensación en mi estomago. Otra es que el mar esta muy enojado, y otro es que sueño con un bebe, y por lo regular siempre estoy huyendo por que me los quieren quitar. Y por ultimo con demonios y fantasmas.
¿Sabe?, yo no sé si lo sueños realmente significan algo o sólo son eso… sueños. Yo constantemente sueño cuatro cosas: Una es que vuelo, y la verdad a veces es tan real que siento la sensación en mi estomago. Otra es que el mar esta muy enojado, y otro es que sueño con un bebe, y por lo regular siempre estoy huyendo por que me los quieren quitar. Y por ultimo con demonios y fantasmas.
Pero entre todo eso hay dos sueños que jamás he podido olvidar y ya pasaron años. Uno fue hace ya diez años: recuerdo que yo estaba en un templo en misa y cuando me iba a acercar a comulgar estaba Jesús en la silla donde se sientan los padres con una tunica blanca y una tela roja… bueno, como lo ve uno en los cuadros. Tenia las manos abiertas recargadas en la silla y brillaba mucho, y cuando iba a recibir la comunión voltee y la virgen tenia la copa con las hostias y ella me la dio… brillaba y era la virgen que esta vestida de blanco con dorado y tiene una corona grande.
El otro sueño fue que yo andaba repartiendo tortas. Ya estaba oscuro y fui a llevar un pedido a una casa y cuando llegué había como unas graditas y un pequeño atrio, y en medio una pequeña casa de tejas con una puerta grande con vidrio, y salio Jesús y adentro estaba lleno de gente con lepra. Yo de pronto sentí temor y cuando Él se acercó yo me tiré a sus pies… y lloraba… y le decía que por favor me perdonara. No sé por qué nunca los he olvidado.
¿Sabe?, ayer que le pregunté acerca de los fantasmas, lo hice porque con mi amiga “la difícil” tuvimos un pequeño roce... je je para variar. Yo le decía que los fantasmas no existen y que eran espíritus malos o demonios pero luego ella me recordó una vez que me sucedió algo, la verdad no sé decirle que hora era pero yo estaba dormida. Cuando de pronto empecé a sentir en mi cama como algo que iba subiendo como unas patitas, y de pronto se tornó muy pesado, se me subían oleadas de calor y luego unas de mucho frío. Yo quería moverme pero no podía… y le gritaba a mi mamá… y se me atoraba la lengua en el paladar… jeje. Desde entonces no he vuelto a desear morirme… no importa que tan mal me este yendo.
Otra cosa es que no sé si ya le había preguntado, pero aquí en mi trabajo había una Testigo de Jehová que se expresaba muy mal de la iglesia pero no me decía las cosas a mí, sino a otra pobre que tiene su fe mas débil que la mía, y obvio, yo no le podía decir nada ella. Ya salió del trabajo, pero ahora por más que le intento explicar las cosas a la que se quedó, ella no sede, y me da tristeza porque tiene dos niños y pues creo que debería de inculcarles fe. Le leí lo de los tibios pero como que le vale. ¿Usted cree que hice mal al no defender a mi iglesia?
Gina.
Respuesta a lo último: Si no estás preparada, es mejor que te quedes callada, porque te van a revolcar. Con los Testigos de Jehová no se discute, es como discutir con el diablo. Creo que a lo más podrías decirle: ¿Te gustaría que traten a tu mamá como ustedes tratan a la Virgen María, mi Madre?. Y si alguna vez alguno de nuestros hermanos separados toca tu puerta... no lo botes, invítalo a que pase a tu casa a rezar el Rosario. ¿Crees que entre o saldrá disparado? Creo que hiciste bien en quedarte callada… por ahora.
José Miguel Pajares Clausen
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